EL PAíS › CRISTINA KIRCHNER CERRó SU GIRA CON UN ENCUENTRO CON EMPRESARIOS EN ESTAMBUL

“Que no nos vean sólo como una vaca”

La Presidenta anunció un acuerdo para establecer un vuelo comercial directo entre ambos países y otro para reanudar la venta de carne vacuna a Turquía. Remarcó que la Argentina también avanza en cuestiones de ciencia y tecnología.

 Por Fernando Cibeira

Desde Estambul

Con una rápida recorrida por Santa Sofía, la mezquita azul y el distrito del Bazar, tres de las mayores atracciones turísticas de la maravillosa Estambul, la presidenta Cristina Kirchner cerró su gira de más de una semana por Kuwait, Qatar y Turquía. Antes, había mantenido encuentros con CEO de empresas turcas y cerrado un seminario de negocios de empresarios, su rutina durante estos días. La Presidenta anticipó que ya en agosto –en principio sería de Turkish Airlines– habrá un vuelo directo uniendo Estambul o Ankara con Buenos Aires, e insistió en posicionar al país como líder en rubros como energía nuclear, biocombustibles, agroindustria y producción farmacéutica, entre otras actividades de alto valor agregado. “No queremos que vean a Argentina solamente como una vaca o como productora de granos o commodities”, reclamo.

Ankara es la capital administrativa de Turquía, donde se encuentra la sede de los tres poderes. Estambul, la antigua Constantinopla, es la más poblada del país y permanece como centro de negocios. Por eso, los empresarios argentinos esquivaron Ankara y se pasaron directamente dos días en Estambul buscando armar contactos con los hombres de negocios turcos.

Cristina Kirchner se alojó en el hotel Four Seasons, pegado al Parque Sultanahmet, donde se encuentran las dos más magníficas mezquitas de las tres mil que posee Estambul. Los encuentros de negocios se realizaron en el Conrad, en la otra parte de la ciudad. Para llegar allí hay que cruzar por un puente el Bósforo, llamado allí “el cuerno de oro”, por la forma del estrecho y el color dorado que adquiere en la puesta del sol. Ayer, igual, estaba bastante nublado como para poder apreciar ese efecto.

La primera actividad fue un encuentro con los chairman de las firmas turcas. Se cerraron dos acuerdos. Como vicepresidente de la Cámara de Comercio, Eduardo Eurnekian suscribió un acuerdo de cooperación con la Confederación de Hombres de Negocios e Industria de Turquía. En tanto, el vicepresidente de la UIA, Federico Nicholson, firmó un memorándum de entendimiento con el Consejo de Relaciones Económicas Internacionales de Turquía. Eurnekian y Nicholson acompañaron la gira de Cristina Kirchner con entusiasmo. Ambos valoraron la iniciativa presidencial de hacerse acompañar por hombres de negocios.

Enseguida vino el tradicional almuerzo con el que cierra todo seminario que se precie. Antes que la Presidenta habló el ministro de Comercio Exterior turco, Zafer Caglayan. Y si la mandataria argentina fue insistente en promover las supuestas bondades de Argentina como lugar para invertir –al fin y al cabo de eso se trata–, las autoridades turcas no le fueron en zaga en destacar las posibilidades que ofrece su país. Como habían hecho el día anterior el presidente y el primer ministro, el ministro Caglayan destacó que Turquía ya es la 17ª economía del mundo y que, desde allí, en cuatro horas de vuelo se puede estar en 56 países diferentes que representan, sumados, un tercio del PBI mundial. “Tienen que conocernos más”, pidió el ministro.

El primer anuncio que hizo la Presidenta fue el acuerdo para establecer un vuelo comercial directo entre ambos países. Lo había firmado el jueves el ministro de Planificación, Julio De Vido, pero no se sabía que los vuelos empezarían ya desde agosto. “Es un acuerdo país-país por el que se va a operar la ruta a medias”, explicó De Vido. Como hasta ahora sólo Turkish Airlines mostró interés, comenzarían a volar en cuanto estén listos. Si luego una aerolíea argentina se suma, deberían compartir la frecuencia.

Otro anuncio que pudo hacer Cristina Kirchner tuvo que ver con la reanudación de la venta de carne vacuna a Turquía. Serán 20 mil toneladas de carne con hueso por un total de 80 millones de dólares. “El empresario debe estar por allí o festejando en algún bar todavía”, bromeó. Pero advirtió aquello de que no había que mirar a la Argentina “como una vaca” e hizo un repaso sobre los ítems en los que el país avanza en cuestiones de ciencia y tecnología. También hizo alguna consideración política. “La Argentina preside este año el G-77 más China, es bueno que todos entendamos que la lógica que durante los últimos dos siglos rigió la historia de la humanidad definitivamente ha quedado atrás, pero quedó atrás por el imperio del fracaso”, soltó.

Se esperaba que luego del discurso Cristina Kirchner se sentara a la mesa principal, pero imprevistamente salió del salón y la comitiva argentina detrás de ella. Es que en otro lugar del hotel la esperaba Guler Sabanci, presidenta del holding turco Sabaci y habitual presencia en los rankings donde figuran las mujeres más importantes del mundo. Fue la última actividad laboral de Cristina Kirchner, que hoy al mediodía aterrizará en Buenos Aires.

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CFK realizó en Estambul una rápida recorrida por Santa Sofía, la Mezquita Azul y el distrito del Bazar.
Imagen: AFP
 
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