EL MUNDO › EL DETRáS DE ESCENA DE LA RECAPTURA DEL JEFE DEL CARTEL DE SINALOA

El Chapo intentó sobornar a la policía

Cuando estuvo solo con los agentes, el capo narco les ofreció, como en el pasado, todo el oro del mundo: “No van a tener que trabajar más”, les dijo. La oferta no funcionó. El operativo Cisne Negro se llevó a su presa.

 Por Eduardo Febbro

Desde México, D.F.

Son tantas y tantas las leyendas que se cuentan que el territorio de lo real se mezcla con los relatos populares. Cuentan que hace unos años, en las montañas de Sinaloa, El Chapo Guzmán se topó con el ejército. El narcotraficante mexicano bajó solo de su auto, pidió hablar con el capitán y le dijo: “Los dos sabemos lo que va a pasar. O nos morimos todos, o salimos vivos, sólo que uno de nosotros se va rico”. Y así se escapó. El Chapo repitió esa oferta el viernes pasado cuando lo capturaron. El amo de todas las drogas logró escaparse por un desagüe del cerco de los comandos de la Marina mexicana que rodeaban la casa en donde se encontraba, en la localidad de Los Mochis, la tercera ciudad de Sinaloa, su reino profesional y familiar. La Marina derribó la puerta y se enfrentó a los hombres leales al Chapo que lo protegían. El tiroteo le dio tiempo para escabullirse por una alcantarilla cuyo acceso estaba disimulado detrás de un armario. El túnel conducía a los desagües fluviales de Los Mochis. El Chapo salió a la luz de la libertad un kilómetro y medio más adelante. Tenía como hora y media de ventaja con respecto a sus seguidores. El Chapo estaba junto a uno de sus lugartenientes, el Cholo Iván. Los dos hombres robaron un auto y después otro. Pero esta vez, la suerte y los planes preestablecidos no estuvieron con él. Por casualidad, lo detuvo la Policía Federal, que en ese momento no sabía que se trataba de él. Lo llevaron a un motel anónimo de la zona para que los sicarios no lo encontraran. Cuando estuvo solo con los policías, El Chapo les ofreció, como antes, todo el oro del mundo: “No van a tener que trabajar más”, le dijo. La oferta no funcionó. El operativo Cisne Negro se llevó a su presa.

Aunque resulte descabellado creerlo, las autoridades mexicanas dieron con la pista de El Chapo a partir de agosto de 2014, cuando empezaron a vigilar a la actriz mexicana Kate del Castillo. Protagonista de la telenovela La Reina del Sur, donde encarna a una poderosa “narca”, Kate del Castillo tenía una pasión por el Chapo y una obsesión: realizar una película sobre su vida. Los abogados de El Chapo se entrevistaron y hablaron varias veces con ella para llevar a cabo ese proyecto. Los servicios de inteligencia estaban al corriente de todo. Su vigilancia les permitió a las autoridades localizar al Chapo luego de que éste, en octubre de 2015, se entrevistara en secreto con el actor Sean Penn.

Toda la secuencia es una paciente y alucinante trama que mezcla a narcos, sicarios, abogados, actores y actrices y, en ese momento, a uno de los hombres más ricos y buscados del planeta. Kate del Castillo y Sean Penn fueron citados por El Chapo en Guadalajara, en el hotel Villa Ganz, desde donde fueron trasladados a una zona turística de Nayarit. La zona contaba con pistas de aterrizaje y desde allí, en avión, fueron conducidos a los escondites de El Chapo, en las montañosas Durango y Sinaloa. Los comandos de la Marina mexicana ya estaban al acecho. Cuatro días después del encuentro entre El Chapo y Sean Penn, la Marina fue a buscar al Chapo a su escondite. Pero el legendario narco logró huir gracias a que, según la versión oficial, utilizó a una nenita como escudo humano. El Chapo volvió a ocultarse en las entrañas de la Sierra Madre hasta que, hace unas semanas, se acercó a las zonas urbanas donde fue capturado. Tanto Sean Penn como Kate del Castillo estuvieron desde el principio bajo los radares del servicio de inteligencia mexicano. Una foto publicada por el diario El Universal los muestra a los dos cuando llegan al aeropuerto de Guadalajara, el pasado dos de octubre. El mismo diario publicó imágenes de Del Castillo y Penn subiéndose a un auto, y otra del avión que los condujo a Durango y Sinaloa (ver aparte).

¿Será la última fuga? La pregunta cierra la mayoría de los comentarios que se hacen hoy sobre El Chapo en México. Todo resulta además tan cinematográfico y preescrito que a muchos les suena como demasiado a leyenda las circunstancias de la captura. Puede que sea la última, puede que no. Lo cierto es que la Agencia de Investigación Criminal comunicó a El Chapo que Estados Unidos ha pedido su extradición. Todo apunta a que México va a extraditar al jefe narco con un trámite que no será fácil. José Manuel Merino, miembro de la Fiscalía mexicana, adelantó que la extradición “puede llevar un tiempo considerable. Puede ser de un año en adelante”. En 2015, México había previsto extraditar a El Chapo una vez que hubiese cumplido su condena de 20 años. 2016 y la fuga del año pasado han cambiado, al menos al parecer, las opciones del Estado mexicano. Tanto el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto como su partido, el PRI, se han mostrado de acuerdo con una eventual extradición del narcotraficante. El Chapo ya se les escapó tres veces y en cada una de ellas, sea cuales hayan sido las complicidades en el seno del aparato, los distintos poderes públicos hicieron el ridículo. Los abogados de El Chapo recurrirán sin dudas a la misma estrategia que emplearon hasta ahora para evitar la extradición. Sólo en el período 2014-2015 sus defensores presentaron algo más de una docena de amparos. Su principal abogado, Juan Carlos Badillo, se adelantó a todas las acciones del Estado y al día siguiente de la captura de su cliente, o sea, el sábado, presentó un recurso de amparo a fin de que El Chapo no sea enviado a los Estados Unidos. “¿Por qué nuestro México tiene que vender a sus ciudadanos como si fueran un barril devaluado de petróleo?”, afirmó Juan Carlos Badillo.

Los emblemas y las leyendas valen oro, tanto a la hora de perjudicar como cuando se trata de legitimar. La nueva captura de El Chapo sirve a los intereses del gobierno de Enrique Peña Nieto. El Ejecutivo había sido perjudicado con la fuga, en 2015, del narcotraficante de la cárcel de alta seguridad de El Altiplano. Lo volvió a encontrar y con ello recupera una legitimidad muy dañada no sólo por la huida de Guzmán sino por los incontables obstáculos que aun impiden que se sepa la verdad sobre las condiciones en que fueron asesinados los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Ese caso es todavía una enorme herida abierta sobre la conciencia de la nación.

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Los actores Sean Penn y Kate del Castillo fueron citados por El Chapo en Guadalajara.
Imagen: AFP
 
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