ECONOMíA › SALDO COMERCIAL FAVORABLE DE 12.690 MILLONES DE DóLARES EN 2012. POR ENCIMA DE LA META

La crisis no desequilibró la balanza

La rígida administración sobre el comercio exterior logró impedir el impacto de la crisis mundial, aunque al costo de una leve retracción en el intercambio. No obstante, el resultado superó con creces la meta de diez mil millones de superávit.

La balanza comercial registró en todo 2012 un superávit de 12.690 millones de dólares, un 26,7 por ciento más que en 2011, informó ayer el Indec. De esta manera, el gobierno nacional cumplió el objetivo de lograr un ingreso de divisas de no menos de 10 mil millones de dólares en el año por vía del intercambio. Los valores del mes de diciembre arrojan un superávit de 529 millones de dólares, con un aumento del 61 por ciento respecto de igual período de 2011. Como parte de su política de proteger la producción nacional por vía de la administración del comercio, el Gobierno resolvió llevar el nivel de aranceles de un centenar de productos a la alícuota del 35 por ciento.

A lo largo del año, el Ejecutivo se dio una política para evitar el ingreso masivo de productos que no encontraran colocación en los mercados internacionales, aplicando restricciones a las importaciones. De ello resultó una baja del 7 por ciento en el valor de las compras al exterior, totalizando en el año 68.514 millones de dólares el desembolso en productos y servicios. Del mismo modo, se registró una disminución, pero más leve (3 por ciento) en el valor de las exportaciones, que sumaron 81.205 millones de dólares.

El rígido seguimiento del comercio exterior logró incrementar el superávit comercial. Esto aseguró un mayor caudal neto de divisas, que preservó el nivel de las reservas internacionales en un año donde los vencimientos de servicios de la deuda fueron altos: 5674 millones de dólares con acreedores privados y 2083,6 millones para organismos internacionales.

A pesar de la crisis económica internacional, la caída de las exportaciones argentinas parece haber sido consecuencia de otros motivos. Por un lado, la sequía en el campo durante 2012 afectó la cosecha. Esto se reflejó en la merma de exportaciones de las manufacturas de origen agropecuario, donde están incluidos muchos productos derivados de la soja. Mientras que sus precios crecieron 6 por ciento respecto del año anterior, la cantidad exportada disminuyó 8 por ciento, resultando una caída de 3 por ciento en el valor.

La producción de vehículos en el país creció 7,8 por ciento, pero la demanda externa se desaceleró, en particular por la disminución de las compras brasileñas en un 18,4 por ciento. En parte es responsabilidad de la crisis, pero principalmente fue efecto de la política fiscal que aplicó durante la mayor parte del año el gobierno de Dilma Rousseff, que produjo un freno al crecimiento. El cambio de tendencia en el principal socio comercial se reflejó en la disminución de las exportaciones de manufacturas de origen industrial en un 4 por ciento en valor, compuesto por una baja del 5 por ciento en cantidades y 1 por ciento en precios.

Los números de diciembre indican que las exportaciones ascendieron a 5993 millones de dólares, mientras que los desembolsos por importaciones alcanzaron a 5464 millones.

En consonancia con la administración del comercio exterior que realiza el gobierno nacional, ayer se elevó al 35 por ciento el arancel de importación para un centenar de productos. La medida fue publicada en el Boletín Oficial con la firma del vicepresidente, Amado Boudou, y fue consensuada, antes de ser aplicada, con Uruguay y Paraguay, para evitar que se incluyeran artículos producidos dentro del Mercosur. Dicho nivel arancelario es el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC) para los productos industriales. En la lista de productos afectados se incluyen motos de entre 250 y 800 centímetros cúbicos de cilindrada, bolígrafos y bijoutería de metal común, calzados, cerámicos, juguetes, cepillos y escobas, encendedores de bolsillo, calentadores de agua y secadores de pelo. También alcanza a productos primarios y alimenticios, como kiwis (que se importan de Australia), café tostado sin descafeinar, semillas forrajeras, grasas y aceites, vegetales, margarina, atún, jugos de tomate, hongos y whisky en botellas de menos de 2 litros.

Informe: Daniel Dveksler

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Pese a la crisis y los controles, la retracción de importaciones fue moderada: 7 por ciento.
Imagen: Pablo Piovano
 
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