Las referencias que da el mercado sobre el precio del dólar en el mercado paralelo o “blue” indicaban una cotización entre 6,50 y 6,60 pesos por unidad. “La operatoria continúa siendo marginal y nadie sabe cómo es que se conforman estos precios”, apuntó una fuente del Banco Central. En tanto que en el mercado formal, en agencias de cambio y bancos del microcentro porteño la divisa estadounidense se mantuvo en 4,57 pesos. El Banco Central finalizó la rueda con un saldo neutro de intervención en un mercado con escaso volumen de negocios, apenas 250 millones de dólares. El volumen de reservas finalizó con una mejora de tres millones, a 46.803 millones de dólares.

La escapada en el precio de la divisa en el mercado ilegal coincidió con el inicio de las vacaciones de invierno. Desde las agencias de cambio se especuló con una mayor demanda por parte de personas que viajan al exterior y que encontraron complicaciones para adquirir las divisas por los canales oficiales. Esta situación se vio influenciada además por la disposición del BCRA de no vender dólares contra entrega de pesos, sino contra depósitos en alguna cuenta del interesado. Las casas de cambio más grandes comenzaron a implementar sistemas de pagos electrónicos (Posnet) para agilizar la operatoria, pero todavía es un recurso incipiente.

La explicación que esbozan en el Central es distinta. “Los que van al paralelo no tienen vocación de blanquear los recursos. Nadie paga ese precio porque se quiere llevar divisas a las vacaciones”, aseguran. En el mercado reconocen que ambas explicaciones son válidas. Por un lado, están quienes se encuentran dispuestos a convalidar precios exorbitantes con tal de dolarizar cartera y no pasar por los controles oficiales. Generalmente se trata de dinero proveniente de operaciones ilícitas. Pero, también están los que quedaron atrapados por los controles y en medio de las modificaciones a la operatoria se encontraron sin poder comprar la moneda para las vacaciones. Estos son los más perjudicados, dado que debieron pagar el precio que pidan las cuevas o los arbolitos.

En el segmento formal los negocios continuaron en caída. El volumen de negocios minorista se redujo a una décima parte de lo que se trocaba a comienzo de año. Esto también se exhibió en el mayorista, donde el Central inició la rueda vendiendo dólares para evitar una suba en la cotización y termina la jornada recomprando un monto similar, según relataron a este diario desde la entidad monetaria. La intervención oficial implicó entonces una pausa al incremento en el ritmo de compras que lleva el Central a partir la suba en el precio de la soja, que impulsa la liquidación del remanente de la cosecha gruesa. La oleaginosa se ubicó en 602,24 dólar la tonelada en el mercado de Chicago (ver aparte).