El funeral de Néstor Kirchner volvió a abrir grietas en el radicalismo. Dirigentes de todas las corrientes comenzaron a reunirse ayer al mediodía en la sede del Comité Nacional de la UCR para conformar la comitiva partidaria que iría hasta la Casa Rosada a darle sus condolencias a la presidenta Cristina Fernández, cuando vieron por TV que Ricardo Alfonsín estaba a su lado. “¿Cómo, no íbamos a ir todos juntos?”, soltaron con asombro y cierta sorna los cobistas, a modo de devolución de quienes habían criticado a Julio Cobos por haber dicho que Kirchner “fue un gran presidente”. La nutrida delegación radical –encabezada por el titular del partido, el senador mendocino Ernesto Sanz– llegó finalmente hasta la Casa de Gobierno pero, a diferencia de Alfonsín, ninguno de sus integrantes pudo saludar a la Presidenta.