EL PAíS › SOSPECHAS SOBRE LA POLICíA EN LA ACUSACIóN A SOBRERO

El testigo no oyó nada sobre un pago

 Por Irina Hauser

La declaración de un testigo en la causa por la quema de vagones del tren Sarmiento reforzó ayer las sospechas sobre la actuación de la Policía Federal y la veracidad de ciertos relatos incorporados a la causa, que habían dado pie a las detenciones del dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero y en especial de su ex vocero, Leonardo Portorreal, liberados cuatro días más tarde. El hombre que se presentó en el juzgado, apodado Fredy, había estado presente en el arresto de Alan Skrobacki, un indigente acusado de causar el fuego, quien sigue preso. Bajo juramento, Fredy le contó al juez Juan Manuel Yalj que Skrobacki admitió durante el procedimiento policial que había usado un aerosol para provocar el incendio, pero –a contramano de lo que figuraba en el expediente– en ningún momento lo escuchó hablar de que le había pagado un tal “Leo”. El juez sostiene la sospecha de que Sobrero orquestó un sabotaje. Podría resolver su situación procesal y la de los demás imputados la semana próxima.

La versión de que Skrobacki había obtenido un pago de 100 pesos y recibiría 500 más, de manos de “Leo”, apareció sorpresivamente en la causa cuatro meses después de la quema de vagones. La introdujeron tres policías de Seguridad Ferroviaria que habían participado en la detención de Skrobacki. Se presentaron ante Yalj el 7 de septiembre y dijeron que habían olvidado informar que el detenido les había dicho que recibió plata para quemar los trenes. Luego Skrobacki llamó al juzgado desde la cárcel y pidió ampliar su indagatoria. Lo hizo el 14 de septiembre y contó lo mismo que los policías. Su defensor Patricio Graham no fue notificado.

El hombre que se presentó ayer, Fredy, iba en tren a su trabajo, aunque ante los desmanes se quedó por la estación de Ciudadela, según dijo. Al detener a Skrobacki, la policía le pide que sea testigo, algo habitual. Según relató, el detenido admitió ante la policía su participación en la quema, pero en ningún momento lo oyó hablar de “Leo” y de los pagos. Skrobacki está citado para hoy nuevamente, aunque no es seguro que declare.

Estas declaraciones habían sido pedidas por el fiscal Jorge Sica, quien advirtió sobre “la intempestiva incorporación” de las testimoniales de los policías, con datos a los que no habían hecho ninguna “referencia” en el “acta de detención”, más la llamativa coordinación y la coincidencia con el relato del indigente preso. Skrobacki también había dicho que “Leo” se comunicaba con Sobrero por handy, pero el dirigente declaró en su indagatoria que no usan handies desde 2004. Lo describió como alguien de tez blanca y ojos claros, aunque no lo es. Dijo que lo conocía porque dormía en los andenes mientras se ganaba unos pesos haciendo colas en el hospital de Moreno. Para peor, uno de los policías que participó en las tareas de inteligencia que llevaron a la detención de Leonardo Portorreal dijo que lo había buscado por Facebook, donde detectó que Sobrero era su “amigo”. Luego se supo que ése era un Sobrero falso.

Con estos elementos y la detención de Angel Akson cuando el buscado era su hermano, Yalj apartó a la policía de la investigación, y no se descarta que los agentes implicados terminen denunciados.

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