ECONOMíA › LA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO PARA HACER FRENTE A LOS VENCIMIENTOS DE DEUDA EN EL AñO PRóXIMO

Cómo pagar deuda y no morir en el intento

Con vencimientos con el sector privado por 6800 millones de dólares y servicios con organismos multilaterales por 2400 millones, en la cartera económica confían en hacer uso limitado de las reservas y volver a usar el crédito de organismos públicos.

 Por Tomás Lukin

El próximo año el Estado nacional deberá enfrentar vencimientos de deuda en moneda extranjera con el sector privado por alrededor de 6800 millones de dólares. Entre las estrategias que analizan en el Ministerio de Economía para cancelar esas obligaciones figurará nuevamente el uso de las reservas internacionales. Pero en el caso de que el nuevo Fondo del Desendeudamiento disponible el año próximo no alcance para cubrir todos los pagos, se analizaba incluir en el proyecto de Presupuesto Nacional 2012, que se presenta hoy al Congreso, la posibilidad de recurrir al crédito de distintos organismos del sector público, fundamentalmente la Anses. En cuanto a los servicios con organismos internacionales, durante el año próximo alcanzan a 2400 millones de dólares. En el Ejecutivo proyectan que, como sucedió los últimos años, la mayor parte de esos vencimientos serán refinanciados por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Hace dos años el gobierno nacional decidió utilizar 4382 millones de dólares de reservas para pagar deuda con acreedores privados durante 2010. Esa innovación despertó un encendido debate que terminó con el desplazamiento del entonces titular del BCRA, Martín Redrado, y su reemplazo por la economista Mercedes Marcó del Pont. El éxito del instrumento llevó al Ejecutivo a reeditar el Fondo del Desendeudamiento por 7504 millones de dólares en 2011. La medida fue incorporada en el frustrado Presupuesto del año pasado y finalmente se volvió a instrumentar mediante un DNU.

En 2012, la incertidumbre para precisar dónde terminarán las reservas en diciembre hace prever que el nuevo proyecto de Presupuesto contemplará una autorización general para utilizar esos dólares, aunque no especificará el monto. La cifra definitiva, ya sea la totalidad de los 6800 millones de dólares o una porción de esos vencimientos, será establecida por el Gobierno a través de un decreto cuando se instrumente el pago, durante el año próximo. A diferencia de la experiencia de 2010, donde a pesar de cancelar deuda el nivel de reservas creció en 5000 millones de dólares, este año el stock reflejará una leve caída. Comenzó el año en 52.200 millones de dólares y ayer alcanzaba los 49.600 millones de esa moneda.

Las reservas de libre disponibilidad, la porción del stock que el Banco Central puede destinar al pago de deuda, depende de la base monetaria –la cantidad de dinero que circula en la economía– y el tipo de cambio. La cantidad de dólares disponibles para cancelar las obligaciones puede variar, pero no alcanzarán hasta los 6800 millones de dólares. “No se va a comprometer el poder de fuego del Banco Central”, explicaron desde el equipo económico.

Tampoco descartan reformular la definición de reservas de libre disponibilidad que consideran una rémora de la convertibilidad, por otro que incorpore criterios comerciales y financieros. Pero incluso si se recurre a un indicador de reservas óptimas que desarrolló el Ministerio de Economía, la cantidad de dólares disponibles para pagar deuda dentro de esos parámetros no alcanzaría al total de los servicios en 2012.

Por eso, en el Palacio de Hacienda explican que para hacer frente al pago de los vencimientos de deuda en dólares con el sector privado recurrirán a una combinación de instrumentos. La diferencia entre los vencimientos y el Fondo del Desendeudamiento disponible sería cubierta mediante la suscripción de bonos o letras del Tesoro en dólares a Anses o incluso el PAMI. Los papeles luego son colocados en el mercado por esos organismos para conseguir los dólares. A su vez, en el Gobierno consideran que la fuga de capitales se desacelerará, el balance de la cuenta corriente exhibirá un resultado positivo y explican que el tipo de cambio real mantendrá niveles competitivos.

Las consultoras privadas y distintos economistas de la oposición consideran que necesariamente el país deberá emitir deuda en los mercados internacionales. En el Palacio de Hacienda aseguran que no será necesario recurrir al endeudamiento externo para cubrir las obligaciones en 2012. Sin embargo, entre los miembros del equipo económico la discusión interna es intensa. Por ahora no descartan ni confirman que el Estado salga a los mercados internacionales para obtener financiamiento. Aseguran que, “si sucede, no será por una necesidad insalvable de acceder a recursos para pagar deuda externa, ya que Argentina no lo necesita”. Los funcionarios de Economía argumentan que ese mecanismo “sería para financiar proyectos de infraestructura. No existe riesgo de caer en una dinámica de sobreendeudamiento, ni poner en riesgo la solvencia fiscal del país”.

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Amado Boudou, ministro de Economía. El programa financiero de 2012 y sus alternativas.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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