La presidenta Cristina Fernández recibió ayer en Casa de Gobierno al nuevo arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien el próximo sábado comenzará a ejercer sus funciones al celebrar una misa en la Catedral Metropolitana. CFK no podrá asistir porque, como tenía previamente agendado, viajará a Venezuela a participar de la asunción del nuevo presidente del país, Nicolás Maduro. Tras un diálogo en el despacho presidencial, el encuentro finalizó en el oratorio Cristo Rey, construido en la planta baja del edificio.

CFK relató luego por Twitter que Poli bendijo un retrato del obispo Enrique Angelelli, que está en la capilla, al igual que un cuadro del papa Francisco, regalo del dirigente de Smata, Ricardo Pignanelli. Contó también que luego se detuvo en el cuadro del sacerdote Arnulfo Romero, asesinado por la derecha salvadoreña, ubicado en la gelería de los Patriotas Latinoamericanos y en los frescos que se descubrieron en el Patio de las Palmeras.

Poli se encontraba en una asamblea plenaria de obispos en Pilar cuando recibió el llamado de Casa de Gobierno para tener una reunión al mediodía con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además de la primera mandataria, lo esperaban el secretario general Oscar Parrilli; de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; y de Culto, Guillermo Olivieri.

Luego de hablar en el despacho presidencial, Cristina Kirchner llevó a Poli a recorrer los distintos salones y galerías de la Casa de Gobierno, tras lo cual arribaron al oratorio construido en la planta baja del edificio.

En la capilla, Poli también ofreció la bendición a los representantes de la prensa y a los empleados de Gobierno que se encontraban rodeando el pequeño templo.

El nuevo arzobispo fue designado el pasado 29 de marzo y asumirá sus funciones a partir del próximo sábado a las 16.