ECONOMíA

Llegó el primer barco de Chávez

El General Zamora ya está descargando en la costa el primer envío de fuel-oil para generar electricidad y ahorrar gas. Primera cuota del trato con Chávez.

 Por Martín Piqué

En el radar del helicóptero Dauphin de la Prefectura, un modelo francés de la empresa Aeroespatiale, se ve una pequeña manchita roja. El helicóptero sobrevuela la bahía Samborombón, a unos kilómetros de San Clemente del Tuyú. La niebla impide ver la superficie del agua, pero la máquina comienza a bajar hasta que la bruma desaparece. Entonces se distingue la forma alargada del buque petrolero General Zamora –la mancha roja del radar–, que transporta 50 mil toneladas de fuel-oil para abastecer a nueve centrales generadoras de energía. Se trata del primer envío de un acuerdo comercial con Venezuela por 200 millones de dólares. Según el acuerdo, la empresa estatal de combustible Pdvsa proveerá un millón de toneladas de fuel-oil, lo que permitirá ahorrar 17 millones de metros cúbicos de gas, según las previsiones del Gobierno.
El General Zamora –que se llama así en homenaje a Ezequiel Zamora, un prócer de la guerra de independencia– es un barco del tipo “Panamax”. Con ese nombre se designa a los buques que tienen el calado máximo que puede entrar en el canal de Panamá. El navío de Pdvsa cumple con esos requisitos: mide 230 metros de eslora y 32 metros de ancho. Ayer a la tarde se encontraba fondeado al norte de la punta San Antonio, en la llamada zona Charly. El barco estaba descargando parte de las 50 mil toneladas de fuel-oil en otros buques más pequeños. Para poder entrar al puerto de Buenos Aires, el buque se quedará con sólo 23 mil toneladas. Esa operación se llama “alijar”. El martes próximo ingresará en el espigón 5 de la central puerto, dársena “E” de la Costanera Norte. Allí lo recibirá una delegación de ambos gobiernos.
De las 50 toneladas que carga el General Zamora, 28 mil serán descargadas en la central de energía de Costanera Sur. El resto del fuel-oil se usará para proveer la central de Costanera Norte. Y en los próximos veinte días –si se respeta el cronograma acordado– llegará más combustible en otros cuatro barcos de Pdvsa. Son el Ektoras, el Polyanka, el TBN y el Argironissos. Con la carga de los cinco buques se abastecerá a nueve centrales de generación de electricidad del país. Están ubicadas en Buenos Aires, Bahía Blanca, Necochea, Mar del Plata, San Nicolás, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Todas pueden usar el fuel-oil como insumo para generar energía. Usando ese combustible se ahorrarán millones de metros cúbicos de gas, confían en el seno del Gobierno.
La operación de compra de fuel-oil de Pdvsa es por 200 millones de dólares. La adquisición se realizó a los precios del mercado internacional, pero con condiciones muy ventajosas de financiación. A pesar de que este tipo de operación se suele hacer al contado y a 7 o 15 días, Venezuela ofreció un acuerdo muy diferente. Propuso que el Gobierno pagara el 20 por ciento de los 200 millones a los 45 días de firmar la transacción. El 80 por ciento restante se pagará en 12 cuotas mensuales. Pero la administración de Hugo Chávez no recibirá ese dinero directamente. Los pagos irán engrosando un fondo creado por los bancos Bice (argentino) y Bandex (venezolano). Con ese dinero, Venezuela comprará productos agrícolas, ganaderos y agroindustriales de la Argentina.
El acuerdo con Venezuela no tiene antecedentes en los últimos años. Pero para entenderlo hay que comprender las urgencias de la Argentina. Hace un mes, Chávez recibió un llamado de Kirchner en la que le pedía ayuda por la crisis energética. Poco tiempo antes, el Gobierno había reconocido que la provisión de gas no alcanzaba para la demanda del invierno. Ni lento ni perezoso, el venezolano respondió poniendo a disposición el principal –y casi único– capital de su país: las reservas de combustible. Enseguida surgió el primer problema, cuando medios de ambos países plantearon que el fuel oil de Pdvsa no cumplía con los estándares de calidad de la Argentina. Decían que tenía más de 1 por ciento de azufre. Tras algunos análisis, la empresa venezolana contestó que su fuel oil cumplía con las exigencias. El propio embajador de Caracas, Freddy Balzán, aclaró que elcargamento “viene avalado por un certificado de calidad emitido por un productor independiente. El fuel-oil cumple con todos los requisitos.”

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El buque venezolano en aguas de la bahía de Samborombón.
 
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