Desde París

Francia intensificó en las últimas 48 horas la campaña para la liberación de los rehenes secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en particular la francocolombiana Ingrid Betancourt, que cumplió este sábado seis años de secuestro. Conciertos, manifestaciones, programas de radio y televisión, ediciones especiales en la prensa escrita y una cadena humana organizada el sábado en la Municipalidad de París marcaron los seis años del cautiverio. El sábado, los canales de televisión estatales incrustaron en las pantallas de los informativos el logo de los seis años. Las manifestaciones comenzaron el viernes con un recorrido efectuado desde el mediodía por un autobús al estilo londinense alquilado por el grupo “100 artistas y escritores por Ingrid”, que circuló por los lugares más turísticos de la capital francesa. La conmemoración continuó con un concierto gigante en el que estuvo presente la ex rehén Consuelo González, liberada a principios de enero junto a Clara Rojas, la secretaria de Ingrid Betancourt.

El acto más emblemático tuvo lugar ayer en la explanada de la Municipalidad de París, donde se organizó la cadena humana que unió a la gente hasta la Catedral de Nôtre-Dame. Consuelo González y los hijos de Ingrid Betancourt, Melanie y Lorenzo, encabezaron la cadena junto a centenas de personas entre las cuales se encontraba el intendente de París, Bertrand Delanoë. Por un momento, las rivalidades políticas de la campaña electoral para las elecciones municipales del próximo marzo quedaron en su segundo plano. Derecha e izquierda iniciaron la cadena juntos bajo un reloj que cuenta los días del secuestro de Ingrid Betancourt –2187– ubicado encima de un retrato gigante de Ingrid. “Es un día difícil pero tengo esperanza –dijo Melanie, y agregó– tengo esperanzas y esa esperanza tiene un rostro; es el de Consuelo con su sonrisa y su fuerza.” En el mismo sentido se pronunció Lorenzo cuando dijo que Consuelo González era “la prueba de que el diálogo puede funcionar”.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió más tarde en el palacio presidencial a la familia de Ingrid Betancourt y a Consuelo González. Junto al mandatario estaba Carla Bruni, en lo que fue su primera aparición oficial desde su casamiento, el pasado 2 de febrero. Melanie reiteró que se esperaba mucho de la inminente liberación de los próximos cuatro rehenes anunciada por las FARC: “Las cosas podrían avanzar. Le pedí al presidente Sarkozy y al gobierno que sigan actuando con solidaridad como lo hicieron hasta ahora en la búsqueda de un acuerdo humanitario para que todos mis compañeros que están en esta tragedia puedan volver junto a sus familias”. La Unión Europea volvió a pedir ayer la liberación de Ingrid Betancourt y de todos los rehenes. El canciller francés, Bernard Kouchner, interpeló a las FARC para que dejaran en libertad a los “rehenes más frágiles”. Al mismo tiempo, el primer ministro, François Fillon, le aseguró a Consuelo González que Francia seguía determinada a encontrar una solución humanitaria para la liberación de los rehenes. En este contexto, las próximas etapas podrían ser más delicadas que los accidentados ciclos que condujeron a la liberación de Clara Rojas y Consuelo González. González señaló ayer que “antes de mi liberación era muy escéptica en cuanto a los gestos de buena voluntad de las FARC. Pensaba que su radicalidad era inamovible. Pero hoy estoy segura de que luego de la liberación de los próximos cuatro rehenes habrá otras más y ahí estará Ingrid. Soy optimista”. El esquema con que esta concesión de las FARC podría obtenerse parece tanto más complejo cuanto que, según varios medios de prensa colombianos, el encuentro de esta semana en Bogotá entre el canciller francés y el presidente Alvaro Uribe fue de una hostilidad concentrada. Kouchner fracasó en su intento de convencer a Alvaro Uribe de que vuelva a introducir al presidente venezolano en la mediación oficial.