ECONOMíA › EN MAYO SUBIó 0,1, PERO ACUMULA 10,5 EN EL AñO

La canasta se enfrió en lo alto

El aumento en la canasta básica alimentaria (CBA), índice que muestra cómo se mueve la línea de indigencia, registró una fuerte desaceleración en mayo, según los datos que publicó el Indec, en coincidencia con consultoras privadas. Respecto de abril prácticamente no se movió (0,1), cuando en febrero llegó a marcar un alza mensual de 4,7 por ciento. Uno de los factores que lo explican es el freno en la suba de la carne. No obstante, por el fuerte incremento registrado entre enero y marzo la CBA, ya acumula un aumento de 10,5 y en los últimos doce meses trepó 20 por ciento. En tanto, la canasta básica total, que se utiliza para la medición de pobreza, creció un 15 por ciento frente al mismo mes de 2009 y 0,3 respecto de abril.

Al comparar la suba del 20 por ciento anual en la canasta alimentaria respecto del movimiento del índice general de precios (IPC), que trepó en mayo un 10,7 por ciento, queda claro que la inflación de los últimos doce meses se concentra especialmente en el rubro alimentos. Contradice la idea de un fuerte crecimiento generalizado de precios, pero introduce el problema de cómo mantener el poder adquisitivo de los sectores más desprotegidos, ya que el aumento en estos productos les impacta de lleno.

Sin embargo, la evolución de la CBA “en el margen” muestra en los últimos dos meses un comportamiento más estable. El año comenzó con subas mensuales de 2,2 en enero, 4,7 en febrero y 2,6 en marzo, prendiendo las señales de alarma en el Gobierno, gremios y patronales. Pero el proceso comenzó a apaciguarse en abril, donde la CBA subió 0,6 y se frenó en mayo. “En el primer trimestre el alza se explicó por el reacomodamiento del precio de la carne. El Gobierno dejó que se remarque y la demanda terminó convalidando precios hasta un 60 por ciento más altos. A partir de abril la carne dejó de subir y en mayo hubo una leve caída. Además, varias grandes cadenas de consumo masivo que retocaron los precios en marzo no lo volvieron a hacer”, explicó a Página/12 Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein.

De hecho, el Indec registró una baja mensual de 0,6 para la carne, además de relevar que la baja de la papa (-7,4) también contribuyó a frenar el avance de la canasta alimentaria. En cambio, los alimentos consumidos fuera del hogar, que no entran en la CBA, sí aumentaron, lo que explica el alza de 0,6 en el rubro alimentos y bebidas del IPC, a pesar de no haber un incremento similar de la CBA.

Por el lado de la canasta básica total (CBT), el valor que registró el Indec fue de 1153,7 pesos para una familia conformada por dos adultos y dos hijos. Mientras la comparación anual arrojó la suba del 15,1 por ciento, el alza mensual, frente a abril, fue de 0,3 por ciento. Por el lado de la canasta alimentaria, el nivel que alcanzó fue de 532,21 pesos. Desde el Indec aclaran que el valor absoluto de estos índices no debe tomarse como el poder adquisitivo mínimo de una familia para no caer en la pobreza o la indigencia. Explican que como son canastas desactualizadas, tienen más utilidad para verificar la evolución de los precios.

Tanto la canasta básica alimentaria (CBA) como la total (CBT) utilizan como insumo los precios que releva el IPC, pero se limitan a aquellos productos cuyo mínimo consumo define para el Indec la línea de indigencia y de pobreza, respectivamente. La CBA se compone únicamente de los productos que permiten obtener los requerimientos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un hombre adulto. Luego se pondera por el peso estimado de cada miembro de una familia tipo. La CBT incorpora bienes y servicios no alimentarios.

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