EL MUNDO › CON LOS MILITANTES INTEGRISTAS DE HAMAS EN SU BASTION DE LA FRANJA DE GAZA

Los palestinos que prefieren decir “no”

Por Ramón Lobo *
Desde Gaza

Hamas considera que las elecciones de hoy son unos comicios internos del partido de Yasser Arafat y Mahmud Abbas (Abú Mazen por su nombre de guerra): “Un cambio dentro de Fatah que se está realizando sin dificultades”, dice Jalil Nofal, uno de sus máximos líderes. Este movimiento palestino radicalizado, con gran popularidad en Gaza, no participa en las presidenciales; no se cumplió su exigencia de convocatoria simultánea de las legislativas y municipales. Desde el asesinato de su líder espiritual, Ahmed Yassim, y de su sustituto Abdelaziz Rantisi, con sendos misiles israelíes, el nombre de su jefe máximo permanece en secreto. Nofal, de 49 años, casado, siete hijos y dos nietos, es su representante en el comité de la resistencia nacional palestina que engloba a todos los grupos. “Mientras exista ocupación, nada cambiará. Si Abú Mazen cree que le van a dar lo que no dieron a Arafat está equivocado”.
Sentado en una butaca del diván de su casa, Nofal afirma que la desconexión de la Franja de Gaza propuesta por Ariel Sharon “es un cebo para quedarse con Cisjordania”. A pesar de la suspicacia, se declara feliz ante cualquier retirada israelí: “Todos deseamos que se vayan”. Este líder de Hamas esquiva la pregunta de si detendrán los lanzamientos de cohetes Qassam sobre Israel. “La resistencia es un derecho. No podemos dividir el problema palestino: no existe una gente de Gaza y otra de Cisjordania. Mientras nos ocupen, habrá lucha. Decidiremos tras consultar a los demás grupos palestinos, pero nunca a Israel. Es falso que Fatah nos haya exigido los lanzamientos de cohetes, ha sido Abú Mazen, que está en campaña electoral”.
Intelectuales israelíes esperan que se repita la experiencia de Líbano: tras la retirada del ejército finalizaron los ataques de Hezbolá sobre el norte de Israel. Afirman que lo que suceda en Gaza será esencial para convencer a su pueblo de que la inseguridad procede de la ocupación. “Tendremos en cuenta el precedente, pero la situación es distinta: ellos han logrado una retirada total, excepto de las granjas de Sheba; nosotros, no. El objetivo de Hamas es recuperar Cisjodarnia y Gaza”, afirma delante de un mapa de la Palestina histórica que carece de fronteras internas. Sobre esa cartografía que resume un sueño, afirma: “No renunciamos a lo que nos arrebataron en 1948”. ¿Sigue siendo un objetivo echar a los judíos al mar? “Jamás afirmamos tal cosa”, exclama Nofal, “aspiramos a Palestina y en ella podrán vivir los judíos que eran de aquí; los que vinieron después tendrán que volver a sus países”. No es una opinión unánime dentro del movimiento radicalizado. Yusef Hasan, uno de los jefes de Hamas en Cisjordania, parece más abierto: “Si se acaba la ocupación todo es negociable”.
La pregunta incomoda a Nofal: ¿Ha sido un error el asesinato de civiles israelíes? “Siempre propusimos dejar fuera a los civiles de esta lucha, pero el gobierno israelí lo rechaza. El otro día mataron a una familia de agricultores y todos callan. ¿Acaso no eran civiles? No actuamos fuera de Israel. No tenemos nada en contra de los judíos o los cristianos de Europa o América; nuestro problema es el Estado de Israel”. ¿Admite errores en esa estrategia? “Siempre hacemos autocrítica. Nos enfrentamos a ellos con los medios de los que disponemos y nos meten en la misma bolsa que los terroristas. Creemos en las treguas, pero cuando decretamos una, aumentan los asesinatos selectivos, las incursiones y los derribos de casas.”
Jalil Nofal se queja de que la UE califique a Hamas de grupo terrorista y pide mayor distancia respecto de Estados Unidos. “Nos extraña que Europa entre en el juego cuando sabe bien lo que sucede aquí. Nosotros somos los ocupados por Israel y no al revés; es algo que a veces se olvida.” Algunos atentados tienen un tiempo político que perjudica a los palestinos, como el ocurrido en vísperas de la reunión de la Corte Internacional deJusticia de La Haya para deliberar sobre el muro, pero el jefe de Hamas disipa las dudas. “Tenemos un calendario de resistencia; las operaciones llevan tiempo y se llevan a cabo cuando están preparadas.” Este líder del movimiento radicalizado palestino Hamas admite la existencia de negociaciones con Abú Mazen para lograr una tregua, pero afirma que su contenido es secreto: “Desde la muerte de Arafat, mantenemos una tregua de hecho; no hay atentados, sólo acciones militares. ¿Cuál es la respuesta?: la muerte de civiles palestinos”. El muro, que según el gobierno de Israel ha reducido en un 90 por ciento los atentados en 2004, es un obstáculo real y así lo reconoce: “No es un muro de seguridad, es un muro de anexión de tierras, pero es cierto que dificulta las acciones, pero no por mucho tiempo, porque también estimula la imaginación de la resistencia”.
Nofal rechaza el término “militarización” de la Intifada. “No me gusta porque distorsiona la realidad, da la sensación de aquí hay dos Estados y dos ejércitos, y eso es falso, la única verdad es que existe una ocupación y una resistencia. No se trata de una lucha de igual a igual; ellos tienen aviones, helicópteros y carros de combate; nosotros, sólo los Qassam.” Niega cualquier colaboración con Hezbolá, incluso en la fabricación de esos cohetes artesanales, como denuncia el gobierno israelí. “No hay cooperación, sólo amistad. Los Qassam son un producto palestino. Hezbolá está más avanzado; nosotros mejoramos la tecnología de la resistencia, pero son sólo los primeros pasos.”
Ser jefe de Hamas resulta peligroso, pues todos se encuentran en la mira de Israel. Pero Nofal no siente miedo: “Sólo Dios nos puede quitar la vida y la muerte es una transición”, dice. Está convencido de que un fracaso de EE.UU. en Irak beneficiará indirectamente a la causa palestina, porque ese eventual desastre quebrará “el sueño americano de reordenar Oriente Medio a la medida de Israel”. “Lo único que ha logrado Bush es que se extienda en el mundo árabe el odio hacia su pueblo.”
¿Qué piensa de Osama bin Laden? “Es un ser humano que puede equivocarse. No estamos de acuerdo con su estrategia de matar civiles en EE.UU., pero la respuesta americana fue la de matar civiles en Afganistán e Irak. Nuestra lucha es más concreta: sólo peleamos contra la ocupación de la tierra.”

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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Trabajadores palestinos en un punto de cruce en Gaza.
 
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