EL MUNDO › ARRANCA EL JUICIO A TSARNAEV POR LA MASACRE DE BOSTON

El bombardero de la maratón

Tsarnaev –cuyo hermano, Tamerlan, murió en un tiroteo con la policía tres días después del ataque– se enfrenta a treinta cargos separados que surgen de los atentados de hace dos años, diecisiete de los cuales podrían castigarse con la pena de muerte.

 Por David Usborne *

El hombre que preparó una de las bombas que estallaron entre los espectadores en la maratón de Boston, matando a tres personas e hiriendo a 260, fue a comprar un galón de leche incluso mientras sus víctimas luchaban por sus vidas en el pavimento, se dijo en una silenciosa sala del tribunal ayer. Describiendo cómo Dzhokhar Tsarnaev visitó una sucursal del supermercado orgánico Whole Foods después del atentado, el asistente del fiscal William Weinreb dijo: “No tenía una sola preocupación en el mundo. Creía que lo que había hecho era algo bueno, que era lo correcto”.

Tsarnaev –cuyo hermano, Tamerlan, murió en un tiroteo con la policía tres días después del ataque– se enfrenta a treinta cargos separados que surgen de los atentados de hace dos años, diecisiete de los cuales podrían incluir la pena de muerte, un juicio que se espera dure tres meses. Retrasado durante casi dos meses por las tormentas de nieve y las complicaciones de encontrar jurados lo suficientemente claros para evaluar las pruebas, el juicio que finalmente comenzó ayer obligará a los bostonianos a rever los acontecimientos del 15 de abril de 2013, un día de horror y tragedia que marcó a su ciudad para siempre.

Las bombas de fabricación casera, construidas dentro de ollas a presión, se fragmentaron en una lluvia de misiles mortales y dejaron a algunos de los sobrevivientes con lesiones terribles, permanentes. “En las próximas semanas vamos a enfrentar el insoportable dolor, la pérdida y la pena”, dijo la abogada defensora Judy Clarke en su declaración de apertura. Pero señaló que no iba a negar la culpabilidad de su cliente como autor del ataque sin sentido. “Es poco lo que vamos a discutir de lo que pasó en la semana del 15 de abril de 2013”, dijo Clarke, una importante abogada defensora de acusados de pena de muerte. “Fue él.”

Weinreb describe en detalle la escalofriante escena en la línea de llegada después de que las dos bombas estallaron. Dijo que el acusado y su hermano colocaron cada dispositivo en medio de multitudes apretujadas para causar el máximo daño. Antes los hermanos habían disparado y matado a un oficial de policía del campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

El lugar elegido estaba fuera de un restaurante llamado Forum y detrás de una fila de niños apretados contra las rejas de la carrera, dijo Weinreb. “Una persona asesinada ese día fue Martin Richard. Martin tenía ocho años. La bomba arrancó grandes pedazos de carne del cuerpo de Martin, que murió desangrado en la acera mientras su madre miraba con impotencia.”

Los hermanos, chechenos que habían vivido en la ex república soviética de Kirguistán y en la región de Daguestán de Rusia, se empeñaban en que Estados Unidos dejara de apuntar a musulmanes en el extranjero en la guerra contra el terrorismo, dijo Weinreb. El acusado “creía que era un soldado en una guerra santa contra los estadounidenses”, afirmó. “Lo hizo porque creía que Estados Unidos debía ser castigado por matar a los musulmanes en el extranjero”.

Las imágenes de los tres que murieron en el curso de la maratón, vivos y sonrientes, se aparecieron en los monitores en la corte mientras Weinreb terminaba su declaración. Clarke dejó en claro que su tarea no sería persuadir a los miembros del jurado de que su cliente no cometió los crímenes descriptos por el gobierno –y capturado en imágenes de televisión que se transmitieron en todo el mundo en aquel momento–, sino que trataría de salvarlo de la pena de muerte. La primera fase del juicio se ocupará de los hechos de las bombas y el asesinato del agente de policía. La segunda fase tendrá en cuenta el castigo, que, si Tsarnaev es encontrado culpable de todos los cargos, podría ser la cárcel de por vida o la muerte.

Clarke sostendrá que Tsarnaev era como un esclavo de su hermano mayor –tenían 19 y 26 años respectivamente, en ese momento– que lo llevó por el camino del asesinato. “La evidencia no establecerá, y no vamos a discutir, que Tamerlan puso una pistola en la cabeza de Dzhokhar, o que lo obligó a participar en el plan”, dijo, “pero se escuchará la evidencia acerca de la clase de influencia que tenía su hermano mayor”.

“Fue Tamerlan Tsarnaev quien se radicalizó; fue Dzhokhar Tsarnaev quien lo siguió”, dijo Clarke, mientras su cliente, en una camisa y una chaqueta de cuello abierto, miraba desde la mesa de la defensa, alternativamente inclinándose hacia adelante o sentado y golpeando sus dedos. “El se vio envuelto en la pasión y el plan de su hermano y que lo llevó a la calle Boylston”, donde se corre el último tramo de la maratón en el centro de Boston.

Más tarde, en el juicio, que puede durar hasta tres meses, se espera que la fiscalía muestre a los miembros del jurado una confesión, supuestamente garabateada por el acusado dentro de la embarcación donde estaba escondido cuando fue capturado después de una persecución, el 18 de abril, que llevó a un cierre virtual de Boston y sus suburbios. “El gobierno de Estados Unidos está matando a nuestros civiles inocentes, pero la mayoría de ustedes ya lo saben. No puedo soportar ver tanta maldad sin castigo. Nosotros, los musulmanes, somo un solo cuerpo, cuando hieren a uno, hieren a todos”, decía.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12

Traducción: Celita Doyhambéhère

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Un hombre protesta en contra de la pena de muerte en la entrada a la corte donde se juzga a Tsarnaev.
Imagen: EFE
 
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