EL MUNDO › EL PREMIER ITALIANO DIJO A LOS PARLAMENTARIOS REBELDES QUE “SERíA UNA LOCURA” QUE HICIERAN CAER A SU GOBIERNO

Lanzó Berlusconi el último pedido de respaldo

El Parlamento celebrará hoy una votación de confianza. Por eso, el jefe de Estado intentó convencer a los legisladores moderados prometiendo cargos en el gobierno y una reforma electoral. La mayoría de los analistas dijo anoche que el resultado sería muy apretado.

 Por Michael Day *

Desde Milán

El premier italiano Silvio Berlusconi advirtió ayer a los rebeldes parlamentarios que se arriesgaban a hundir al país en una crisis financiera si llegaran a votar hoy una moción de censura contra su gobierno. Luchando por su vida política, Berlusconi dijo que sería una “locura política” hacer naufragar a su administración y crear inseguridad política y económica, con los especuladores que siempre están buscando debilidades en la Eurozona.

“Les pido que reflexionen sobre la locura política que sería abrir una crisis gubernamental sin solución previsible hoy”, dijo Berlusconi en un discurso en el Senado. “Nuestro país está siendo sacudido por serias tensiones que conciernen al corazón de nuestro sistema financiero: la credibilidad financiera del Estado”.

Se espera que el gobierno se imponga cómodamente en la primera de las dos votaciones hoy en el Senado. Pero el premier de 74 años, cuya credibilidad se ha desgastado por la cantidad de acusaciones de corrupción en los últimos 18 meses, estaba tratando desesperadamente de asegurarse los votos en Diputados, con 630 bancas que necesita para sobrevivir. La mayoría de los analistas dijo anoche que el resultado sería muy apretado. El resultado será decidido en gran parte por la cantidad de miembros del partido de centroderecha Futuro y Libertad para Italia (FLI) que voten contra el gobierno conservador.

El fundador de este partido, Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados, rompió filas con el premier en julio, después de meses de peleas, y se llevó a más de 30 rebeldes con él del gobernante Partido de la Libertad, que había fundado con Berlusconi.

El diario Corriere della Sera sugirió ayer que el voto dependía de siete diputados, uno de los cuales corresponde a Federica Mogherini, del centroizquierdista Partido Democrático, quien estaba por dar a luz ayer. “Si comienzo mi trabajo de parto no hay nada que pueda hacer”, les dijo a los periodistas.

En su discurso al Parlamento, Berlusconi usó el método de la zanahoria y el palo. Calificó a los rebeldes de centroderecha que abandonaron el gobierno de traidores, y en la frase siguiente les ofreció a los indecisos y hasta a los centristas miembros del Parlamento de la Unión Democrática de Centro (UDC) la perspectiva de puestos en el gabinete. También insinuó algo sobre la reforma electoral. “La unidad de los moderados italianos es uno de los frutos más preciosos de esta fase, un patrimonio inestimable que nadie puede ser tan irresponsable de destruir voluntariamente”, aseguró. Il Cavaliere, que evitó su habitual tono combativo, hizo un llamamiento también a los parlamentarios de centro y derecha para que respeten el voto de sus electores.

El líder del partido UDC, Pier Ferdinando Casini, rechazó la oferta con una respuesta lacónica. “Si Berlusconi cree poder unir a los moderados, debería renunciar antes del voto de confianza”, dijo.

Fini acusó al primer ministro de aferrarse al poder para evadir a los magistrados que quieren llevarlo a juicio por cargos de corrupción. Bajo la ley de “legítimo impedimento” del gobierno, los ministros pueden aplazar su presencia en la corte durante 18 meses.

Berlusconi negó nuevamente que las recientes acusaciones de corrupción que develó Wikileaks fueran las más serias que jamás haya enfrentado. Los cables diplomáticos de Estados Unidos filtrados sugerían que se había beneficiado de contratos firmados por las empresas italianas de energía y defensa con empresarios rusos. “Puedo garantizar por las cabezas de mis cinco hijos y seis nietos que no obtuve ni un solo dólar” de los negocios entre las empresas italianas y rusas, les dijo a los senadores.

La mayoría de los observadores sostenía que si el gobierno sale con una pequeña mayoría sus días como administración estarán contados, e Italia probablemente deberá llamar a elecciones mucho antes de que termine el mandato del gobierno en 2013.

Entre tránsfugas, ausencias justificadas y abstenciones no se puede calcular el resultado de la votación, que Berlusconi podría perder por un solo voto. Un punto que fue reforzado por el aliado más importante de la coalición de Berlusconi, Umberto Bossi, de la Liga del Norte: “Con la ventaja de sólo un voto, no se puede gobernar”, dijo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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“La unidad de los moderados italianos es uno de los frutos más preciosos de esta etapa”, dijo ayer Berlusconi.
Imagen: AFP
 
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