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El sector de la alimentación mira a Economía, y ésta mira el envase

Industriales y funcionarios del Palacio de Hacienda conversaron ayer sobre los precios de los alimentos de almacén. El problema de costos está a la vista: en el envase.

 Por Raúl Dellatorre

Los dirigentes de la industria de la alimentación, agrupados en Copal, y los secretarios de Política Económica y de Coordinación Técnica compartieron algo más que el almuerzo, ayer, cuando estos últimos visitaron a los primeros. La incidencia del aumento en el precio de los envases sobre algunos alimentos fue una preocupación que se expresó desde ambos lados de la mesa. Oscar Tangelson y Lisandro Salas, los funcionarios invitados, prometieron tomar partido para retrotraer ciertos aumentos sin explicación. Los empresarios, encabezados por Alberto Alvarez Gaiani, escucharon sin emitir opinión, pero salieron muy conformes del encuentro.
La suba en el precio de los envases de hojalata, aluminio, cartón, vidrio y derivados petroquímicos (pet y plástico) superó largamente el 150 por ciento después de la devaluación, y en más de un producto final tiene una incidencia cercana al 50 por ciento. Es decir, que tiene mayor peso que el producto contenido en el envase. Conservas en lata, jugos y aguas minerales en botellas plásticas (pet), cervezas y gaseosas en latitas de aluminio, lácteos en potes de plástico y leches, yogures o salsas en envases tipo tetrabrik son los afectados por este fenómeno de costos, según el informe que los industriales brindaron a los funcionarios del área económica.
Los datos no resultaron novedosos para las autoridades, que desde la semana pasada tienen a estudio medidas para tratar de “incidir” en las decisiones de precios de los fabricantes de envases y de sus materias primas, que en su mayoría se trata de mercados monopólicos. Es el caso del aluminio y de la hojalata de acero, con un solo fabricante en cada caso: Aluar en el primero y Siderar (Techint) es el segundo. Tal como anticipó Página/12 en su edición del domingo último, en Economía plantean que el precio del aluminio debería bajar un 30 por ciento, para lo cual no se privarán de imponerles retenciones o reducirles los reintegros a las exportaciones.
“De nuestro lado, es muy poco lo que podemos hacer como presión, sobre todo contra sectores monopólicos”, respondió Alvarez Gaiani a Página/12. El dirigente de Copal tomó distancia de lo que pueda resolver el Gobierno, aunque se mostró conforme con lo expuesto por Tangelson y Salas.
En relación con expresiones anteriores atribuidas al sector que representa, Página/12 le preguntó al presidente de Copal si les seguía “preocupando que la nueva conducción económica pudiera avanzar hacia un control de precios”. Alvarez Gaiani explicó que “siempre estuvimos en desacuerdo con los controles; en distintas etapas me tocó ver precios administrados, precios máximos, controlados, sugeridos, y todos fracasaron. Esto es distinto, es un compromiso voluntario por un tiempo determinado para una lista definida de productos”.
La industria de la alimentación participó del acuerdo para bajar los precios en supermercados en un 15 por ciento. “Algunas empresas venían muy atrasadas y recién habían trasladado los aumentos de costos y de salarios en diciembre; el resto va a respetar los acuerdos. Nos comprometimos a hacer un seguimiento de todos los productos, ahora lo importante es seguir la cadena de costos”, subrayó Alvarez Gaiani tras el encuentro de ayer.

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Alberto Alvarez Gaiani, presidente de la Copal. Un ojo puesto en la cadena de costos industriales.
 
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