DEPORTES › APENAS 300 FANáTICOS DE RIVER EN EL ESTADIO

Los hinchas fueron minoría

Hicieron lo que pudieron para acompañar al equipo, aun si no tenían entradas para el partido. Sólo un grupo de simpatizantes logró hacerse notar entre más de 40 mil hinchas del equipo local. La semana que viene habrá 60 mil en el Monumental.

La temperatura que le imprimieron los hinchas de River a la primera final de la Copa Libertadores fue alta. Como los dirigentes de los clubes habían acordado de antemano que no habría hinchas visitantes en ninguno de los dos encuentros, los que ya tenían programado el viaje a México tuvieron que conformarse con seguir el encuentro en las cercanías del hotel donde se concentró el plantel. Por ese motivo, un grupo de simpatizantes del conjunto de Marcelo Gallardo, en su mayoría extranjeros, aguardaron ayer por la tarde frente a la puerta del hotel Quinta Rea, la llegada de una filial millonaria del Distrito Federal, que preparó un banderazo de apoyo a los jugadores antes de salir hacia el estadio.

Ante la decisión de no venderle entradas a los seguidores visitantes residentes en Monterrey, y también en pueblos vecinos, que tomó el presidente de Tigres, Alejandro Rodríguez, los fanáticos de River nucleados en la filial en el DF se trasladaron hasta el hotel para estar cerca de los futbolistas.

Al mismo tiempo, en la zona del barrio de San Agustín, aguardaban el milagro de una entrada algunos hinchas de Guatemala, que llegaron con su bandera, otros de Panamá, que logró compartir mates con Leonardo Ponzio en la tarde del martes, y una pareja de Puebla que estaba de paseo.

Las entradas que puso a la venta Tigres para sus socios y abonados se agotaron hace varios días, y el estadio Municipal con capacidad para 42 mil personas, apenas si tuvo unos 300 hinchas de River, allegados al club, quienes habían arribado con entradas de protocolo.

El ruido que hicieron los hinchas tuvo el respaldo de los jugadores con saludos y agradecimientos, cuando salieron del establecimiento para subir al micro que los trasladó al estadio. El que recibió la mayor ovación fue el técnico Gallardo, y también el uruguayo Rodrigo Mora. Cuando el transporte comenzó a adelantarse, algunos siguieron a pie algunos metros hasta que el micro se perdió por las calles de Monterrey, ciudad ubicada a 900 kilómetros de la capital mexicana.

La decisión de los directivos de no vender entradas para los visitantes, terminó sorprendiendo a varios hinchas de River, que ya tenían planeado apoyar al equipo en el primer partido definitorio, de la misma manera que lo habían hecho la semana anterior ante Guaraní, en Asunción. Para la revancha de la semana que viene en Núñez, el presidente Rodolfo D’Onofrio anticipó que ya están todas las localidades agotadas. Se estima que el estadio Monumental estará colmado por más de 62 mil personas, y la recaudación para el 5 de agosto sería de entre 24 y 26 millones de pesos, cifra record en el fútbol argentino.

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El puñadito de 300 hinchas que accedió al estadio en Monterrey.
 
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