EL MUNDO › ENTRE PARíS Y TEHERáN, POR LA LIBERACIóN DE CLOTILDE REISS

Sospechan de un “intercambio”

Francia jura que no hubo una contrapartida a la liberación de la joven Clotilde Reiss, acusada de espionaje en Irán. El ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, aseguró que la puesta en libertad de Reiss no ha sido objeto de “ningún chantaje” ni de “contrapartida”. Sin embargo, su colega de Interior tiene previsto firmar tan pronto como hoy la orden para que el preso iraní, Alí Vakili Rad, abandone su celda en París rumbo a Teherán, según informó el diario El País.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, agradeció el domingo, poco después de entrevistarse en El Elíseo con Clotilde Reiss, las gestiones diplomáticas, del presidente de Brasil, Inácio Lula da Silva, que se encontraba en Teherán. Pero la prensa francesa y la oposición sospechan que la puesta en libertad de Reiss está menos relacionada a las gestiones de terceros y más vinculada a las decisiones de la justicia francesa de liberar a dos iraníes.

El ministro Kouchner, en una entrevista a la emisora Radio J, se esforzó en desmentir a aquellos que vinculan la salida de la profesora de Irán con la liberación de dos iraníes detenidos en su país. “Esta sucesión de decisiones judiciales no tiene nada que ver con el alegado chantaje”, insistió el responsable diplomático.

En esa línea, horas antes el Ministerio de Exteriores iraní había negado relación entre la salida de Teherán de Reiss y la vuelta a Irán la semana pasada desde Francia del ingeniero Majid Kakavand, para el que Estados Unidos había solicitado la extradición. El pasado 5 de mayo, el Tribunal de Apelación de París rechazó por falta de pruebas la demanda de extradición a Estados Unidos de Kakavand, acusado por Washington de participar en el programa nuclear del régimen de Teherán, y el viernes pudo volver al país persa.

La segunda pieza de las sospechas de un intercambio es Ali Vakili Rad, encarcelado desde hace dieciocho años en Francia, donde fue condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1991 en París del último primer ministro del sha de Irán, Chapur Bajtiar. Estaría próximo a la libertad condicional, pero su abogado pidió la expulsión del país dado que su cliente no tiene casa ni oficio. Hoy el Tribunal de Apelación de Penas debe pronunciarse sobre la demanda de liberación condicional de este hombre. Una decisión que unida a la orden de expulsión que firmaría el ministro del Interior, Brice Hortefeux, lo llevaría de vuelta a Irán.

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