ECONOMíA › EL DESEMPLEO SUBIO AL 14,8 EN EL
SEGUNDO TRIMESTRE, CONTRA 14,4 DEL ANTERIOR

Más gente en busca de trabajo que no encuentra

En un panorama social aún delicado, la mayor cantidad de empleos que ofreció la economía en el segundo trimestre no alcanzó a compensar la mayor cantidad de gente buscando trabajo. Por lo tanto, subió la tasa de desocupación. Preocupa la tendencia al crecimiento del desempleo en el conurbano (17,3 por ciento) y en el Gran Córdoba (16).

 Por David Cufré

Néstor Kirchner sabía lo que decía cuando pedía no enamorarse de los números. Era un comentario para marcar diferencias con la etapa menemista, cuando se pretendía ocultar la inequidad del modelo detrás de indicadores económicos que mostraban una evolución positiva. La conclusión era que no alcanza con crecer, porque se puede crecer y empeorar la situación social al mismo tiempo. Al Gobierno, por primera vez, los números le jugaron en contra. Anteayer se supo que el PIB aumentó 9 por ciento en el primer semestre, y ayer se confirmó el aumento de la desocupación: durante el segundo trimestre promedió 14,8 por ciento, contra 14,4 del primero. El alza demuestra que el panorama social sigue siendo delicado, aunque sería un error concluir que el problema es la caída de puestos de trabajo.
El empleo, por el contrario, creció con fuerza entre abril y junio. La tasa quedó en 39,4 por ciento, contra 37,4 de igual período de 2003 (una suba de 2 puntos) y 38,9 del primer trimestre de este año. La cantidad de ocupados aumentó en 146.000 personas en el segundo trimestre respecto del primero. Pero esta mayor generación de empleos fue insuficiente para absorber la demanda: hubo más gente que salió a buscar trabajo. Así lo refleja la tasa de actividad, que trepó a 46,2 por ciento, desde 45,6 del segundo trimestre del año pasado y del 45,4 de enero a marzo pasados.
Daniel Kostzer, asesor económico del Ministerio de Trabajo, lo atribuyó a que “los salarios son bajos y muchos jóvenes o cónyuges necesitan buscar empleo para complementar los ingresos familiares”. “No vamos a hacer como Cavallo –recordó–, que decía que la gente quería trabajar porque los sueldos habían subido tanto que entonces sí valía la pena emplearse.”
El funcionario agregó que la mayor demanda actual también se explica por la mejora en las expectativas. “Cayó el efecto desaliento”, afirmó. “Buscar trabajo tiene un costo, ya sea por el transporte o hasta por la ropa que es necesario comprar para ir a una entrevista. La gente decide asumirlo si siente que tiene alguna posibilidad de que le vaya bien”, indicó. Y lo que está pasando, completó, es que se mantiene la tendencia de creación de puestos de trabajo.
A Kirchner le hubiera gustado verlo reflejado en el número de la desocupación. Por eso pronosticó que la próxima medición del Indec volverá a mostrar la tendencia decreciente. “Los datos preliminares de julio arrojan una caída del desempleo al 13,8 por ciento”, aseveró. Anteayer había dicho que los datos a junio evidenciaban una baja al 14,3 por ciento. El Indec, que soportó un par de peleas fuertes con Roberto Lavagna por la interferencia del Poder Ejecutivo en la difusión de indicadores, ayer se limitó a entregar los comunicados sin realizar la habitual conferencia de prensa.
La subocupación bajó a 15,2 por ciento, contra 15,7 del primer trimestre y 17,8 del período abril-junio de 2003. Entre desocupados y subocupados, el 30 por ciento de la población tiene problemas laborales. En números absolutos, son 1.592.000 los primeros y 1.642.000 los segundos. Las cifras corresponden a los 28 aglomerados urbanos que releva el Indec, que abarca una población total de 23.306.000 y de los cuales 10.779.000 constituyen la población económicamente activa (personas ocupadas o desocupadas que buscan trabajo). De ese universo, tienen empleo 9.187.000 personas.
El Indec volvió a estimar el impacto del Plan Jefas y Jefes de Hogar sobre el desempleo. Si a los beneficiarios de este programa se los considerara desocupados, la tasa saltaría a 19,1 por ciento (frente al 14,8 de tomarlos como ocupados). En el primer trimestre, la tasa era 19,5, y en el segundo trimestre de 2003, 23,0. El organismo hizo otra discriminación: los que cobran el plan y, además, buscan activamente trabajo. En este caso, la desocupación queda en 17,4 por ciento, igual que en el primer trimestre.
Kostzer aportó otros datos relevantes a Página/12. Por ejemplo, que por cada punto de crecimiento del PIB, el empleo sube 0,97 punto. Esto se debe a que las actividades que sostienen la expansión de la economía son fuertes generadoras de puestos de trabajo. Durante los primeros cinco años de la convertibilidad, la relación era 0,26 de aumento del empleo por cada punto de suba del PIB. Y después del efecto Tequila, fue de 0,52.
El asesor de Tomada también valoró que “por primera vez en una década, el empleo formal está creciendo más que el informal: 62 a 38 por ciento”.
“A pesar de lo que decían algunos economistas ortodoxos, la calidad del empleo mejoró al mismo tiempo que hubo una política salarial activa” por parte del Gobierno, remarcó.
Por regiones, la desocupación bajó en la ciudad de Buenos Aires a 11,9 por ciento, frente al 12,1 del trimestre anterior y al 13,1 del segundo del año pasado. En cambio, en los partidos del conurbano bonaerense llegó a 17,3 por ciento, contra 15,5 y 20,6, respectivamente. Lo mismo ocurrió en Gran Córdoba, con 16,0 por ciento, contra 13,9 y 19,5. En Gran Rosario, en cambio, se mantuvo la tendencia decreciente, con 15,7 por ciento de desocupación actual, 17,2 en el primer trimestre y 22,9 del segundo de 2003.
La región patagónica sigue siendo la de más baja desocupación, con 7,5 por ciento. Después siguen el Noreste (8,3%), Cuyo (10,5%), Noroeste (14,2%) y Pampeana (15,3%).

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