EL MUNDO › TEHERAN INCREMENTO EL ENRIQUECIMIENTO DE URANIO DEL ACTUAL 3,5 AL 20 POR CIENTO ANTE LA PREOCUPACION DE LAS POTENCIAS

Irán puso a toda marcha las centrifugadoras

Mientras el enfrentamiento nuclear de Irán con Occidente escala a nivel crítico, la oposición está planeando sabotear las celebraciones de los treinta y un años de la revolución islámica. Este año la misma revolución está bajo ataque.

 Por Katherine Butler *

En el calendario persa, el 22 Bahman tiene un lugar privilegiado. Es recordado como el aniversario del derrocamiento de una monarquía por la primera revolución islámica en el mundo. Mañana se cumplen 31 años desde ese hecho y en Teherán los preparativos están en camino. Banderas cruzan las calles y los altoparlantes están enganchados a los postes de luz para los discursos que, de acuerdo con la tradición, se toparán con gritos masivos de “Muerte a Estados Unidos” provenientes de una multitud reunida bajo el monumento de Azadi.

Este año, mientras el enfrentamiento nuclear de Irán con Occidente escala a nivel crítico, la oposición está planeando sabotear las “celebraciones” anuales, para dar su mayor show de fortaleza en meses. Las fuerzas pro gubernamentales también saldrán a las calles –tal como lo hicieron ayer, protestando fuera de las embajadas europeas–, razón por la cual las piezas están en su lugar para que haya una gran confrontación. Las fuerzas de seguridad han estando preparando sus armas y las prisiones, dejando espacio para los “perturbadores”, mientras que el líder supremo ayatola Ali Jamenei amenazó con que les darán “una puñetazo en la boca” si se animan a manifestar.

El drama político interno ayuda a explicar el último desafío de Irán al mundo, aseguran los expertos. Ayer, Teherán dijo que los científicos de su planta nuclear en Natanz había comenzado, en presencia de los inspectores de AIEA, a incrementar los niveles de enriquecimiento de uranio de un actual 3,5 por ciento a un 20 por ciento.

Los reformistas iraníes, los intelectuales y la clase media joven urbana hace tiempo que no participan de estos eventos conmemorativos. El día de la revolución se ha convertido en un ritual que hasta los muy creyentes creen que es aburrido. Pero este año la misma revolución está bajo ataque, desde adentro. Después de meses de una ofensiva que incluyó la ejecución de varios importantes reformistas –incluyendo miembros del establishment clerical–, muchos creen que los valores sobre los que se fundó la república islámica han sido traicionados por una despiadada y militarizada corporación motivada por la riqueza y el poder. Hasta han comenzado a cuestionar la doctrina que confiere la autoridad suprema al ayatola Jamenei.

Enfrentada a esta amenaza interna, Teherán considera que es mejor aumentar las apuestas en el frente nuclear. El gobierno insiste en que el uranio de más alto grado es para uso de los oncólogos en el tratamiento de cáncer, lo que no es ilegal para las leyes de la ONU. Pero Estados Unidos, Israel y otros gobiernos occidentales dicen que la movida es una alarmante provocación, porque Irán no tiene la tecnología para convertir al uranio enriquecido en barras de combustible para uso medicinal. Una vez que alcanzan el 20 por ciento de pureza, podrían fácilmente continuar con el enriquecimiento necesario del 90 por ciento para una bomba nuclear, aseguran.

El presidente Mahmoud Ahmadinejad se apartó del acuerdo propuesto para exportar uranio, el cual le hubiera dado a Irán una cantidad de barras de combustible hechas en Francia para su reactor de investigación medicinal. Todo esto, a cambio de ceder dos tercios de su existencia de uranio poco enriquecido. El presidente Barack Obama respondió a la medida tomada por el gobierno persa diciendo que quería un nuevo impulso en las sanciones dentro de pocas semanas. El mandatario dijo que ahora era claro para él que Irán en un camino hacia el “armamento nuclear”.

Rusia también indicó que podría apoyar sanciones más duras de la ONU. Bernard Kouchner, el canciller francés, acusó al gobierno de los ayatola de intentar “chantajear”, al decir que un camino de negociación ahora es “imposible”. China sigue sin convencerse, pero ayer instó a todos los bandos a retornar a discutir el trato de intercambio de combustible. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió sanciones inmediatas y más duras.

Los expertos dudan acerca de si Irán está equipado para enriquecer al 20 por ciento por su cuenta. Pero la perspectiva de una crisis política con Occidente es algo a lo que el presidente Ahmadinejad seguirá apostando para poder tener alguna ganancia interna, según los diplomáticos occidentales.

El régimen iraní ha estado pasando una crisis de legitimidad desde las últimas elecciones de junio. Habiendo dejado a un lado a los políticos moderados, los de la línea dura que apoyan a Ahmadinejad y al Líder Supremo no tienen ningún interés en un acercamiento con Occidente, que podría erosionar el aislamiento internacional que fortalece su manejo del poder.

Enfrentar a Irán sobre el tema nuclear es algo lleno de dificultades para los gobiernos occidentales, porque aun aquellos iraníes que detestan las políticas de Ahmadinejad defienden el derecho a tener un programa nuclear. Para ellos el tema nuclear tiene otro propósito; es un distintivo importante de patriotismo con el cual defenderse contra acusaciones de que son títeres de las potencias extranjeras.

Occidente también tiene un dilema con las sanciones. Aun si China aceptara tales medidas, cualquier paso que se dé en ese sentido, el cual satisfaría a los más duros críticos de Irán, puede conducir a que los iraníes comunes culpen a Occidente y no al régimen.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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El gobierno de Mahmud Ahmadinejad anunció que empezó el enriquecimiento de uranio en la planta de Natanz.
Imagen: AFP
 
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