EL MUNDO › TEHERAN VE REMOTA LA POSIBILIDAD DE SER ATACADO

Irán negó la acusación de EE.UU.

 Por Rupert Cornwell *
Desde Washington

Mahmoud Ahmadinejad, el presidente iraní, negó ayer rotundamente las acusaciones de Estados Unidos. Un grupo de militares estadounidenses habían asegurado durante el fin de semana que Irán proveía armas de avanzada a las milicias chiítas iraquíes. Para el mandatario iraní, Washington está culpando a otros países para evitar enfrentar su propia derrota en Irak.

“La administración estadounidense y el presidente George Bush están acostumbrados a acusar a terceros”, le dijo Ahmadinejad al programa de ABC, Good Morning America. Menos de 24 horas antes, los militares estadounidenses habían reunido a la prensa internacional para mostrar la creciente evidencia de bombas y otros artefactos explosivos que involucraban a Teherán en la muerte de 170 soldados de la coalición liderada por Estados Unidos.

La respuesta de Ahmadinejad llegó en medio de los rumores sobre una posible acción militar del gobierno de Bush contra el régimen iraní, probablemente dirigida contra las plantas nucleares. Pero ayer hubo señales desde ambos países que bajaron el tono del enfrentamiento. Tony Snow, el vocero de la Casa Blanca, fue más cauteloso que lo usual. “Si el presidente de Irán quiere detenerlo, le deseamos suerte y esperamos que lo haga pronto”, aseguró. Además, en Wa-shington volvieron a afirmar que no se está analizando un ataque contra Irán. El presidente iraní parece confiar en el gobierno estadounidense y ayer aseguró que la posibilidad de una agresión contra su país es muy remota.

Ahmadinejad también se mostró menos beligerante, al insistir en el diálogo antes de la confrontación para solucionar la crisis iraquí, la que –resaltó– no sirve a los intereses de su país. “Nosotros evitamos cualquier tipo de conflicto, de derramamiento de sangre”, explicó. “Los problemas globales pueden ser solucionados a través del diálogo, la lógica y la amistad. No es necesario utilizar la fuerza”, agregó. Por eso, continuó el mandatario, la paz y la seguridad sólo se instalarán en Irak cuando se vayan las fuerzas extranjeras. Teherán ha sido uno de los principales detractores de la presencia militar estadounidense en ese país. “Le decimos ‘dejen el país’... no debería haber extranjeros en Irak y, entonces, verán que habrá paz”, sostuvo el presidente iraní.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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