EL MUNDO › LA CAMPAÑA CONTRA LAS DOS SUECAS QUE ACUSAN POR DELITOS SEXUALES A ASSANGE

Las dos mujeres más odiadas de Internet

Calumniadas, denunciadas, espiadas, las acusadoras del australiano creador de Wikileaks son también blanco de una campaña cibernética. Una en especial es acusada, a su vez, de ser fascista y amiga de agentes de la CIA.

 Por David Randall *

Las acusadoras, en fotos que circulan en cientos de sitios web.

Las dos suecas que fueron a la cama con Julian Assange se deben haber arrepentido después. Pero a menos que estén hechas de piedra, ese arrepentimiento debe ser nada comparado con el que sienten ahora. Es que en el mundo cibernético, donde todo se sabe de inmediato, ellas son ahora las mujeres más odiadas y calumniadas del planeta.

Al contrario que con las corporaciones bajo ataque por Anonymous, nadie fuera de sus familias sabe cómo están ahora las dos mujeres. Es una situación sin precedentes, ya que los casos de acusaciones de abuso sexual mantienen un muy alto nivel de secreto de identidad. Pero Internet muestra la cara de ambas y buscar sus nombres en Google presenta casi 90.000 resultados. A este diario le tomó un momento encontrar sus direcciones y sus números de celular en Internet. Ver sus residencias en Google Street Viey tomó apenas segundos.

Casi ninguna de las menciones en Internet de estas dos mujeres son amistosas, y algunas son viciosamente hostiles. Se discuten sus acusaciones, que todavía no fueron atendidas en juicio, y a una de ellas se la vincula con grupos de derecha, el exilio cubano y supuestos agentes de la CIA. Ninguna de estas acusaciones está probada.

Un ejemplo publicable de este tipo de acusación se puede encontrar en una página web australiana, que dice que una de las acusadoras ya no está en Suecia sino trabajando con un grupo cristiano en Israel. El grupo –no mencionamos su nombre por una orden judicial– niega que la mujer esté allí pero admite que pasó por un entrenamiento de diez días para ese tipo de misión, aunque luego se retiró. Estas admisiones corroboran parcialmente lo que se dice de las acusadoras, lo que hace pensar que las acusaciones no pueden ser totalmente descartadas como calumnias.

El mismo sitio australiano, Crikey, también afirmó que la mujer ya no cooperaba con los fiscales, lo que fue recibido “sin comentarios” por los funcionarios suecos. Otros sitios republicaron y comentaron un posting de una de las acusadoras con una guía sobre cómo vengarse de los ex amantes. También se especula sobre tweets que trataron de borrar, dieron información reservada a los diarios de Suecia y persiguieron a Assange como groupies, cosa que en realidad no cambiaría en nada los cargos.

Habrá que ver cómo se puede garantizar que Assange tenga un juicio imparcial en una atmósfera tan cargada. Los cargos surgen de la visita del cofundador de Wikileaks a Estocolmo, en agosto, invitado por la facción de la “hermandad cristiana” del partido Socialdemócrata local. La acusadora uno le ofreció su departamento, él aceptó, ella volvió temprano a casa, ellos cenaron y tuvieron sexo. Al día siguiente, Assange dio su conferencia y entre el público estaba su segunda acusadora, que hizo contacto con él. Más tarde fueron juntos al cine. Esa noche, Assange fue a una fiesta organizada por la primera acusadora. Dos días después, la segunda mujer le pagó un boleto de tren para que la visite. Tuvieron sexo esa noche y a la mañana siguiente.

Al día siguiente, la segunda mujer llamó a la primera y le contó lo que pasó. Fueron a la policía

a preguntar si podían forzar a

Assange a hacerse un test de VIH. El agente que las atendió dijo que probablemente se había cometido un crimen.

Los cargos contra Assange realmente serán difíciles de llevar a juicio. El primero es que la acusadora uno dice que él la “presionó” con su cuerpo cuando hacían el amor, lo que constituiría “coerción”. El segundo es que la “acosó sexualmente” al no usar preservativo. El tercero y más vago dice que el 18 de agosto la “acosó deliberadamente” de una manera “pensada para violar mi integridad sexual”. El cuarto es que tuvo sexo sin preservativo con la acusadora dos mientras ésta dormía.

El problema es que no hay ninguna evidencia forense, con lo que todo puede ser la palabra de uno contra la de otro. A menos que alguien haya grabado lo que ocurrió en esos dormitorios, o existan marcas en el cuerpo de alguien, es muy difícil pensar que las acusaciones vayan a prosperar. O sea que aun si Assange es deportado a Suecia, los cargos pueden ser modificados o rechazados, como el noventa por ciento de los casos en ese país.

Assange sigue detenido en la prisión de Wandsworth, donde tiene acceso limitado a Internet. Fue preso voluntariamente cuando las autoridades británicas recibieron la orden de extradición de Suecia. Se le negó la fianza, aunque figuras públicas como el director de cine Ken Loach ofrecieron garantías, algo muy raro en este tipo de casos. Los jueces hasta citaron su “estilo de vida nómada” para negarle la libertad.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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