EL MUNDO › LA MODIFICACIóN LEGAL EN ARGENTINA ABRIó EL DEBATE EN CHILE; LA IGLESIA ENCENDIó LA POLéMICA

Un rechazo transversal al matrimonio gay

Las críticas al casamiento de dos personas del mismo sexo bajaron con fuerza desde la Iglesia y la ultraderecha –socia en el gobierno–. El oficialismo impulsa un proyecto sobre unión civil. Y la Concertación está dividida.

 Por Christian Palma

Desde Santiago

Luego de que la pareja homosexual de los chilenos Jaime Zapata y Giorgio Nocentino se casaran legalmente en Mendoza el sábado pasado –los primeros extranjeros en hacerlo bajo la reciente ley de matrimonio gay en Argentina–, los coletazos de la ceremonia cruzaron la Cordillera y golpearon de frente a la pacata y tradicionalista sociedad chilena.

Y si bien las principales críticas bajaron con fuerza desde los púlpitos de la Iglesia y de la ultraconservadora derecha criolla –la misma que da sustento al gobierno de Sebastián Piñera–, la Concertación, hoy oposición, autodeclarada progresista, liberal y democrática, también sintió el golpe de una situación que –por más que se quiera ocultar– aún sigue generando más muecas de repugnancia que de una real aceptación del término: cónyuge y contrayente.

Lo cierto es que la modificación legal en Argentina abrió tibiamente un debate al que pocos quieren entrarle y que se fue encendiendo luego de que el arzobispo de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, calificara de “aberrante” el matrimonio de dos personas del mismo sexo. “Puede ser que dos personas, dos varones o dos mujeres, quieran vivir juntos y compartir la vida, pero llamar a eso matrimonio es una aberración en la cual van cayendo algunos países y lamento que haya caído Argentina”, afirmó el cura el fin de semana.

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) reaccionó y sostuvo que los dichos del cardenal “son homofóbicos y violentan los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de una manera sanguinaria y descarnada, impropia del cristianismo que dice promover”. De acuerdo con el Movilh, “las palabras de Errázuriz no sólo lastiman a la comunidad homosexual, sino que también la dignidad y el régimen democrático de Argentina”.

Desde la derecha, el senador Andrés Allamand, de Renovación Nacional (RN) –el partido de Piñera– aclaró ayer la línea de su sector: “Es indispensable legislar sobre convivencia y no seguir tapando el sol con un dedo. Sí a las uniones civiles, no al matrimonio homosexual”, publicó ayer en su cuenta de Twitter. Con anterioridad, Allamand había lanzado el proyecto denominado “Acuerdo de Vida en Común”, que busca regular las uniones civiles entre personas del mismo sexo desde un carácter patrimonial.

A su vez, la administración de Piñera está preparando una iniciativa legal que va en esta línea; con matices, busca legislar sobre las uniones de hecho, lo que incluye patrimonio y herencias, y que debería estar listo a fines de año.

En su campaña electoral, el actual presidente de Chile incluyó a una pareja homosexual en su franja televisiva, desatando un conflicto de valores en su sector. Sin embargo, diversos analistas dicen que fue una jugada maestra a la hora de recoger los votos indecisos que finalmente lo llevaron a La Moneda. De hecho, Piñera ha dicho públicamente que quiere regular civilmente las relaciones de personas que sean del mismo sexo de tal manera de tener claridad de los compromisos y obligaciones que tienen entre ellas.

“En Chile existen dos millones de personas que conviven sin estar unidos en matrimonio y, tal como lo he expresado tantas veces, nuestro gobierno no va a discriminar ni por el origen social, étnico, condición económica, ni tampoco por preferencia sexual u opción religiosa”, sostuvo hace unas semanas el mandatario. En todo caso, la intención del gobierno, dicen en La Moneda, “no es desnaturalizar la esencia del matrimonio que es la unión entre un hombre y una mujer”.

En la oposición, el senador socialista Fulvio Rossi, junto a otros parlamentarios de centroizquierda, presentará hoy un proyecto que pretende iniciar el debate legislativo respecto de matrimonios gay.

Los presidentes de los partidos de la oposición ya adelantaron que no existe acuerdo para aprobar una iniciativa de ese tipo, aunque no le quitarán el cuerpo a la discusión legislativa.

De hecho, el futuro titular del Partido Socialista, el diputado Osvaldo Andrade, dijo sentir “que la sociedad chilena todavía no está preparada para asumir una propuesta de esa naturaleza”.

Sin desmoronarse, Rossi respondió que “el Partido Socialista no es un ejército y respecto de muchos temas hay distintas opiniones y el pueblo chileno sí está preparado para asumir cualquier debate”.

La Democracia Cristiana, en tanto, está por legislar sobre las uniones de hecho ya sea entre heterosexuales o personas del mismo sexo. Aunque el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, estimó que “esta iniciativa claramente no va ser consensual, por lo menos al interior de la Concertación”.

En lo que sí hubo acuerdo fue en cuestionar el calificativo de “aberración” que utilizó el cardenal para rechazar el matrimonio gay.

Incluso las críticas emanaron desde el sector más conservador de la DC. El senador Patricio Walker manifestó que “no coincido con ese término. Creo que este tema hay que discutirlo en constructivo y en positivo”.

Tras ello, el obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González, calificó como “esquizofrénica” la discusión que se está llevando a cabo en Chile para permitir las uniones civiles entre personas del mismo sexo, tal como ocurrió en Argentina.

Para coronar el día, en la tarde de ayer se supo de un boletín emitido por el Departamento de Estudios y Capacitación del gubernamental Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), elaborado para sustentar la política de la ministra de la cartera, Carolina Schmidt, que instruye a los adolescentes a abstenerse del sexo antes del matrimonio.

La publicación, con fecha 19 de julio, se refiere a las siguientes temáticas: “Adopción en Chile: una forma diferente de construir familia”, “Acoso sexual en el lugar de trabajo” y “Los desafíos de tener un(a) hijo(a) adolescente”. En este punto, el documento dice que diversos estudios señalan que “una de las decisiones más comunes entre los y las adolescentes que creen haber encontrado al amor de su vida, es iniciar las relaciones sexuales... de esto deriva la importancia de que los y las adolescentes comprendan que su vida sexual debe postergarse hasta el matrimonio”.

El texto añade que esto “acarrea consecuencias poco placenteras para los involucrados. Los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual, el sida, los abortos y sus secuelas se encuentran a la orden del día”, afirmaciones todas que, sin duda, darán mucho que hablar en los próximos días.

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Los chilenos Giorgio Nocentino y Jaime Zapata se casaron legalmente en Mendoza el sábado pasado.
Imagen: EFE
 
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