Apenas un día después de que Gualeguaychú fuera invadida por las emanaciones nauseabundas de Botnia, el ministro de Medio Ambiente de Tabaré Vázquez, Carlos Colacce, consideró que el río Uruguay “admite” más papeleras. El ministro sostuvo que la tecnología utilizada por Botnia no contamina, y aseguró que las mediciones realizadas en la zona muestran parámetros tóxicos “muy por debajo de los límites permitidos”. “El hecho de que Botnia haya tenido un buen desempeño ambiental podría ser perfectamente un antecedente para que instalen más plantas”, anticipó.

Colacce agregó que Uruguay no tiene un “estudio serio” sobre el número de papeleras que se pueden instalar en el país. Al límite lo “va a poner la propia actividad de los empresarios, que pueden ver que (en Uruguay) ya no hay dónde plantar”.

Como es fácil de imaginar, sus palabras causaron escozor en la asamblea de Gualeguaychú que hoy, a partir del mediodía, realizará una nueva jornada de protesta en Buenos Aires. En la asamblea están convencidos de que, si no hay una fuerte presión de la Argentina para impedirlo, el Uruguay sembrará de industrias contaminantes las costas del río. El razonamiento es que el país vecino tiene su vidriera en el Atlántico, mientras que el río Uruguay ha pasado a ser su patio trasero. “En el Uruguay hay en proyecto la instalación de entre 6 y 8 pasteras, con la idea de que la Mesopotamia funcione como proveedora de materias primas. No sólo el Uruguay sino la Argentina son engranajes de ese proyecto”, señaló José Pepo Pouler. Gustavo Rivollier apuntó que además de Botnia y de Ence, relocalizada en Colonia, se construyeron “el puerto de Ontur, por el que Botnia exporta su producción, la fábrica de ácido sulfúrico Isusa en Nueva Palmira, se está habilitando un segundo puerto en La Agraciada para el trasbordo de un millón y medio de toneladas anuales y se instalará un tercer puerto más al sur, en Nueva Palmira”.

La nueva jornada de protesta en Buenos Aires comenzará a las 11, con una concentración en las avenidas Córdoba y 9 de Julio. Habrá una marcha, aunque no fue anticipado su recorrido. Las embajadas de Uruguay y Finlandia, la Cancillería y la oficina de la Comunidad Económica Europea son algunos de los lugares de la protesta. La duda es si irán a manifestar frente a Buquebús, donde han tenido choques con la Prefectura.