EL PAíS › NESTOR KIRCHNER SE REUNIO AYER CON LOS BLOQUES LEGISLATIVOS EN LA SEDE DEL PJ

Con promesas de una mejor relación

Minutos después del anuncio de las nuevas medidas para el campo, el ex presidente se reunió con un centenar de legisladores en un nuevo encuentro en la sede partidaria. Aseguró que aceptará los disensos siempre que se respete el modelo.

 Por Martín Piqué

La mesa de autoridades del PJ en el encuentro realizado en el auditorio de la sede de Matheu.
Imagen: DyN

Habían pasado quince minutos del anuncio oficial informando las nuevas medidas para el agro cuando un coche de vidrios polarizados ingresó en el garaje de Matheu 130. Adentro iban el ex presidente Néstor Kirchner y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Era la primera vez que Kirchner llegaba más tarde que sus invitados –los diputados y senadores del oficialismo habían sido citados para las 18– pero estaba claro que se trataba de una ocasión especial. Todo se había demorado tras el anuncio de las correcciones a las retenciones móviles. La noticia había aumentado la expectativa por escuchar a Kirchner. La reunión sumó entonces al secretario general de la CGT, Hugo Moyano, más algunos gobernadores que habían llegado desde la Rosada, como Daniel Scioli (Buenos Aires), José Alperovich (Tucumán) y Sergio Urribarri (Entre Ríos). Ante un auditorio que superaba las 120 personas, Kirchner prometió un vínculo más fluido entre el PJ y los bloques legislativos. También dijo que se proponía construir un partido “más democrático” y se comprometió a aceptar las diferencias internas “siempre que se apueste por el modelo económico”.

La reunión reflejó el grado de compromiso que los bloques del oficialismo tienen con la política agropecuaria del Gobierno. Como se esperaba, la postal encontró sus huecos entre algunos representantes de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Salta. El encuentro también permitió que el jefe de Gabinete pudiera explicar en directo todos los pormenores de la negociación con las entidades del campo. Para eso, Fernández recurrió al powerpoint que ya había usado en la reunión de Kirchner con los vicepresidentes y secretarios del PJ. Luego explicó en qué consistía el nuevo paquete de medidas y cómo impactaría sobre los productores: entonces desmenuzó el sentido de los topes en las retenciones móviles y la inclusión de los monotributistas en las compensaciones. “El problema de los mercados a futuro ha quedado resuelto”, concluiría luego ante una nube de cámaras y micrófonos.

El suspenso sobre los faltazos se develó muy rápido. Entre los ausentes sobresalían los diputados Felipe Solá y José Montoya, cordobés ligado a José Manuel De la Sota, como también los senadores Carlos Reutemann, Roxana Latorre y Juan Carlos Romero. Todos ellos ya habían expresado diferencias con la implementación de las retenciones móviles y la política oficial hacia los productores rurales. La reunión comenzó pasadas las 19.30 en el primer piso, en un escenario con retratos de Perón y Evita.

Con los legisladores sentados en las butacas de una sala que parece de cine, Kirchner comenzó su discurso con la promesa de darle al PJ un rol mucho más activo. Que incluirá, según sus planes, reuniones periódicas con los legisladores y visitas regulares a las provincias para dialogar con los diputados provinciales. También prometió que en su futura gira por el país incluirá en su agenda múltiples reuniones con concejales. El modelo en el que piensa inspirarse Kirchner es el PSOE. Desde que José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió en el jefe del gobierno, el socialismo colabora con la gestión organizando equipos técnicos que supervisan todas las áreas del Ejecutivo y colaboran con los ministros de cada cartera. “Tenemos que armar equipos”, le encargó anoche Kirchner a uno de sus diputados de mayor confianza.

Cuando llegó el momento de hablar de las disidencias internas, el santacruceño fue duro aunque también dejó algunas puertas abiertas. “Tuvieron la oportunidad de participar en la interna y no lo hicieron”, dijo sin dar nombres propios. No hizo falta que dijera que se refería a De la Sota, quien había cuestionado a través de una carta pública los supuestos componentes “estalinistas” del PJ K. En los últimos días, Kirchner comentó a varios de los miembros del Consejo Nacional del PJ que la relación con De la Sota estaba “definitivamente rota” y que el distanciamiento era “irreversible”. “Tendremos que construir una alternativa propia”, fue su conclusión, mezcla de arenga y autocrítica por haber elegido aliados equivocados.

Un rato antes de que comenzara la reunión, tres diputados nacionales por Entre Ríos habían hecho pública una carta dirigida a Kirchner que se diferenciaba del documento del Consejo Nacional del PJ. “Estamos convencidos, señor Presidente, que con el diálogo nunca se pierde. No coincidimos con lo manifestado con un dirigente ruralista, de que ‘hay que ganar o ganar’. Todo lo contrario”, era el párrafo más elocuente. La carta llevaba la firma de María Cristina Cremer (esposa del ex gobernador Jorge Busti), María de los Angeles Petit y Gustavo Zavallo. Al momento de hablar con los legisladores, Kirchner ya conocía esas declaraciones. “Todos pueden participar, con diferencias, matices, mientras sigan apoyando el modelo”, aclaró. Una forma de contener a la tropa.

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