EL MUNDO

Según analistas colombianos, ahora puede empezar una negociación

Para los expertos consultados por Página/12, las FARC recuperan capital político, se intensifica la presión internacional y los rehenes norteamericanos podrían ser los próximos en la lista de liberados.

 Por Mercedes López San Miguel

La entrega unilateral de las dos rehenes por parte de las FARC tiene dos implicaciones centrales: por un lado es la primera demostración de que la mayor guerrilla colombiana está dispuesta a avanzar sobre un acuerdo humanitario. Por otro lado, actúa de presión sobre el presidente colombiano de línea dura, Alvaro Uribe, para que no desconozca al mundo y modifique su intransigencia. A estas conclusiones llegaron tres analistas colombianos consultados por Página/12.

Para Fernando Giraldo, decano de la Universidad Javeriana, queda evidenciado que para resolver el conflicto se necesita un tratamiento humanitario. Y que las FARC cumplieron –aunque parcialmente– lo anunciado y recuperaron el protagonismo perdido por no tener en sus manos al niño Emmanuel. “Aunque con tropiezos, las FARC cumplieron con el gesto que le habían prometido a Hugo Chávez. Lo más importante: es la primera oportunidad en los últimos cinco años de iniciar un proceso de cambio humanitario.” Sobre esto último, el experto subraya que “es cierto que la entrega de ayer fue una decisión unilateral, y por lo tanto, relativamente menos complicada, por eso Uribe no puede desconocer que es un tema humanitario no sólo de Colombia, sino del mundo”.

Jaime Zuluaga, de la Universidad Nacional de Colombia, afirma que la consecuencia de la liberación de ayer podría ser la puesta en libertad de más rehenes, en particular de los tres contratistas norteamericanos. “La entrega de las rehenes, que es resultado de la mediación de Hugo Chávez y Piedad Córdoba, podría destrabar una eventual liberación de los norteamericanos. A este fin ayudaría el contacto de políticos estadounidenses”, señala Zuluaga. Este experto señala que la liberación representa una demostración de las FARC de que están dispuestas a avanzar sobre un acuerdo humanitario. “La guerrilla ha recuperado capital político. Y ha sido con el costo que la sociedad debió pagar y que el gobierno siempre se negó a pagar para que los rehenes vuelvan a sus casas. Parte de la dificultad radica en que el gobierno no ha entendido esto.”

Hasta ahora, Uribe sigue firme en aceptar una “zona de encuentro” para negociar un canje de 45 rehenes por 500 presos rebeldes, pese a que las FARC piden una desmilitarización de los municipios de Pradera y Florida. Uribe, desde su política de seguridad ciudadana, no lo acepta porque “fortalecería el terrorismo”. Luego de interrumpir la mediación de Chávez, el mandatario colombiano solicitó los buenos oficios de la Iglesia Católica. Zuluaga cree que para Uribe el tema de la zona de despeje es cada vez menos inamovible. “El gobierno aceptó una propuesta de la Iglesia Católica que es la misma que la del Club de amigos de París: una zona de 180 kilómetros cuadrados. Con esto demuestra que por un tiempo limitado se puede proceder a ese despeje. Después habría que determinar si la superficie es menor o mayor y cuáles serían las condiciones y garantías que den los veedores internacionales.”

Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, señala que la intransigencia es del gobierno y de la guerrilla. Para el analista, esta entrega de las rehenes mejora el clima de negociación. “Esta entrega mejora el ambiente de cara a un futuro cambio humanitario y las posibilidades para la misión de la Iglesia Católica de acercar las posiciones de ambas partes.”

Zuluaga también habla de las concesiones del grupo rebelde, más cercana a la idea de “zona de encuentro”. “Uno esperaría que mejoraran su exigencia en cuanto a cómo realizar el canje. Por ejemplo, que sus hombres entren a la zona desmilitarizada sin armas. Pero es muy difícil saber hasta dónde puedan negociar.” El experto valora la atención mundial que ha habido sobre el conflicto colombiano. “Un gobierno como el colombiano, de identificación con la mano dura de Estados Unidos, puede encontrar apoyos de los países de la región. Por tanto, evita que Colombia se aísle en la búsqueda de la paz.”

Compartir: 

Twitter

Dos helicópteros de la Cruz Roja Internacional despegan del aeropuerto del Guaviare.
Imagen: AFP
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.