ECONOMíA › HOGARES CALEFACCIONADOS A GLP, AUTOMOVILISTAS E INDUSTRIAS, EN LA MIRA

La amenaza del desabastecimiento

El cuadro de situación que dio el ministro de Planificación al mediodía marcaba los puntos más críticos del conflicto: hogares desabastecidos de calefacción en el sur, escasez total de nafta, previsiones de corte de gas a industrias.

 Por Sebastián Premici

El paro de camioneros (o lo-ckout patronal, como lo definió Julio De Vido) afectó en forma directa a 20.000 hogares en todo el país, aproximadamente 100.000 personas, que tuvieron inconvenientes para recibir gas en sus hogares (GLP). A ellos se les suman los miles de usuarios que no pudieron cargar nafta en sus autos o gasoil en la maquinaria agrícola. También se les tuvo que sacar gas a las industrias para distribuirlo entre los usuarios finales o alimentar las centrales térmicas (en reemplazo del gasoil faltante). Esta fue una estimación realizada por el Ministerio de Planificación Federal ayer por la mañana, previa a la decisión del gremio que conduce la familia Moyano (Hugo y Pablo) de levantar la medida de fuerza. A partir de las cinco de la tarde, los camiones cisterna comenzaron a salir de las distintas refinerías del país.

Entre la puesta en marcha del primer camión y las doce de la noche de ayer, la petrolera YPF logró volcar en el mercado un 33 por ciento más de nafta que lo habitual. Según indicaron a este diario desde el Ministerio de Planificación, las refinerías despacharán combustibles durante la madrugada de hoy. El abastecimiento total de la ciudad de Buenos Aires se daría mañana, mientras que para el resto del país llegaría el próximo lunes. Ayer por la noche, los funcionarios de Planificación y la Federación Argentina de Municipios, presidida por Julio Pereyra, realizaron una reunión para coordinar la logística del abastecimiento.

Las distintas refinerías del país trabajarán bajo un esquema de emergencia con el objetivo de despachar la mayor cantidad de combustible en un corto plazo. Por eso estuvieron operando toda la noche y durante la madrugada. En el caso puntual de YPF, la empresa tomó la decisión de ampliar el horario de funcionamiento de algunas plantas (Junín y Villa María) y en otros casos decidió incorporar más camiones cisterna para agilizar los despachos. Tal fue el caso de Ensenada y La Matanza. Más allá de la celeridad en la distribución de los combustibles, los empresarios del sector indicaron a este diario que “habrá que tener paciencia hasta que todos los surtidores estén llenos”.

“El sábado quedará abastecida Capital Federal, pero llevará un poco más de tiempo la distribución en el resto del país. Pero como muchos ya cargaron a lo loco, la nafta alcanzará para todos. El próximo lunes el país estará bien cubierto”, indicó a Página/12 Rosario Sica, titular de la cámara que nuclea a las petroleras de bandera. Una visión similar tuvo Manuel García, titular de la cámara que nuclea a las estaciones de bandera blanca. “La mayoría de las estaciones tenía los tanques secos, pero por suerte comenzaron a llegar los camiones. Hay que tener un poco de paciencia, nada más”, indicó García a este diario.

Las largas colas en las estaciones de servicio fueron una de las postales de los últimos dos días. Sin embargo, la medida de fuerza del gremio que conduce la familia Moyano produjo consecuencias más allá de los inconvenientes para los automovilistas. Por ejemplo, muchas localidades del país no pudieron recibir los camiones con gas licuado de petróleo (GLP), insumo que es utilizado para abastecer hogares, hospitales, geriátricos, etcétera. En la provincia de Buenos Aires fueron perjudicados 6000 hogares, según la información difundida por el Ministerio de Planificación. También hubo una derivación del suministro del gas hacia los hogares, en detrimento de algunas industrias.

“Industria y agro estarán sin producto por la tarde (de ayer), el stock de gasoil para trenes y micros estaría garantizado hasta el sábado”, había vaticinado De Vido durante la conferencia de prensa. Ayer a la noche, el subsecretario de coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, mantuvo un encuentro con los intendentes de la FAM en el que se coordinó el trabajo de abastecimiento para los distintos municipios afectados. “Se estableció que durante toda la noche se prosiga con el reparto a través de camiones con combustible –nafta, gasoil, garrafas, GLP– tanto a los centros de comercialización como estaciones de servicio”, indicaron a través de un comunicado.

Si la situación no se normalizaba, la cartera que conduce De Vido había preparado una nueva estrategia para “burlar” el bloqueo de los camioneros en la puerta del centro de distribución de La Matanza. Distintos funcionarios de esa cartera tenían preparados diez camiones listos para salir de la planta manejados por personal de Gendarmería, en caso de ser necesario. Con esa mecánica, anteayer habían salido seis camiones. Pero Moyano les ganó de mano y levantó la medida de fuerza, antes de que el Gobierno tuviese que aplicar el artilugio para eludir la guardia de los camioneros.

En las distintas refinerías del país también comenzó la normal salida de los camiones con combustibles. En el caso de Luján de Cuyo (Mendoza), la empresa YPF continuó destilando los diferentes combustibles a la espera del levantamiento del paro. Esta refinería abastece a 14 provincias a través de oleoductos. Por eso ni bien finalizó la medida de fuerza, comenzaron a salir los camiones. “La situación acá fue distinta de la que se mostraba por televisión en La Matanza. No hubo bloqueo. Durante el día había 60 camioneros y durante la noche, sólo 30, apostados a un costado de la ruta. Mañana temprano (por hoy) tendremos reabastecido el servicio en un 70 por ciento de las estaciones locales”, indicó un directivo de la petrolera.

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Julio De Vido, ministro de Planificación. Diagramó un mecanismo de emergencia que no fue necesario.
Imagen: DyN
 
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