EL MUNDO › AVANZO EL ACUERDO MOSCU-WASHINGTON

Canje de espías

 Por Shaun Walker y
David Usborne *

Desde Moscú y Nueva York

El primer intercambio de espías entre Estados Unidos y Rusia desde el fin de la Guerra Fría parecía estar en camino ayer, cuando el científico ruso condenado por espiar para Estados Unidos fue entregado a Viena. Desde ahí, de acuerdo con la información recibida por sus parientes, Igor Sutyagin será trasladado por avión a Gran Bretaña, acompañado por personal de inteligencia del Reino Unido.

No hubo confirmación oficial de Washington, Moscú, Londres o Viena de que el intercambio estuviera haciéndose. Sin embargo, los rumores corrían a medida que pasaba el día de que un intercambio a gran escala estaba ocurriendo. En la prisión Lefortovo de Moscú, adonde había sido llevado Sutyagin en la semana desde una colonia penal más al norte, la policía antidisturbios montaba guardia y un número de vehículos llegaron y partieron durante el día. A la tarde, su abogada dijo que tenía información de que su cliente había sido visto llegando a Viena, aunque la Cancillería austríaca se negó a confirmar o negar que él estaba en el país.

Sutyagin, y posiblemente otros, será intercambiado por algunos o todos los diez sospechosos en custodia en Estados Unidos, que fueron arrestados el 27 de junio acusados de trabajar para SVR, la agencia de inteligencia extranjera de Rusia. Se supone que durante años se hicieron pasar por estadounidenses comunes, pero Moscú les había encomendado infiltrarse en círculos políticos y empresariales en Estados Unidos. Como parte del trato de intercambio, se esperaba que la mayoría de los diez sospechosos en custodia en Estados Unidos, si no todos ellos, se declararan culpables a uno de los cargos –el no registrarse como agentes extranjeros– y comparecieran ante una corte más tarde. Ninguno fue acusado de espionaje y los otros cargos probablemente fueran retirados.

El juez Kimba Wood decidió aceptar las declaraciones. Sin ellas, las autoridades de Estados Unidos se enfrentarían a obstáculos a medida que se acercara el intercambio, según sugirieron expertos legales. Los analistas especulaban con que un intercambio podría ser beneficioso para Moscú y Washington, y eso evitaría los largos juicios que podrían resultar incómodos para ambos países, con secretos de inteligencia que se filtran y resultando una traba en las mejoradas relaciones entre Rusia y Estados Unidos.

El intercambio de espías era relativamente común durante la Guerra Fría, pero no los hubo de alto perfil desde que colapsó la Unión Soviética. Se cree que la reunión del miércoles entre el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, William Burns, y el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, fue clave para arreglar un trato.

Los cinco sospechosos detenidos en Massachusetts y Virginia fueron llevados a Nueva York para unirse a los otros cinco para las comparencias ante el jues Wood. Algunas fuentes rusas sugirieron que Anna Chapman (foto), la mujer fatal cuyas hazañas han excitado a los lectores de tabloides alrededor del mundo, puede estar camino a Moscú en un vuelo de trasnoche. Con la excepción de Sutyagin, las identidades de aquellos que los rusos pueden querer intercambiar por los detenidos por las autoridades de Estados Unidos resulta incierto.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère

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