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El enigmático Marcelo Bielsa, un loco que lo disimula bastante bien

En una biografía sobre el técnico del plantel argentino, el periodista Ariel Senosiain muestra al rosarino con un perfil distinto.

Mucho se ha dicho y escrito sobre Marcelo Bielsa, el entrenador de la Selección Argentina. De su honestidad de trabajo, de su obsesión por los videos, de su relación con los medios, de su particular trato con los jugadores y de la forma de jugar de sus equipos. Sin embargo, en Lo suficientemente loco, la biografía que realizó el periodista Ariel Senosiain y que publicó la editorial Corregidor, se puede encontrar una faceta desconocida de Bielsa, pero que permite entender con mayor nitidez la complejidad que encierra la personalidad del actual director técnico de la Selección Argentina. Lo que sigue son fragmentos especialmente elegidos que pintan a la perfección a un personaje central de la historia contemporánea del fútbol argentino.
- “Detrás de un ex deportista que no tiene ni la postura ni el andar de tal; del fanático de los Citröen; del apodado ‘Don Carmelo Batata’ por su hermano; de alguien que descarta los trajes y se envuelve en ropa deportiva, sea cual fuere su tarea; del que siente debilidad por los ravioles, el puchero y los postres, aunque se preocupe por su silueta (de hecho, un par de veces se ha internado en un centro de salud de Entre Ríos); detrás de un ciudadano que descree de los políticos y no habla de esos temas con casi nadie (le decía a su hermano que él junto a sus compañeros peronistas revolucionarios eran todos subversivos); de quien podría ser enrolado en la ideología de centroizquierda, progresista; de un hombre que se rebela con la injusticia y la inmoralidad, detrás de todas esas facetas, existe un hombre que puede recluirse semanas en el campo de su suegro, en la localidad de Alcorta (provincia de Santa Fe), sin otra unión social que aquélla con su mujer, sus hijas Inés (nació a fines de 1989) y Mercedes (de enero del ‘92) y un casero que no sabe nada de fútbol. Sin más que ocuparse del campo, mirar videos de fútbol y salir a trotar.”
- “Nunca Bielsa se refirió a la clase media alta de su familia, ni al prestigio que tiene su apellido en las aulas de Derecho. Sí a ser la excepción de la genealogía. ‘La mía es una familia de profesionales, y sin embargo, jamás se opusieron a mis vocaciones. Quise ser jugador de fútbol y lo fui. Fracasado, pero llegué a jugar en la Primera de Newell’s. Después inicié la carrera de preparador físico y la terminé, soy profesor. Finalmente trabajo como director técnico de fútbol, sin que nadie me mire con mala cara. Y digo esto más allá de que mi padre jamás haya pisado una cancha para verme jugar o dirigir; no es que no le gusta el camino que yo elegí, sino que no le interesa la actividad que a mí me apasiona’.”
- “La excelencia inculcada por su madre, el mensaje antimediocridad, lo llevó a retirarse cuando entendió que si a los 23 años su presente demandaba jugar en Argentino de Rosario, en Primera C, debía prorrogar sus sueños de fútbol.”
- “Marcelo les confía a sus amigos, desde joven, que la influencia de su mamá fue fundamental. La máxima que en su niñez escuchó hasta el cansancio, ‘nunca te guardes el último esfuerzo’, hoy la reproduce. Su hermano Rafael Antonio, dos años mayor, dice ser igual de ordenado con la documentación y en la persecución de una meta personal. Y también se refiere a su madre, quien se encargó de criarlos, como gran causa: ‘Siempre fue muy rigurosa, imponiendo sacrificio. Para ella, las cosas se deben obtener después de un trabajo muy largo; si no, no sabremos cómo perseverar para conservarlo. Los tres, mi hermana menor también, heredamos esa obsesión’.”
- “El papá, Rafael Pedro, Bielsa y abogado como manda el designio, dejaba una confidencia en 1998, en El Gráfico: ‘Nunca vi jugar o dirigir a Marcelo no porque no me guste el fútbol, sino porque soy hincha de Central. Y además, a mí me gustaba el fútbol de antes, sin tanta marca y presión. Discutimos con él esto siempre que viene a casa. El coincide, pero dice que debe preparar sus equipos para ganar partidos’.”
- “Las actuaciones del Seleccionado las toman cada uno con su estilo. El padre con indiferencia, la madre con preocupación por tratarse de un hijo, la hermana con una atención relativa porque no le interesa el fútbol, pero sí su hermano, y el hermano con fanatismo, hasta con un conjunto de ritos cabalísticos.”
- “Cuando tenía 25 años, Bielsa alquilaba casas y las habilitaba como pensiones. Su padre dice que por la obsesión que tenía por leer, cuando pudo se compró un kiosco de diarios en Rosario, del cual él mismo hacía el reparto. (...) Recibido de profesor de educación física, a principios de la década del ‘80, se radicó en la Capital Federal, en un ambiente en el 7 piso de Córdoba y Maipú, una zona plagada de oficinas. Y gracias a los contactos de su hermano en la función pública, fue entrenador de la Selección de la Universidad de Buenos Aires, en lo que fue su primera experiencia como DT.
”Aldo Forti, uno de los arqueros de aquel selectivo, rememora que ‘su llegada fue todo un shock. Antes teníamos un técnico que vivía en pedo, siempre estaba con la nariz colorada; hacíamos una gira por el interior y no sabía ni dónde ni a qué hora jugábamos. Llegó Marcelo y apenas puso un pie, mostró su forma de ser, todo derechito, tratando a todos de usted, con sus conos, banderas y cronómetro para entrenar’. Ni siquiera disponían de luz, por lo que, como los entrenamientos eran nocturnos, no podían realizar trabajos tácticos.”

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