Amnistía Internacional (AI) denunció violaciones a los derechos humanos en Turquía tras el fallido golpe de Estado y la posterior purga y arrestos masivos que ejecutó el gobierno de Recep Tayyip Erdogan. La ONG reclamó además que Ankara permita el acceso inmediato de observadores independientes. Amnistía dijo tener informes creíbles de que la Policía obligó a detenidos en la capital turca y en Estambul a estar en posiciones de estrés, hasta 48 horas, negándoles comida, agua y tratamiento médico. “En los peores casos algunos fueron objeto de golpes fuertes y torturas, incluida la violación”, señaló el comunicado de la organización. Una marea de banderas rojas cubrió ayer la céntrica plaza de Taksim en Estambul, con miles de personas condenando el fallido golpe militar del 15 de julio, pero también pronunciándose contra toda deriva nacionalista o islamista.

Dada la gran dimensión de la ola de detenciones de la semana pasada, las acusaciones son extremadamente alarmantes, subrayó el director de AI en Europa, John Dalhuisen. Según los testimonios de personas que hablaron con AI y pidieron anonimato por razones de seguridad, los presos están “recluidos de forma arbitraria, a veces en lugares informales” como centros deportivos e incluso establos.

Además, con frecuencia no fueron informados de los cargos de los que se los acusaba, y les negaron la posibilidad de ver a abogados y familiares, “socavando su derecho a un juicio justo”. La ONG advirtió también que el aumento de la detención provisional de 4 a 30 días, una figura previa a la acusación formal, eleva el riesgo para las personas torturadas y maltratadas, y destacó que, por definición, es arbitrario e ilegal detener a gente en relación con un cargo penal sin demostrar que hay pruebas sobre la violación de la ley.

Por otra parte, la marcha de ayer en Estambul fue convocada por el Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), el mayor de la oposición, que pidió llevar sólo banderas turcas y retratos de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la República en 1923. Los manifestantes evitaron así evidenciar división ideológica o de oposición abierta al partido islamista en el poder, el AKP, pero los lemas coreados dejaron claras las simpatías de la muchedumbre: “Turquía laica” y “Taksim en todas partes, en todas partes resistencia”, el lema de las manifestaciones antigubernamentales del parque Gezi en 2013, las últimas que se habían celebrado en la plaza hasta ayer. “Es la primera vez que podemos manifestarnos en Taksim en tres años y estamos muy felices, es la democracia, estamos en contra del golpe y a favor de las libertades”, aseguró el joven arquitecto Can, asiduo de las protestas de Gezi. “Es un día histórico, la plaza está más abarrotada que nunca, quizás más incluso que en las protestas de Gezi”, dijo Seyit Torun, vicepresidente del CHP.