ECONOMíA › LAS ACCIONES DE LA CONSTRUCTORA DE CAPUTO SE DISPARARON OTRO 15 POR CIENTO LUEGO DE GANAR UNA LICITACIóN

Premio en la Bolsa para el amigo de Macri

La constructora de Nicolás Caputo sigue en un raid bursátil espectacular, que elevó el precio de la acción un inédito 193 por ciento desde la primera vuelta electoral. Entre el viernes y ayer sumó otros 20 puntos, tras ganar una licitación millonaria.

Las acciones de la empresa constructora de Nicolás Caputo subieron ayer 15 por ciento en la bolsa porteña. El viernes habían subido otro 5 por ciento. Ese día se conoció que la firma de Caputo fue elegida para llevar adelante la primera obra de envergadura que se adjudica en la gestión de Mauricio Macri. El presidente, pese a que había afirmado que no le daría proyectos estatales a su amigo de la infancia, le concedió un proyecto por el cual se desembolsarán cerca de mil millones de pesos para hacer en los próximos cuatro años la obra civil en la que se emplazará el reactor nuclear RA-10. La empresa constructora de Caputo no fue la única que mostró un fuerte incremento en el patrimonio financiero. La firma Mirgor –a través de la cual el empresario fabrica los sistemas de refrigeración para los automóviles– anotó en la Bolsa una suba de más del 80 por ciento en el último mes y medio.

Caputo se quedó la semana pasada con el primer gran proyecto de infraestructura que la administración de Cambiemos le asigna a una empresa privada, lo cual ofreció nuevas pistas para entender quiénes serán los grandes ganadores en el Gobierno de Macri. En la licitación para la obra civil del reactor nuclear RA-10, que se lanzó en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, aunque recién ahora terminó de definirse el proceso de adjudicación, participaron además de Caputo la firma Iecsa, de Angelo Calcaterra, y la constructora del Grupo Petersen, de Enrique Ezquenazi. El amigo personal de Macri fue el que obtuvo el contrato por 797 millones de pesos, dejando dudas respecto de cuál es el criterio de transparencia en la adjudicación.

Las contradicciones discursivas del presidente son notables. Macri asegura que busca barrer con la corrupción del Estado mientras asigna negocios de la obra pública a uno de los hombres más íntimos de su grupo de pertenencia. La situación no es novedosa. En los ocho años de gestión macrista en la Ciudad de Buenos Aires, el modus operandi fue el mismo, con un discurso a contramano de los hechos. Cuando Macri era jefe de Gobierno reiteró en varias oportunidades que la constructora de Caputo no había licitado ni una sola obra en su gestión, en tanto que precisó que los pagos realizados a la firma de su amigo correspondían a contrataciones de gestiones anteriores. Es cierto que la principal firma de Caputo no obtuvo nuevas obras, pero la Ciudad dio adjudicaciones millonarias para la compañía SES SA, en la cual Caputo es dueño de un 50 por ciento del paquete accionario (es decir, el principal accionista).

“En los ocho años de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Macri adjudicó obras a SES, que es lo mismo que decir a su amigo Caputo, por unos 1200 millones de pesos, según información proporcionada por la Auditoria General porteña. Es tan estrecha la relación de las empresas Caputo y SES que comparten el mismo presidente que firma los balances entregados a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires: Teodoro José Argerich”, detalló en este diario Alfredo Zaiat en su columna del 6 de diciembre pasado.

La nota precisa puntos clave para entender la relación entre Macri y Caputo, en donde el negocio no se limita a las obras adjudicadas desde el sector público sino que existen operaciones financieras e incluso deportivas. En la declaración jurada de Macri figura un préstamo por casi 19 millones de pesos entregado a Nicolás Caputo. Zaiat cuenta además que el constructor fue la mano derecha del actual presidente en el negocio de la compra de jugadores cuando estuvo al frente de Boca. La confianza entre ambos resulta notable, al punto que durante el episodio de secuestro que vivió Macri hace más de una década Caputo se encargó de pagar el rescate. Con la adjudicación de casi mil millones de pesos para hacer la obra civil del reactor nuclear RA10, la constructora de Caputo mostró un salto en el valor de sus acciones en la bolsa de valores porteña. El viernes, cuando se conoció en el Boletín Oficial la noticia acerca del cierre de la licitación, la firma anotó un alza del 5 por ciento, mientras que este lunes recibió otro fuerte impulso al aumentar 15 por ciento. Desde la primera vuelta en las elecciones presidenciales, a finales de octubre, la constructora de Caputo marcó un incremento en el precio de las acciones del 193 por ciento, al convertirse en una de las firmas más ganadoras del MerVal en los últimos meses. El negocio de la construcción no fue el único rentable para Caputo, quién también consiguió un importante aumento en el valor de las acciones de la compañía Mirgor, con la cual le vende el sistema de refrigeración para vehículos a las terminales automotrices. Esta fábrica duplicó el precio de sus acciones desde que Macri asumió la presidencia la segunda semana de diciembre. El valor bursátil de la empresa pasó de 442 pesos el 10 de diciembre a 805 pesos ayer, con una suba equivalente al 82 por ciento. El amigo del presidente, de este modo, ya es uno de los grandes ganadores de la nueva gestión, en donde se destacan los bancos y los grupos dedicados al negocio de la exportación agropecuaria.

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A pesar de que Macri había dicho que no le daría proyectos estatales a Caputo, ganó la primera licitación por casi 800 millones.
Imagen: Bernardino Avila
 
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