EL MUNDO › BERLUSCONI HARá TRABAJO SOCIAL EN UN CENTRO PARA ANCIANOS

Siete días de condena real

Nadie se esperaba una aplicación de pena tan pero tan blanda luego de que Berlusconi fuera condenado en agosto del año pasado a cuatro años por el fraude fiscal de una de las empresas de su familia, Mediaset.

 Por Elena Llorente

Desde Roma

Berlusconi se salió con la suya. Según anunció ayer el Tribunal de Vigilancia de Milán, no sólo podrá cumplir su condena a un año por fraude fiscal haciendo un servicio social, sino que este servicio lo realizará sólo una vez a la semana, y medio día, en un centro para ancianos, podrá seguir haciendo política el resto de los días y tendrá permiso para viajar a Roma. Creer o reventar.

“Media jornada a la semana haciendo un servicio social después de haber evadido cientos de millones es un gran negocio”, comentó irónicamente el líder del Movimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo. De su lado, el ex primer ministro y uno de los viejos líderes del Partido Democrático, Massimo D’Alema, dijo en un programa de la RAI: “Respeto la Justicia. Pero por un delito menor, un ciudadano normal va a la cárcel”. Según el secretario del partido Italia de los Valores, Ignazio Messina, “por lo visto conviene el fraude fiscal”. “Estas cosas sólo podían suceder en Italia”, “el mundo de los políticos italianos no tiene vergüenza”, “éstas son las ventajas de ser uno de los hombres más ricos de Italia”, comentaron ayer en Roma algunos corresponsales de distintos medios extranjeros al conocer la noticia.

Es que nadie se esperaba una aplicación de pena tan pero tan blanda luego de que Berlusconi fuera condenado en agosto del año pasado a cuatro años por el fraude fiscal de una de las empresas de su familia, Mediaset, que compraba y vendía derechos televisivos. Este multimillonario y ex Cavaliere –tuvo que renunciar a esta distinción por la condena–, que fue primer ministro de Italia en cuatro oportunidades, fundador del principal partido de centroderecha, Forza Italia, y que tiene numerosos juicios abiertos en su contra todavía, tuvo suerte de entrada. Su condena de cuatro años quedó reducida a uno, gracias a indultos precedentes. Y este último año, dada su edad (77 años), podía ser cumplido en arresto domiciliario –que él rechazó porque se hubiera visto literalmente “encarcelado” en su propia casa– o cumpliendo un servicio social. Además, al parecer, ni siquiera se tratará de un año. Se habla de que podría ser diez meses y medio porque podría gozar de otros beneficios. Hay quien se puso a calcular los días efectivos que Berlusconi cumplirá su condena. Dado que será sólo un medio día por semana, se trata de cuatro horas, que multiplicadas por las cuatro semanas del mes y por los diez meses y medio dan como resultado exactamente 168 horas, es decir siete días.

El comunicado con la decisión del tribunal indica de todas maneras que no podrá salir de la región de Lombardía, a la que pertenece Milán, sin la autorización expresa de los jueces, pero que podrá estar en Roma de martes a jueves. “La condena evidencia la disminución de la peligrosidad social de Berlusconi, ya que manifiesta una voluntad de recuperación de los valores morales”, indicó el texto.

El centro para ancianos Sagrada Familia, de Cesano Boscone, que el tribunal indicó como el lugar para cumplir la condena, está a unos 40 kilómetros de Arcore, donde Berlusconi tiene residencia, cerca de Milán.

Pero no es sólo el poco tiempo de condena real lo que ha llamado la atención y provocado que muchos repudiaran la sentencia, sino que al líder de Forza Italia se le permite indirectamente seguir ocupándose de política y participar de los actos políticos en las ciudades que sea, siempre que pida permiso, en el contexto de la campaña electoral para las elecciones europeas de mayo. Berlusconi, eso sí, no puede ser candidato porque a la pena de cuatro años se le agregó otra que le prohíbe por dos años ocupar un cargo público y ser candidato en elecciones.

Por supuesto, Berlusconi y sus abogados, además de toda la comparsa de Forza Italia, están más que satisfechos y hablan de una “decisión equilibrada” de los jueces. Pero hay quienes leen esta sentencia no como el producto de la Justicia, sino más bien de los entuertos políticos entre Berlusconi y el primer ministro Ma-tteo Renzi. Renzi, que tiene en programa, entre otros cambios, una reforma constitucional y una nueva ley electoral, para lograrlos necesita del apoyo en el Parlamento de Forza Italia. Es más, Renzi y Berlusconi, que ya se habían encontrado hace poco más de un mes para hablar de estos temas, tuvieron anoche un encuentro de más de dos horas en Palacio Chigi, sede del primer ministro. Berlusconi definió este pacto como “sólido” al concluir el encuentro. Y Renzi, al parecer, quedó satisfecho.

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Hay quienes leen esta sentencia como producto de los entuertos políticos entre Berlusconi y Renzi.
Imagen: EFE
 
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