ECONOMíA › LA ATENCIóN MéDICA Y LOS MEDICAMENTOS REPRESENTAN UN SUPLEMENTO DEL 40 POR CIENTO EN LOS HABERES

La jubilación indirecta que aporta el PAMI

En 2003, la entidad gastaba 2600 millones de pesos anuales para atender a sus afiliados; en 2009 gastó 13.100 millones; en 2010, el presupuesto era de 15.600 millones de pesos y se terminaron ejecutando 16.900 millones de pesos.

 Por Roberto Navarro

Con 4,4 millones de afiliados, PAMI es la mayor obra social de Latinoamérica y el proveedor indirecto de ingresos de las franjas más vulnerables de la sociedad. En 2004, apenas el 30 por ciento del padrón se atendía en la obra social de jubilados y pensionados por su paupérrimo nivel de atención. Sin embargo, en los últimos años ese porcentaje se elevó hasta llegar al 94 por ciento en 2010. Durante este último año, un millón de afiliados recibió medicamentos gratuitos, mientras que en 2009 sólo los habían recibido 650 mil y en 2004, 9 mil. Otros 3,4 millones de pacientes accedieron a tratamientos farmacológicos con los mayores descuentos de la seguridad social, que llegan al 80 por ciento en las patologías más frecuentes. En 2009 habían sido 2,8 millones. Además, en 2010, 1,5 millón de afiliados recibió un subsidio económico directo.

“El crecimiento económico derivó en mayores ingresos para el PAMI; la eliminación de los intermediarios y las mejores negociaciones con los laboratorios bajaron los costos. Con más dinero disponible y un sistema que incentiva a médicos y sanatorios a brindar un mejor servicio, podemos incrementar nuestros beneficios todos los años”, señaló a Página/12 el titular de la entidad, Luciano Di Cesare. Cuando llegamos en 2003, las encuestas nos señalaban que el reclamo número uno de los afiliados era el precio de los medicamentos; en la actualidad, ese ítem ocupa el lugar número 24”, concluyó.

En 2003, PAMI gastaba 2600 millones de pesos anuales para atender a sus afiliados; en 2009 gastó 13.100 millones; en 2010, el presupuesto era de 15.600 millones de pesos y se terminaron ejecutando 16.900 millones de pesos. Las prestaciones médicas, los medicamentos gratuitos y con importantes descuentos y otros servicios que presta la institución son un ingreso indirecto que se suma a los haberes de los jubilados y pensionados. Según encuestas de la entidad, para más del 60 por ciento de los afiliados, el aporte indirecto de atención y medicamentos representa un suplemento en sus haberes del 40 por ciento.

Un gasto prácticamente ineludible para los mayores de 60 años es el de medicamentos. A precio de mercado son impagables para el bolsillo de los jubilados. PAMI está entregando medicamentos gratuitos a 998 mil jubilados y pensionados. El 87 por ciento de ellos gana la mínima. Otro 13 por ciento recibe ese beneficio por el alto costo de sus tratamientos, que supera sus ingresos. Además, el organismo cubre el ciento por ciento en medicamentos para tratamiento de cáncer, HIV y otros de alto precio y alto riesgo de vida. Casi el 90 por ciento de los mayores sufre de hipertensión. Los medicamentos para esa patología son cubiertos con un 80 por ciento de descuento. En 2003, el descuento en estos fármacos era del 40 por ciento. También están cubiertos con el 80 por ciento de descuento los medicamentos para enfermedades cardiovasculares y colesterol. El gasto total de PAMI en medicamentos en 2010 fue de casi tres mil millones de pesos. El precio de mercado de esos fármacos –lo que hubiesen tenido que pagar los jubilados– es de 12 mil millones de pesos.

Desde 2004 en adelante, la entidad comenzó a invertir en prevención médica. Según sus estudios, la soledad, el sedentarismo y la depresión son causantes de un alto porcentaje de las patologías. Por esa razón se abrieron más de mil centros de jubilados en el país, en los que se practican deportes y juegos, se subsidia el turismo, salidas a cine y teatros, yoga, computación, baile y otras actividades. En 2004, estos servicios alcanzaron a 4 mil afiliados; en 2009, a 162 mil; y en 2010, a 450 mil. En el país hay más de tres mil centros de jubilados; 2560 recibieron el año pasado bolsones de alimentos. El PAMI utiliza la base de datos del Ministerio de Desarrollo Social para conectarse con las personas mayores que están en condición de alto riesgo socio-sanitario. Este es otro de los ítem en que el año pasado la entidad creció fuertemente. En 2004 se atendía a 5200 personas; en 2009, a 29 mil; y en 2010 se llegó a 69 mil personas.

La obra social de los jubilados y pensionados cubre en la actualidad todas las patologías que se presenten, sin condicionamientos, como los que tienen las prepagas. Por caso, en este momento atiende a 460 mil afiliados con tratamientos por diabetes. También realiza 700 trasplantes de órganos anuales, la mayor cantidad registrada por cualquier obra social nacional. Estas operaciones tienen un precio de mercado de entre 100 mil y 250 mil pesos. En 2009 realizó 55 mil operaciones oculares de cataratas; en 2010 llegó a 80 mil. También pasó de 20 mil operaciones de cadera y rodilla el año pasado a 36 mil en 2010. Todas estas cifras son siderales si se las compara con cualquier prepaga u obra social nacional.

Otro elemento que se incorporó en los últimos años es la entrega de elementos externos de tratamiento médico. Al igual que en el caso de los medicamentos, la cobertura fue aumentando año tras año. En 2005 se entregaron 20 mil lentes intraoculares; en 2009, 50 mil y en 2010, 68 mil. En total, en 5 años, los afiliados recibieron 212 mil lentes intraoculares. En el mismo lapso, los afiliados recibieron 210 mil audífonos. Se pasó de 17.500 en 2005 a 43.340 el año pasado. También se entregaron 23.200 sillas de ruedas. Se comenzó con 3500 en 2005 y en 2010 se llegó a 14.600. En el mismo período se dispuso la entrega de 32.200 marcapasos. En el año que pasó también se entregaron 18.900 sillas de ruedas.

Los servicios del PAMI siguen creciendo año a año al ritmo del aumento de su recaudación. En 2010, 376 mil afiliados recibieron en sus domicilios bolsones alimentarios. Más de 20 mil jubilados están internados en geriátricos en forma gratuita y otros 18 mil reciben atención geriátrica en su domicilio. El PAMI es la obra social más grande de Latinoamérica y la segunda del continente, luego del Medicare, de Estados Unidos. La enorme cantidad de afiliados dificulta una atención del nivel que puede ofrecer una prepaga. Pero tiene a favor que no mide intereses en el momento de decidir una prestación de alto precio, que son cotidianas en personas de tercera edad. Así, y dada la importancia de la atención en salud de los jubilados, el organismo se constituyó en un distribuidor de un ingreso indirecto para los beneficiarios del sistema previsional estatal de suma importancia. Además del constante incremento de sus prestaciones, PAMI tiene reservas por un valor de 7200 millones de pesos, la mitad de su presupuesto anual, fondos que lo ponen a salvo de una siempre probable caída de la recaudación, como ocurrió con la crisis internacional desatada en 2008, que tuvo su mayor impacto en el país en 2009.

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Desde 2004, el porcentaje del padrón que se atiende en la obra social subió del 30 al 94 por ciento.
Imagen: Gustavo Mujica
 
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