EL PAíS › LA ASUNCIóN, POR PRIMERA VEZ, DE UN ORTODOXO AL FRENTE DE LA MUTUAL GENERA POLéMICA EN LA COMUNIDAD JUDíA

Acto y contraacto en el traspaso de mando de la AMIA

En la plaza seca de Pasteur 633 se concentrarán quienes rechazan el concepto de “judíos genuinos” que habría usado Guillermo Borger. El nuevo presidente de la mutual judía pertenece a un sector que sustenta posiciones muy restrictivas.

 Por Raúl Kollmann

El acto de asunción del nuevo presidente de la AMIA, Guillermo Borger, se realizará hoy a las 19.30 en el auditorio ubicado en el subsuelo del edificio. Por primera vez, un hombre de la corriente ortodoxa ocupa ese cargo. A unos metros, convocada para las 18.30, en la llamada plaza seca de Pasteur 633, se hará la concentración de quienes reclaman amplitud y rechazan el concepto de “judíos genuinos” que, supuestamente, usó Borger para denominar a quienes siguen los mandatos y ritos religiosos y diferenciarlos, por ejemplo, de quienes no usan kipá (el gorro o sombrero ritual) o han formado pareja con alguien que no es de origen judío.

Ayer, Borger emitió una desmentida y aseguró que nunca dijo que su gobierno “será para reforzar el papel de la institución como representante de los judíos genuinos, los que llevan adelante una vida basada en la Torá” –como publicó el diario Clarín–, sino que encabezará una AMIA “que represente a todos los judíos, sin exclusiones”. Más allá de lo que dijo o no dijo, el tema de fondo es que el Bloque Unido Religioso (BUR), al que pertenece, sustenta posiciones muy restrictivas: el referente espiritual, el rabino Samuel Levín, considera que un judío que se casa con una persona no judía está mal educado y “se aleja del fuego”, y no admite tampoco la conversión de la persona no judía al judaísmo cuando el proceso es realizado por un rabino no ortodoxo. Ello implica, también, que esa persona no podrá ser enterrada en los cementerios de la AMIA. El papel de la mujer denota una marca en el orillo. En la comisión directiva que asume hoy hay nueve representantes del Bloque Unido Religioso: son todos hombres. Desde el BUR afirman que ésa es su forma de ver las cosas, pero que de ninguna manera discriminan o les niegan el carácter de judío a los demás.

El sector ortodoxo ganó las elecciones realizadas el 13 de abril a partir de la división de quienes tienen una posición más liberal en materia religiosa. Por un lado se presentó el oficialismo, con el papel protagónico de Avodá, el partido Laborista. Por el otro lado, una nueva corriente encabezada por el rabino Sergio Bergman, aquel que habló en el acto que lideró Juan Carlos Blumberg y que luego estuvo muy cerca de Elisa Carrió. Esto hizo que la lista del BUR obtuviera la primera minoría, con el 38 por ciento de los votos; el Frente Unido Comunitario, que comandaba el laborista y ex presidente de la AMIA, Abraham Kaúl, obtuvo el 33 por ciento, mientras que el tercer puesto fue para AMIA es de Todos, con el liderazgo de Bergman, que llegó al 23 por ciento.

El paso posterior fue asombroso. Las dos corrientes que exhibían posiciones más abiertas no se pusieron de acuerdo y los delegados de Bergman en la Asamblea decisiva terminaron votando a Borger como presidente. El titular del BUR, un empresario del rubro del juguete, consiguió 64 votos, de los cuales 34 provinieron de su propio bloque, mientras que los otros 30 surgieron principalmente de las huestes de Bergman. Las declaraciones de Borger sobre la distinción entre judíos genuinos y no judíos, más allá de que fueran ciertas o no, resultaron bastante previsibles porque sintonizan con las posiciones tradicionales de la corriente ortodoxa, pero produjeron una reacción en Bergman, que exigió una retractación. El comunicado oficial llegó ayer: “Nunca utilicé el término judío genuino –señaló Borger–. Pienso que la AMIA tiene que reafirmar su papel como representante de toda la comunidad judía, con espíritu dialoguista”. El dirigente explicó que su notoria tardanza en desmentir aquellas afirmaciones sobre la categoría de “judío genuino” se debió a la festividad de Shavuot, durante la cual el rito religioso impide hacer declaraciones. “Les pedimos a todos que confíen en el cambio que proponemos, que dejen trabajar a la comisión que asume, representante de todos los sectores y elegida por mayoría”, concluye el comunicado firmado por el presidente que asume hoy. Por supuesto que del resto de las corrientes más liberales y menos ortodoxas, empezando por el laborismo, responsabilizan a Bergman por el ascenso de Borger a la presidencia.

La controversia continuará hoy con los dos actos. Borger asume a las 19.30 en una ceremonia en la que estará lleno el auditorio de la AMIA, en el subsuelo del edificio de Pasteur 633. Para ingresar en el edificio mismo se requerirá de invitación. Está previsto que el sector religioso haga una gran fiesta inmediatamente después. El otro acto, que responde a una especie de autoconvocatoria, está programado para las 18.30. Se realizará en la plaza seca, que es un patio que está dentro del predio y en el que se ubica el monumento de homenaje a las víctimas del atentado. El acceso a la plaza seca estará permitido. Desde la semana pasada empezaron a circular mails llamando a concurrir al acto de la plaza seca y parte de la iniciativa provino de hombres que estuvieron en su momento con Kaúl. Este diario se comunicó con alguno de los organizadores y concurrentes y nadie tenía en claro hasta anoche quién hablaría en ese acto. En los diálogos entre el oficialismo que asume y los que convocan a la concentración en la plaza seca hubo un tácito acuerdo de que ninguno saboteará o impedirá el acto del otro.

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Guillermo Borger llegó a la presidencia de la AMIA con los votos del sector que lidera el rabino Sergio Bergman.
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