EL MUNDO

Alan García se puso muy duro con los cocaleros

El presidente peruano reemplazó al ministro de Agricultura, que negociaba con los campesinos –y que fue acusado de “débil”–, por un representante de la derecha empresarial alineado con los EE.UU.

 Por Carlos Noriega
Desde Lima

El presidente Alan García volvió a mirar hacia la derecha empresarial para reestructurar su gabinete ministerial. En una decisión que se considera como un paso más en su acercamiento a la derecha, García designó como nuevo ministro de Agricultura al banquero y empresario Ismael Benavides, quien juramentó ayer en reemplazo de Juan José Salazar, cuya cabeza rodó en medio de acusaciones, salidas incluso desde el propio gobierno, de “debilidad” frente a las demandas de los campesinos cocaleros.

Presidente de la Asociación de Bancos, directivo de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) y empresario agroexpotador, Benavides está estrechamente ligado a los grupos de poder económico y a las posturas económicas neoliberales. Fue viceministro de Economía y ministro de Pesquería durante el gobierno conservador de Fernando Belaúnde (1980-85) y en 1990 formó parte del Frente Democrático (Fredemo), alianza derechista que ese año lanzó la frustrada candidatura presidencial del escritor Mario Vargas Llosa.

Benavides fue electo diputado por el Fredemo, cargo que ejerció hasta 1992, cuando Alberto Fujimori (1990-2000) dio un golpe de Estado y cerró el Congreso. A partir de entonces, se dedicó por completo a su carrera en la banca privada, sector económico que cultivó una excelente relación con el régimen fujimorista. Propietario de un fundo en la costa sur del Perú, en los últimos años también se ha dedicado a la agroexportación. El presidente García destacó la trayectoria de Benavides como empresario y su cercanía a la actividad agraria al momento de explicar su designación. Sin embargo, la agroexportación, concentrada fundamentalmente en la costa, a la que se dedica Benavides, concentra menos del cinco por ciento de la actividad agraria del país. El nuevo ministro de Agricultura es un defensor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el cual ha sido duramente criticado por los gremios agrarios por considerar que, si bien beneficiará a la agroexportación, perjudicará a la inmensa mayoría de campesinos, que no podrán competir con los productos norteamericanos subsidiados. Con este nombramiento, el partido oficialista Apra pierde a uno de sus militantes en el gabinete. Salazar era, además de agricultor, dirigente del partido aprista en la zona norte del país, bastión político del aprismo. Todavía está por verse los efectos que esto tendrá en el partido de gobierno, donde hace unos días, en un acto partidario, el secretario general del Apra, el congresista Mauricio Mulder, tuvo que soportar una prolongada y sonora rechifla de las bases, que exigían a gritos mayor presencia partidaria en el gobierno. El presidente de la bancada parlamentaria oficialista, Javier Velásquez Qusquén, admitió que el cambio de Salazar por el empresario Benavides “puede generar malestar” al interior del partido oficialista.

Salazar debió abandonar el Ministerio de Agricultura luego de las duras críticas que recibió por firmar un acta con los campesinos cocaleros de Cuzco, en la cual se incluía el compromiso del gobierno de evaluar su posible retiro de la Convención de Viena, tratado internacional de lucha contra las drogas que ilegaliza la hoja de coca al catalogarla como una droga. El presidente García calificó ese punto como “una tontería, algo absurdo”, y el primer ministro Jorge del Castillo criticó públicamente las habilidades negociadoras de su ministro de agricultura. Después de eso, a Salazar no le quedó otra cosa que irse.

El cambio en el Ministerio de Agricultura se produce cuando los cocaleros del Cuzco, que firmaron la famosa acta con Salazar y que ahora el gobierno desconoce, se encuentran en un paro de 72 horas, que iniciaron el lunes. El nuevo ministro dijo que la huelga es un problema del Ministerio del Interior.

Compartir: 

Twitter

Alan García recorre un sembradío de coca dentro de una base militar en el valle de Huallaga.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.