EL PAíS › OTRO CUARTO INTERMEDIO PROLONGA EL SUSPENSO EN LAS RELACIONES ENTRE EL RADICALISMO Y EL SOCIALISMO

Más capítulos en la telenovela de la fórmula

El socialismo le transmitió formalmente al radicalismo que no acepta compartir un frente electoral con Francisco de Narváez. La conducción de la UCR se reunirá hoy para analizar la situación. Busca la forma de pagar el menor costo político por la ruptura.

 Por Sebastian Abrevaya

Como en las novelas con un rating arrasador, el culebrón entre la UCR y el socialismo tenía previsto ayer dar su capítulo final, pero a último momento los guionistas hicieron que se prolongara un poco más. Después de varias postergaciones, se produjo una reunión entre el titular del Comité Nacional, Angel Rozas, en nombre del alfonsinismo, y el senador socialista Juan Carlos Zabalza, mano derecha del gobernador Hermes Binner. Durante ese encuentro no lograron un acuerdo y decidieron pasar a una especie de “cuarto intermedio”. El socialista le planteó lo mismo que había dicho Binner por la mañana y que vienen sosteniendo desde hace rato: si quieren hacer un frente con ellos tienen que elegir entre el peronista disidente Francisco de Narváez o el socialismo. Los emisarios quedaron en verse luego de la reunión de hoy de la Mesa Directiva de la UCR donde se analizará el tema. Se espera que el viernes o el martes de la semana próxima se produzca la nueva reunión bilateral. Con la pelota de su lado y en un clima de hermetismo, el alfonsinismo mantenía ayer varias conversaciones para analizar cómo pagar el menor costo político de la ruptura.

Se juntaron a almorzar de manera ultrarreservada en el Hotel Castelar, lugar habitual para el alfonsinismo. Rozas recibió de mano de Zabalza los documentos emitidos por la Comisión de Acción Política del PS, que se reunió el último sábado con la presencia de Binner. Sin hacer nombres propios, el socialismo había sido bastante claro: no cualquiera puede ser considerado progresista como para integrar el frente electoral. Y además, no todas las sumas son positivas, sino que “hay sumas que restan”.

“De Narváez es un límite, acá hay una posición tomada por el Comité Provincia del socialismo y una postura ratificada por la Comisión de Acción Política”, enfatizó Zabalza al terminar el encuentro con Rozas. El gobernador había sido muy contundente por la mañana, en declaraciones radiales. “¿Alfonsín va a tener que elegir la alianza con los socialistas o llevar a De Narváez en una lista de adhesión en la provincia de Buenos Aires?”, le preguntaron. “Crudamente es así. La intención de que sea sólo partícipe de una propuesta electoral en la provincia de Buenos Aires es rechazada por Margarita Stolbizer y por el propio socialismo de la provincia de Buenos Aires. Es muy complejo hacer una alianza por el solo hecho de que suma votos”, respondió el mandatario.

Binner viajó a Buenos Aires y a diferencia del silencio radical, respondió las declaraciones volcadas por Alfonsín el fin de semana. “Pertenecemos a pensamientos diferentes. Eso no es malo para la democracia. Pero hoy en este acto fundacional de un frente progresista no es conveniente tener marcos teóricos diferentes”, aseguró en referencia a De Narváez. Alfonsín había aventurado que puede ser presidente “sin los socialistas” y que, en cambio, necesita de los votos peronistas para llegar a la Casa Rosada.

La negativa contundente del socialismo, sumada al rechazo del GEN de Margarita Stolbizer y a la posibilidad de que Binner encabece una fórmula de centroizquierda acompañado por Pino Solanas, Luis Juez y Víctor De Gennaro, colocó en una situación complicada a Alfonsín. Fuentes cercanas a Binner desmintieron que el socialista esté considerando presentarse como diputado nacional por Santa Fe y así evitar un enfrentamiento con la UCR en octubre.

El lunes, el titular del radicalismo bonaerense, Miguel Bazze, realizó el segundo encuentro con los dirigentes locales Leopoldo Moreau, Federico Storani y Gustavo Posse, entre otros, donde ultimaron los detalles operativos del acuerdo con el colorado. El trato, ya casi cerrado, es que se repartirán cinco y cinco diputados nacionales.

El descontento hacia adentro de la UCR también le produce dolores de cabeza al hijo del ex presidente. Bazze tuvo que frenar la semana pasada un intento de toma del Comité provincia, aunque la amenaza quedó latente para el 10 de junio, un día antes de la Convención provincial que deberá aprobar la política de alianzas. “Tenemos que tener coherencia en la propuesta desde el punto de vista programático, lograr potencia electoral; entonces es bueno que nos acompañen sectores que no condicionen nuestra propuesta”, intentó justificarse el bonaerense.

Uno de los pocos radicales que ayer se animaron a hacer declaraciones fue el senador Gerardo Morales, integrante del ala más dura del alfonsinismo. El mensaje del alfonsinismo apuntó a cargar las tintas sobre el socialismo, señalándolo como culpable de la ruptura: “El socialismo tiene todo el derecho si quiere ir solo”, dijo Morales, como si el PS hubiera tomado esa determinación. Para deslindar responsabilidades, el jefe del bloque de senadores insistió en que la UCR seguirá intentando conformar “el frente que ha resuelto en su Convención con el socialismo, el GEN y la Coalición Cívica”, y agregó que van a ver “qué fuerzas políticas están de acuerdo o no con este diseño”.

“Ellos tienen que decir que cambiaron de posición”, se quejaba anoche un alfonsinista de la primera hora. Según los radicales, en privado Binner admitió la posibilidad de sumar a De Narváez y luego de la victoria de Antonio Bonfatti, su delfín en la primaria santafesina, cambió de postura. Lo cierto es que en los cálculos de los boinas blancas no sólo pesa que Buenos Aires representa el 38 por ciento del padrón nacional y Santa Fe el 9, sino que la elección bonaerense es simultánea a la nacional mientras que la santafesina es desdoblada.

Rozas se comprometió a trasladar la opinión del socialismo a la reunión de Mesa Directiva de hoy. Allí, en amplia mayoría alfonsinista, deberán tomar alguna decisión al respecto. Nadie quiso adelantar posiciones, pero las señales fueron claras. Faltan dos semanas para inscribir las alianzas. La novela radical-socialista, en cambio, tiene los días contados.

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Entre el radical Ricardo Alfonsín y el socialista Hermes Binner ya no hay sonrisas y todo parece encaminarlos hacia una ruptura.
Imagen: DyN
 
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