EL MUNDO › TRAS SU VICTORIA EN NEW HAMPSHIRE, SANDERS BUSCA EL VOTO AFROAMERICANO HILLARY CLINTON EMPIEZA A PREOCUPARSE

Hillary Clinton empieza a preocuparse

Clinton no levanta cabeza y responsables de su equipo tuvieron que salir esta semana al cruce de rumores sobre cambios profundos en la dirección de la campaña.

Tras la derrota sufrida en New Hampshire ante Bernie Sanders, la aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton retomó sus esfuerzos de campaña de cara a las primarias de Nevada. Luego de que el veterano senador por el estado de Vermont le sacara 22 puntos porcentuales de diferencia, la ex secretaria de Estado empieza a preocuparse. Por su parte, Sanders disfruta de su primera victoria en el camino a la Casa Blanca sin descuidar su campaña: ayer se reunió con una de las figuras históricas de la comunidad negra estadounidense, el pastor Al Sharpton.

Con este resultado ya siendo procesado por su equipo de asesores, la candidata demócrata tiene ahora los ojos puestos en la próxima etapa de la batalla interna, que tendrá lugar el 20 de febrero en Nevada. La situación de Clinton es claramente la más incómoda, y precisa recobrar el protagonismo. Considerada favorita y casi invencible al inicio de la campaña, Clinton ganó la primaria en Iowa por apenas unos pocos votos, en una disputa tan ajustada que algunas circunscripciones fueron decididas con una moneda arrojada al aire, lo que representó una victoria moral para Sanders. En ese cuadro, responsables del equipo de Clinton tuvieron que salir esta semana al cruce de insistentes rumores sobre cambios profundos en la dirección de la campaña, pero las enérgicas negativas no lograron disipar los nubarrones concretos. Por ejemplo, sondeos de boca de urna realizados en New Hampshire mostraron que un 55 por ciento de las mujeres demócratas apoyó a Sanders, así como el 84 por ciento de los jóvenes.

Pese a la derrota, Hillary aseguró que no iba a bajar los brazos. “Vamos a llevar esta campaña a todo el país”, señaló Clinton, quien estuvo acompañada el día de las elecciones por su marido, el ex presidente Bill Clinton, y su hija Chelsea. “Vamos a pelear por cada voto en cada estado, por soluciones reales que hagan una diferencia real en las vidas de las personas”, dijo. “Todavía tengo trabajo que hacer, especialmente con los jóvenes.”

Clinton aparece como franca favorita para el caucus demócrata de Nevada y también para el siguiente, el 27 de febrero en Carolina del Sur. Pero resta ver el efecto que tendrá la intensa movilización que Sanders promovió entre los jóvenes con su discurso contra los grandes bancos y Wall Street. El arma de Clinton en las próximas etapas es su popularidad entre la comunidad latina. El mes que viene se realizarán primarias en nada menos que en 20 estados, en los que están más de la mitad de los delegados a la Convención Nacional Demócrata.

Por su parte, tras su victoria aplastante en New Hampshire, Sanders comenzó a cortejar el voto de la población negra de su país, que será crucial en las primarias de los próximos estados. El senador de Vermont desayunó junto al pastor Al Sharpton en el barrio de Harlem, precisamente en el restaurante Sylivia’s. De hecho, es el mismo en el que el actual presidente Barack Obama se había reunido con Sharpton, figura del movimiento por los derechos civiles, durante la campaña electoral de 2008.

Sanders, que fue recibido bajo una lluvia de aplausos y gritos que repetían “Bernie, Bernie”, no hizo ninguna declaración al salir del encuentro casi media hora más tarde. En tanto, Sharpton indicó que pronto se reuniría con Hillary Clinton para luego declarar a cuál de los dos candidatos demócratas apoyará. “Mi preocupación es que en enero del año que viene, por primera vez en la historia una familia negra se mudará de la Casa Blanca. No quiero que (el interés por) las preocupaciones de los negros se muden con ellos”, dijo. “El hecho de que el senador Sanders esté aquí esta mañana (ayer) muestra aún más claramente el hecho de que no seremos ignorados”, declaró Sharpton al salir del encuentro.

El estado de Nevada (suroeste) será el próximo en celebrar las primarias demócratas el 20 de febrero, que luego tendrán lugar en Carolina del Sur el 27. En este estado sureño, el voto de los negros es particularmente importante: en 2008 representaron más de la mitad de los votantes demócratas.

El boca de urna de las elecciones en New Hampshire dejó saber que los demócratas no se sintieron traicionados por su propio partido, pero sí que una gran parte de ellos está preocupado por la marcha de la economía. De todos modos, los demócratas que votaron el martes –y que eligieron entre dos veteranos candidatos– se mostraron más interesados que los republicanos en que el próximo mandatario tenga experiencia política. Sólo uno de cada cuatro demócratas dijo que prefería a un presidente no vinculado con el establishment político.

Apenas un cuarto de los demócratas dijo haber decidido su voto en los últimos días antes de la primaria, una fracción mucho menor a la de los republicanos que esperó hasta el final para elegir a quien nominar.

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Pese a la derrota, Hillary aseguró que no iba a bajar los brazos.
Imagen: AFP
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