ECONOMíA › PELEA ENTRE CURTIEMBRES, PRODUCTORES, EXPORTADORES Y TRABAJADORES

El cuero de oveja es un problema chino

 Por Javier Lewkowicz

El fuerte incremento en la exportación de cuero ovino sin procesar podría generar inconvenientes en el abastecimiento de materia prima para la manufactura. Ante esa perspectiva el sector de la curtiembre solicitó ayer al secretario de Industria, Eduardo Bianchi, que se suspendan las ventas externas por 180 días. Los frigoríficos de la Patagonia se oponen a restringir sus colocaciones, impulsadas por la demanda china, y dicen que de tomarse esa medida se estaría beneficiando sólo a una empresa que domina la curtiembre. A diferencia del cuero vacuno, que no puede ser exportado sin tener un mínimo procesamiento local, el de oveja no está regulado. En Industria no descartan la posibilidad de suspender las exportaciones temporalmente.

El aumento en la demanda de parte de empresarios chinos y la escasez de oferta por inundaciones en Australia, que es el principal productor, hizo crecer el precio del cuero ovino. Pasó de 2,50 dólares la unidad el año pasado hasta un valor de 5 dólares que la industria nacional está pagando ahora. Pero el precio para la exportación supera los 10 dólares, por lo que los frigoríficos buscan colocar de forma externa la mayor cantidad posible. Ayer fue la tercera reunión entre Bianchi y representantes de las empresas curtidoras, los frigoríficos y los trabajadores del sector. La faena total de ovejas es de unos 4 millones por año, pero sólo el 20 por ciento del cuero es útil para la industria. La producción el año pasado llegó a un millón y medio de cueros y las curtidoras locales requieren alrededor de 1.100.000.

En la cámara de curtidores explican que en general se destinan a la exportación alrededor de 200 o 300 mil unidades, pero sólo en las primeras tres semanas del año ya se vendieron al exterior 150 mil cueros. Los curtidores buscan pagar menos de la mitad de los precios al exterior, porque aseguran que la competencia de la manufactura china impide aumentar los precios finales. “Por eso le reclamamos a Bianchi que por 180 días suspendan la exportación de cuero crudo, con el compromiso de no despedir personal”, indicó a Página/12 Humberto Borzani, de la Asociación Curtidora Argentina de Pieles y Ovinos. En el verano la curtiembre suele comprar la materia prima para trabajar durante el año.

Por otro lado, el actor más importante de los frigoríficos del sur es Estancias de la Patagonia, que nuclea a 64 productores y acusa a Magromer, que a su vez domina el segmento de la curtiembre, que en períodos pasados las exportaciones de esa compañía fueron de cuero crudo en su mayor parte, y ahora reclama que se cierren las ventas. “Eso fue hasta el año pasado”, respondieron desde Magromer en el encuentro con Bianchi.

“En el medio quedan atrapados muchos pequeños talleres de cuero y unos 4500 trabajadores. El sector del cuero ovino debe tener la protección que tiene el vacuno, que no se puede exportar sin haber pasado por algún procesamiento”, indicó a este diario Claudio Martínez, del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cuero. Actualmente las ventas externas de cuero ovino tienen una retención del 10 por ciento. “Defenderemos a los dos eslabones más débiles de la cadena: productores y trabajadores”, dijo Bianchi.

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La producción el año pasado llegó a un millón y medio de cueros.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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