EL MUNDO › UN DISCURSO CON ADVERTENCIAS SOBRE IRáN Y EL ORDEN DEMOCRáTICO

Enojos de Hillary con Latinoamérica

Fue la primera conferencia sobre relaciones entre EE.UU. y diversos bloques del mundo, y la secretaria de Estado no ocultó su disgusto sobre “los líderes elegidos legítimamente que luego comienzan a socavar el orden”.

Hillary Clinton explicó ayer la posición de Estados Unidos hacia América latina en un discurso plagado de advertencias y críticas a los gobiernos más contestatarios. Por momentos la secretaria de Estado utilizó indirectas y no dio nombres: “Nos preocupan los líderes que son elegidos libre y legítimamente, pero que luego de ser electos comienzan a socavar el orden constitucional y democrático, el sector privado, los derechos del pueblo de no ser hostigado y presionado”. Otras veces amenazó sin sutilezas. “La gente que quiera coquetear con Irán debería mirar cuáles podrían ser las consecuencias para ellos. Y esperamos que lo piensen dos veces”, sentenció Clinton con una sonrisa. Nombró a tres países: Venezuela, Bolivia y Nicaragua.

Fue la primera de una serie de conferencias que dará la funcionaria sobre la relación de Washington con las distintas regiones del globo. El mensaje oficial, además, llegó como un anticipo para la región de la visita que comenzará mañana su hombre para América latina, Arturo Valenzuela, por los cuatro países miembros del Mercosur. La secretaria de Estado de Barack Obama comenzó con la cortesía diplomática habitual –consenso en los valores democráticos, mayor cooperación multilateral– y después se lanzó de lleno a los dos temas que le interesaban: las alianzas de Irán en la región y la creciente hegemonía de algunos presidentes latinoamericanos.

“Esperamos que haya un reconocimiento de que Irán es uno de los países que más apoyan, promueven y exportan el terrorismo hoy en día en el mundo”, aseguró. Clinton también recordó las últimas elecciones en el país persa y la ola de manifestaciones y represión que siguió a las denuncias de fraude electoral. “Fueron el comienzo del ejemplo de los abusos de los derechos humanos en marcha”, denunció.

Pero a pesar de ello, continuó, varios países latinoamericanos recibieron al presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, en la gira que realizó el mes pasado por la región. Clinton mencionó a Caracas, La Paz y Managua, pero nada dijo de Brasilia, una de las paradas que más molestia crearon en Washington. Unos días después de la visita de Ahmadinejad a Brasil, se supo que Obama le había mandado una carta a Luiz Inácio Lula da Silva recordándole la posición de la Casa Blanca frente a Irán, su programa nuclear y su historial de violaciones a los derechos humanos. Ayer Hillary Clinton no repitió el recordatorio; optó por dejar a Lula, un buen aliado, fuera de la lista de los países que preocupan al gobierno norteamericano.

El otro reclamo que priorizó la secretaria de Estado fue el respeto a las instituciones democráticas. “Es importante que emitamos un firme llamado a los pueblos y a sus líderes para realmente mantenerse en el camino de la democracia”, instó a sus vecinos latinoamericanos, en referencia al venezolano Hugo Chávez y su aliado nicaragüense, Daniel Ortega. Sin embargo, cuando le preguntaron por Honduras y la dictadura que ya lleva más de cinco meses en el poder, la funcionaria dejó de hablar de la democracia y repitió la fórmula que ya casi se convirtió en el slogan del Departamento de Estado para el conflicto centroamericano: “Queremos ayudar a los hondureños a ayudarse a sí mismos”.

Ni Honduras ni Cuba eran los temas sobre los que quería explayarse ayer. Cuando le preguntaron por la situación en la isla, Clinton respondió concisa. “Obviamente todos esperamos poder ver en un futuro no demasiado lejano a una Cuba democrática, eso es algo que sería extraordinariamente positivo”, señaló. Eso fue todo.

El mensaje que quería enviar a sus vecinos latinoamericanos era otro. “Es importante que se entienda que la democracia no es cuestión de líderes individuales, sino de instituciones fuertes. Buenos líderes vienen y van; obviamente hemos tenido nuestra propia experiencia con esto en este país”, explicó la secretaria de Estado. Con ese preludio, volvió a criticar a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua, a los que acusó de no respetar los derechos de sus ciudadanos.

El único elogio se lo guardó para el presidente mexicano Felipe Calderón y su guerra contra el narcotráfico, que ya les costó la vida a más de siete mil personas este año, según el diario local El Universal.

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Clinton nombró explícitamente a Venezuela, Bolivia y Nicaragua, por recibir al presidente iraní.
Imagen: AFP
 
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