EL MUNDO › TROPAS UNIFORMADAS, SIN INSIGNIAS, OCUPAN ONCE DESTACAMENTOS EN EL LíMITE DE CRIMEA

Rusia controla puestos fronterizos en Crimea

Manifestantes pro-rusos y simpatizantes del nuevo gobierno pro-europeo de Kiev midieron fuerzas ayer en ciudades del Este de Ucrania y de la península de Crimea, mientras continúa la ocupación militar rusa en esa región.

Miles de ucranianos reclamaron la celebración de un referéndum como el de Crimea, que el próximo 16 de marzo decidirá si se une a la Federación Rusa. Manifestantes pro-rusos y simpatizantes del nuevo gobierno pro-europeo de Kiev midieron fuerzas ayer en ciudades del Este de Ucrania y de la península de Crimea, mientras la ocupación militar rusa continuó avanzando sobre esa estratégica región del Mar Negro. Tropas uniformadas, sin insignias, tomaron un nuevo puesto fronterizo ucraniano en el oeste de Crimea con 30 hombres adentro, según informó un vocero de la guardia fronteriza, Oleh Slobodyan. El funcionario afirmó que los soldados que ocuparon las instalaciones eran rusos e informó que las tropas vecinas ya controlan once puestos fronterizos en toda la península ucraniana, una región autónoma que fue cedida a Kiev por la extinta Unión Soviética y, por eso, aún vive en ella una mayoría de rusoparlantes. Mientras la avanzada militar rusa se mantiene, la presión de manifestantes pro-rusos continúa escalando en Crimea, y también en el este de Ucrania.

En Simferopol, la capital de Crimea, unas 8000 personas se congregaron en la plaza de Lenin para apoyar la reunificación de la península y Rusia con banderas y carteles que rezaban: “Crimea no es Ucrania” y “Por el futuro de Crimea con Rusia”. A unos kilómetros de allí, varios cientos de personas se reunieron alrededor del monumento del poeta y héroe nacional ucraniano, Taras Shevchenko, en la ciudad de Sebastopol, para rechazar el avance de Moscú sobre la península.

Los manifestantes, arropados por banderas ucranianas, gritaban “no quiero ser soviético” y llamaban a votar por el No en el referéndum convocado por el gobierno de Crimea el próximo domingo para decidir si se separan de Ucrania y se unen a Rusia. Mientras Kiev y las potencias occidentales sostienen que el referéndum secesionista no tiene ningún fundamento legal, el presidente ruso Vladimir Putin dejó entrever ayer en conversaciones telefónicas con la canciller alemana, Angela Merkel, y el premier británico, David Cameron, que su gobierno respetará la decisión del pueblo crimeo.

“Putin subrayó que los pasos que dan las legítimas autoridades de Crimea se basan en el derecho internacional”, informó el Kremlin a través de un comunicado. Según informaron medios locales, un grupo de manifestantes pro-rusos se movilizó en Sebastopol hasta donde estaba la marcha pro Kiev y se registraron algunos enfrentamientos, aumentando la tensión que se respira en la segunda ciudad más importante de Crimea y sede de la Flota rusa del Mar Negro.

En el este del país, en tanto, los grupos pro-rusos también hicieron sentir su presencia y su fuerza. En la ciudad de Donetsk, cercana a la frontera con Rusia, varios miles lograron tomar nuevamente la sede del gobierno local, izaron la bandera rusa y evitaron un discurso público de Vitali Klitschko, el ex campeón de boxeo que lideró las multitudinarias protestas en Kiev que terminaron el mes pasado con el gobierno del presidente pro-ruso Viktor Yanukovich.

La ciudad de Donetsk se hizo conocida en los últimos días por el “baile de banderas” que se ofrece en la sede gubernamental, ya que las autoridades que controlan el edificio cambian día por medio, alternándose entre la bandera ucraniana y la rusa. Una situación similar se empezó a vivir en Lugansk, una ciudad al nordeste de Donetsk, también muy cerca de la frontera con Rusia. Allí dos marchas se enfrentaron y, luego de algunos choques, los más de 3000 manifestantes pro-rusos se impusieron, tomaron la plaza central y luego bloquearon la sede del gobierno local, ante la mirada atónita de 150 policías.

Luego de horas de bloqueo, los manifestantes lograron tomar el palacio de gobierno local y expulsar al nuevo gobernador de la región de Lugansk, Mijail Bolotskij, designado por las nuevas autoridades interinas en Kiev, que asumieron apenas unas semanas atrás, luego de destituir a Yanukovich. Según medios locales, una vez tomado el edificio, los manifestantes izaron la bandera rusa y cantaron el himno nacional de la potencia vecina.

Pese a la creciente escalada en el este del país y en la península de Crimea, el nuevo gobierno pro-occidental en Kiev reiteró ayer que no tiene planes de movilizar sus tropas y que no cederá ni un centímetro de su tierra a Rusia. Sin embargo, por ahora, el único apoyo real que tiene para enfrentar a la potencia vecina es la promesa de Estados Unidos y de la Unión Europea de que no aceptarán la anexión rusa de Crimea y que, si Moscú avanza en ese sentido, le impondrá sanciones más fuertes.

En un nuevo gesto de apoyo, el presidente estadounidense Barack Obama recibirá el miércoles en Washington al primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniu, el tecnócrata pro-europeo que asumió el poder en Kiev tras derrocar al gobierno pro-ruso de Yanukovich. Por otro lado, las autoridades de Crimea denunciaron ayer que el gobierno pro-occidental de Kiev bloqueó sus cuentas bancarias.

Según el viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgaliyev, la república autónoma ucraniana ya no puede financiar sus gastos corrientes debido al bloqueo de sus cuentas por parte del Ejecutivo de Kiev. Por eso, el gobierno de Crimea ya solicitó a Moscú autorización para abrir cuentas en bancos rusos, explicó Temergaliyev, quien aseguró además que Crimea introducirá el rublo como moneda de curso legal si la mayoría de la población de la península vota por la incorporación a la Federación Rusa en el referéndum programado para el próximo domingo.

Por su parte, el gobierno interino ucraniano anunció un pago extraordinario para los soldados que se mantienen fieles a Kiev en la península de Crimea. El gabinete puso a disposición para ello un total de 125 millones de grivnas (menos de 10 millones de euros/13 millones de dólares), anunció el primer ministro, Arseni Yatseniuk.

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Soldados rusos sin identificación bloquean la entrada a la base naval ucraniana de Feodosia en Crimea.
Imagen: EFE
 
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