EL PAíS › HUGO YASKY, TITULAR DE LA CTA, LE RECLAMA AL GOBIERNO LA PERSONERíA PARA LA CENTRAL

“Ya no tienen ningún argumento”

Dice que la Corte reconoce la plena vigencia de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo que consagran la libertad sindical y que, por lo tanto, el Poder Ejecutivo debería “proceder en consecuencia”.

 Por Adriana Meyer

Hugo Yasky fue el hombre del día, requerido para opinar sobre el fallo de la Corte Suprema que consagró la libertad de agremiación y abrió la puerta para que los gremios sin personería puedan tener delegados. “Es un paso trascendental e inicia una nueva etapa histórica en el movimiento sindical porque reconoce el principio de libertad sindical y la plena vigencia con jerarquía constitucional de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un fallo unánime, que es inusual, en el que cita en siete oportunidades las resoluciones de los comités de libertad sindical”, dijo el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). “Esto expresa, en la misma línea que lo viene haciendo la CTA, que el Gobierno está obligado a aplicar los principios y la letra de esos convenios, no solamente por el hecho de que fueron reconocidos y firmados por las autoridades institucionales del país, sino por el sólo hecho de ser miembro de la OIT, lo cual refrenda nuestros siete años de trajinar legalmente”, agregó.

–¿La Presidenta debería firmar ahora la personería para la CTA?

–Sí, es así. En un parto, es como si hubiera salido la cabeza del bebé, la consecuencia ahora es simplemente agarrarlo para que nazca del todo.

–Si eso no pasa ¿ahora tienen habilitado el camino en la Corte que antes no habían intentado?

–Claro, se recorrió un camino enorme y se estableció un principio jurídico. Antes era una biblioteca dividida, porque había quienes decían que lo que la CTA decía tenía peso argumentativo, pero era sólo una mitad, y la otra mitad es la vigencia de la Ley de Asociaciones Sindicales. Pero hoy este fallo dice que hay una sola biblioteca, y una sola manera de interpretar la ley, por lo cual el Gobierno debería proceder en consecuencia y generar el acto administrativo por el cual le otorgue la personería a la central. Pensábamos que ya no había más para agregar en el expediente, pero ahora vamos a incorporar nada más y nada menos que esta unánime resolución de la Corte Suprema.

–El dirigente de la CGT Julio Piumato expresó que el fallo carece de sentido y que es un acto de provocación.

–La Corte ha demostrado autonomía, transparencia y apego a los principios de la ley internacional expresada en la OIT, una Corte menemista no hubiese tomado esta resolución, lo que demuestra que en el máximo nivel de la Justicia se respira aire puro. Respecto de lo que dijo Piumato, creo que todos los dirigentes sindicales sabíamos que era cuestión de tiempo para que los convenios de la OIT adquirieran rigor de ley en Argentina o, mejor dicho, para que el acto jurídico terminara de refrendar lo que de hecho era reconocido por todos.

–¿Cuando dice todos incluye a los dirigentes de la CGT?

–Por supuesto. Luchar contra las resoluciones de la OIT era como querer detener el reloj, todos sabíamos que esto se tenía que producir.

–¿Cuál piensa que será la reacción empresaria?

–Va a depender de la cultura empresaria. Algunos de las pequeñas y medianas empresas, con una visión más amplia y progresista, van a entender esto como un avance. Y hay otros empresarios, los que piensan que los gobiernos garantizan seguridad jurídica sólo cuando legislan en contra de los trabajadores, seguramente lo verán como una amenaza a su rentabilidad. Esa cultura conservadora inevitablemente se tiene que cambiar, porque hoy en el mundo no se sostiene. Hay una asimetría que es insoportable: nadie obliga a los empresarios a afiliarse a tal o cual central, ahora esto empieza a tener una correspondencia también para los trabajadores.

–Si el Poder Ejecutivo no les reconoce la personería, ¿qué pasos adoptarán? ¿Pedirán la modificación de la Ley de Asociaciones Sindicales?

–Tenemos que estudiar distintas alternativas, no se puede descartar que con este fallo sigamos los pasos en la Justicia, vamos a continuar en el terreno de la demanda y la movilización, el 12 de diciembre, cuando marchemos a Plaza de Mayo por la distribución de la riqueza, estará presente esta demanda si no se resolvió antes. El gobierno argentino hoy ya no tiene absolutamente ningún argumento, ni puede decir que esto está restringido sólo al sector público, ni puede aducir que hay una ley de asociaciones que prevalece porque la Corte Suprema decidió con claridad.

–Aunque los jueces trataron el caso del personal civil de las Fuerzas Armadas, ¿considera que al alcance del fallo es amplio?

–Sí. La Corte en este fallo ejemplar, con una fundamentación muy extensa, hace referencia a los convenios que consagran libertad sindical y lo hace de una manera irrestricta, sin poner condicionamientos de ninguna índole.

–Cuando el fallo habla de libertad de agremiación, ¿habla de la representación directa de los trabajadores?

–Claro, es un avance enorme en términos de garantizar el derecho al ejercicio de la libertad para elegir a los representantes sin condicionamientos y establece que ninguna ley por ninguna razón puede limitar el derecho de los trabajadores a elegir a sus representantes.

–Allí donde la CTA tiene el monopolio de la sindicalización, ¿podría tener que ceder espacios?

–Esto no beneficia en particular a nadie, ni es a favor o en contra de una central. Favorece a los trabajadores y trabajadoras en el ejercicio de su libertad sindical, e indirectamente favorece a los que queremos que el sindicalismo recupere protagonismo, transparencia y credibilidad.

–¿Se beneficiarán las comisiones internas que se manejan en asamblea y desafían a las burocracias sindicales?

–Va a beneficiar a todos aquellos que quieran ejercer el derecho a la representación de sus compañeros sin condicionamientos. Y aquellos que sean más representativos tendrán el derecho de ejercer esa potestad.

–¿Se rompe el monopolio de los grandes sindicatos?

–Más que el monopolio se rompe el cerrojo legal que restringía esa libertad para los que no estaban con personería y los ponía tres escalones más abajo que los demás.

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“En un parto, es como si hubiera salido la cabeza del bebé, ahora simplemente hay que agarrarlo para que nazca del todo”, dice Yasky.
Imagen: Sandra Cartasso
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