EL PAíS › SE FIRMO LA CREACION DEL ORGANISMO FINANCIERO DE LOS PAISES SUDAMERICANOS CON UN CAPITAL DE 20 MIL MILLONES

En el camino entre el FMI y el Banco del Sur

La Presidenta respondió sobre la posibilidad de que el FMI audite las políticas económicas. “Todos los miembros cumplen con el artículo 4, pero que nos indiquen políticas es asunto del pasado.” También se refirió a la reapertura de las negociaciones con los holdouts.

 Por Martín Piqué

Desde Isla de Margarita

El anuncio lo hizo el propio Hugo Chávez en una de sus tantas intervenciones como moderador de la cumbre. “Esta noche hemos decidido conformar el Banco del Sur”, avisó. Al momento de contar la novedad, Chávez nombró a su ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, que estaba presente en el plenario. “Un ex guerrillero”, lo presentó y enseguida le pidió una precisión sobre la cifra definitiva del capital con el que arrancará el banco que integrarán Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Uruguay y Ecuador. Con un gesto mínimo, Alí Rodríguez le confirmó que el capital inicial del organismo financiero será de 20 mil millones de dólares. “Aquí está el convenio definitivo para firmarlo esta noche”, informó entonces el mandatario venezolano.

El anuncio sobre la creación del Banco del Sur se realizó durante el de mandato de Néstor Kirchner. La primera alternativa que se había evaluado para poner en marcha el nuevo organismo financiero regional era dotarlo de un capital inicial de 7 mil millones de dólares. Estaba previsto que Argentina, Brasil y Venezuela pusieran 2 mil millones de dólares cada uno, mientras que Uruguay, Ecuador, Bolivia y Paraguay completarían lo restante. Sin embargo, anoche se anunció un capital inicial muy superior: 20 mil millones de dólares. Como el anuncio se realizó en medio de la cumbre de presidentes de America del Sur y Africa (ASA), la noticia anticipada por Chávez quedó demorada para cuando terminara el plenario de presidentes en el inmenso salón de conferencias del Hotel Hilton. La postergación permitió esperar al jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa, quien al momento de la revelación se encontraba en vuelo desde Quito a Margarita. Economista de profesión, Correa fue clave en el impulso al proyecto de crear un banco regional que permitiría crear una alternativa de financiamiento al FMI. Correa recién se incorporó al plenario de la cumbre a las ocho de la noche (las 21.30 de la Argentina) cuando ya habían hablado 13 presidentes.

La firma del documento final de creación del Banco del Sur se produjo finalmente cuando terminó el debate, luego de que los mandatarios se sacaran la tradicional foto de familia frente al Mar Caribe. Para la presidenta Cristina Fernández, el anuncio llegó un momento importante para la relación entre la Argentina que busca financiamiento tras retirarse por varios años del mercado y el Fondo Monetario Internacional. En su visita a Nueva York y Pittsburgh, CFK tuvo un cruce con el director gerente del organismo, el francés Dominique Strauss-Kahn. La Presidenta había propuesto que se creara un nuevo organismo multilateral con el objetivo de apuntalar la creación de empleos en todo el mundo. El titular del Fondo no se mostró muy permeable. “El FMI es una institución única en su tipo. No hay otra igual que funcione con esa independencia. Nosotros no somos la policía, sino más bien somos doctores”, dijo Strauss-Kahn.

La respuesta de CFK fue uno de las comidillas de ese debate organizado por el ex presidente estadounidense Bill Clinton. “Mientras nos controlaban cada centavo en nuestros bancos centrales, ni siquiera miraban lo que ocurría con los fondos de inversión, que hacían cualquier cosa. Se creó un dinero electrónico, que no estaba ligado a la producción de bienes y servicios, y todo estalló”, fue la réplica presidencial. La relación de la Argentina con el FMI volvería a meterse de lleno en la agenda de CFK.

Ayer, al salir del Hotel Hesperia en dirección a la sede de la cumbre, la mandataria fue abordada por un grupo de periodistas. Entonces le preguntaron si su gobierno iba a acercarse de nuevo al organismo que encabeza StraussKahn. También le preguntaron si la Argentina iba a aceptar que se le aplicara el artículo 4 del estatuto del FMI, que prevé una revisión pormenorizada de los parámetros económicos del país por técnicos enviados por el organismo. “No hay ningún acercamiento. Todos los países miembros cumplen con el artículo 4, inclusive Venezuela. Pero aquello de que el Fondo venía a indicarnos políticas que los países debían seguir es un asunto del pasado”, replicó CFK.

Horas más tarde, ya en el plenario de mandatarios, la Presidenta daba su discurso en la cumbre. Entonces hizo un balance muy optimista sobre los resultados de la reunión del G-20 en Pittsburgh. Los representantes de 65 países escucharon cómo CFK destacaba como un triunfo que los presidentes del G-20 hayan aceptado eliminar el concepto “flexibilización laboral” del documento de cierre. Lo reemplazaron por la frase “trabajo decente y bien remunerado”. Entre los participantes de la cumbre se encontraban otros dos asistentes al encuentro del G-20: el brasileño Lula y el sudafricano Jacob Zuma. “El mundo ha cambiado de tal manera que ya nadie puede ser protagonista excluyente”, fue la conclusión de la Presidenta.

Cuando terminó el plenario, los mandatarios se dirigieron a los jardines del hotel. La Presidenta aprovechó el tránsito por las instalaciones del Hilton para conceder una conferencia de prensa. El reportero de una agencia de noticias especializada en temas económicos le preguntó si la Argentina estaba evaluando modificar la ley que cerró el canje de deuda en 2005, con la finalidad de iniciar una negociación con los bonistas que quedaron afuera de la renegociación, los famosos holdouts. “La ley marcó un procedimiento. Pero el tema de los holdouts es un asunto que le dejo al ministro de Economía (por Amado Boudou), pero finalmente es un tema que deberá decidirlo el Parlamento. Porque cualquier reapertura requiere modificación de la ley, aunque sea en condiciones diferentes”, respondió.

Tras la sucesión de discursos, Chávez fue leyendo distintas mociones para someterlas a votación. Así se votó una declaración propuesta por Lula que condena el golpe en Honduras. Los países africanos se sumaron al repudio a la represión, el toque de queda y el hostigamiento al presidente constitucional, Manuel Zelaya.

La delegación que acompañaba a CFK también consideró un logro que se haya aprobado una nueva declaración que defiende la soberanía argentina en las islas Malvinas. “En cada foro que vamos, impulsamos declaraciones por Malvinas”, fue la frase que usaron cerca del canciller Jorge Taiana.

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Cristina Fernández junto al brasileño Lula da Silva y al presidente de Bolivia, Evo Morales, tres de los países miembros del Banco del Sur.
Imagen: Télam
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