EL PAíS › SE DESTRABO LA CAUSA DEL INGENIO LEDESMA, FRENADA DESDE NOVIEMBRE

Blaquier ya tiene tribunal

Un juez que era conocido del empresario fue recusado por las querellas y había decidido apartarse. La defensa aprovechó para protestar y logró frenar la causa que finalmente, gracias a un fallo de la Cámara de Casación, se puso en marcha esta semana.

 Por Alejandra Dandan

Nuevamente se abre una etapa clave en la causa del Ingenio Ledesma. En noviembre del año pasado, la Justicia federal de Jujuy procesó a Carlos Pedro Blaquier en dos causas por complicidad en grado primario de 29 secuestros ocurridos durante la última dictadura. La fiscalía, las querellas y los defensores del dueño del Ingenio Ledesma apelaron los fallos y las causas pasaron a la Cámara Federal de Salta. La presencia en esa Cámara del juez Renato Rabbi-Baldi Cabanillas –denunciado por el área de Coordinación de las causas de lesa humanidad de la Procuración y que comparte por lo menos un espacio social y académico con el empresario– demoró hasta ahora la decisión de ese tribunal sobre estas causas. Rabbi-Baldi fue recusado por las querellas y él mismo decidió apartarse de los expedientes por “violencia moral”. La Cámara aceptó la separación, pero lo insólito es que la defensa de Blaquier cuestionó ese apartamiento, primero en Salta y luego acudió en “queja” hasta la Cámara de Casación Penal de la Nación. El lunes, la Sala IV de Casación, en una resolución acelerada, confirmó finalmente el despegue de Rabbi-Baldi de las causas del Ingenio Ledesma y esa decisión ahora acelera los tiempos de definiciones sobre el empresario. Un pedido pendiente es la prisión preventiva.

La Sala IV recibió el pedido de resolución a las 9 de la mañana del lunes y la tomó como prioritaria para dar una señal sobre estos planteos que deben ser excepcionales pero se convirtieron en una forma de paralizar el avance de las causas. En un plazo “sumarísimo” los jueces Juan Carlos Gemignani, Mariano Borisnky y Gustavo Hornos rechazaron las quejas interpuestas por la defensa de Carlos Pedro Blaquier y de Alberto Enrique Lemos, el entonces gerente administrativo de la empresa, y confirmaron así el apartamiento de Renato Rabbi-Baldi Cabanillas para intervenir en causas de lesa humanidad vinculadas con el Ingenio Ledesma.

En la práctica, la resolución significa no sólo que Rabbi-Baldi va a quedar fuera de estas causas. Señala, además, que está aprobada la integración del nuevo tribunal que se conformó para reemplazar su presencia. Allí se quedan dos de los jueces de siempre: Jorge Luis Villada y Roberto Loutayf Ranea y como tercer integrante ingresa Federico Díaz, santiagueño y desde diciembre del año pasado titular del Tribunal Oral Federal de Salta. Ellos serán ahora los que deberán pronunciarse sobre el caso. Finalmente el fallo es importante porque también está diciendo dos cosas: 1) por un lado la celeridad indica un posicionamiento de la Cámara frente pedidos que suelen servir en la práctica para paralizar las causas; 2) los camaristas también están legitimando el avance del proceso porque indican que en este caso no se da ninguna de las situaciones de excepción que hicieron posible en otros casos, alegados por la defensa, la inhibición del apartamiento de un juez.

Lo que queda pendiente

Blaquier y Lemos están procesados por 29 hechos, en dos causas distintas. La primera es la llamada causa “Arédez y otros”, que se refiere a tres dirigentes sindicales secuestrados a partir del 24 de marzo de 1976. Entre ellos está el médico Luis Arédez, que en 1973 fue intendente de Libertador General San Martín (donde está ubicado el ingenio) a pedido de los vecinos y el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma. Arédez había sido asesor del sindicato y de la mutual. No son las únicas víctimas de esa causa, pero sí por las que fue procesado Blaquier. Estos secuestros tuvieron como característica que fueron particularizados, las personas eran referentes reconocidos, estaban en listas negras y a cada uno fueron a buscarlos a sus casas. La segunda causa es la llamada causa “Burgos”, conocida como las Noches de los Apagones, por la serie de secuestros producidos en julio de 1976 durante noches de apagones en los tres pueblos que rodean al ingenio. La mayor parte de las víctimas estaban sindicadas por algún vínculo familiar con el ingenio o con el movimiento sindical o social. El juez Fernando Poviña procesó a Blaquier y a Lemos como partícipes primarios, probó que Ledesma colaboró en los secuestros prestando sus vehículos en los traslados y les imputó privación ilegal de la libertad. Pero dejó en suspenso otras imputaciones pedidas por querellas y fiscalía como violación de domicilio, tormentos y homicidio, para el caso de las víctimas de las Noches de los Apagones que permanecieron en el centro clandestino que funcionó en un hotel de Guerrero, y que están desaparecidas.

La fiscalía y las querellas apelaron entonces ante la Cámara de Salta para que incluya estas figuras. Y tanto las querellas como el fiscal general ante la Cámara, Eduardo Villalba, pidieron la detención efectiva de Blaquier como lo habían hecho los fiscales en la primera instancia. En tanto, la defensa de Blaquier y de Lemos pidió la falta de mérito y el sobreseimiento. Sobre esto deberá expresarse la Cámara en los próximos días. Según lo que pudo saber este diario, la causa Arédez se encuentra más avanzada en el análisis que la otra. Y es sobre la que primero podría haber novedades.

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El empresario Carlos Pedro Blaquier, dueño del Ingenio Ledesma y procesado en dos causas de la dictadura.
Imagen: DyN
 
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