EL PAíS › EL FRENTE AMPLIO PROGRESISTA SE ENCAMINA HACIA UNA RUPTURA EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Del otro lado de la General Paz también

El GEN, con el apoyo del socialismo y Libres del Sur, busca un acuerdo electoral con la UCR. Unidad Popular ya adelantó que si cierran trato con los radicales deja la coalición. Las diferencias internas ya provocaron la fractura del FAP en la ciudad de Buenos Aires.

 Por Miguel Jorquera

De Gennaro y Stolbizer, dos dirigentes del FAP con distintas estrategias electorales.
Imagen: Leandro Teysseire & DyN.

La continuidad del Frente Amplio Progresista (FAP) bonaerense sería tan efímera como la experiencia porteña, donde la ruptura ya es un hecho. Las negociaciones para sellar un acuerdo electoral con la UCR dividen aguas entre los socios del FAP y podrían provocar la fractura de la coalición en la provincia de Buenos Aires. El GEN, con el apoyo del socialismo y Libres del Sur, encabeza una nueva ronda de conversaciones con la UCR que se cerrará a principios de junio con o sin acuerdo, aunque las principales trabas para avanzar en la alianza están ahora del lado de los radicales. En tanto, la Unidad Popular que comanda el sindicalista y diputado Víctor De Gennaro insiste en “no desvirtuar el perfil de centroizquierda” del FAP y se resiste a transformarlo en “tabla de salvación” del radicalismo. Si el acuerdo con la UCR se concreta, la UP y el PTP disolverían el FAP para tratar de avanzar en un frente con Proyecto Sur en territorio provincial.

Las expectativas que despertó en el FAP el lejano segundo puesto en las elecciones provinciales de 2011 –relegando a las variantes del peronismo federal de Eduardo Duhalde y de Alberto Rodríguez Saá y a la alianza entre la UCR y Francisco de Narváez– comenzaron a diluirse en medio de la disputa interna por la política de alianzas.

Aunque todos conversan con todos, la tríada que conforman el GEN, el PS y LdS prefiere avanzar en un acuerdo con la UCR y la Coalición Cívica para intentar ampliar la base electoral en un frente opositor anti-K.

Del otro lado, la UP y el Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP) –el quinto componente del FAP bonaerense–, apuntan a ampliar el frente “por izquierda”, con Proyecto Sur y sus socios provinciales del Partido Socialista Auténtico (PSA) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que también rechazan un acercamiento electoral a la UCR. Y la postura va mucho más allá de las declaraciones mediáticas: la UP ya informó a la mesa del provincial FAP que si hay acuerdo con el radicalismo, ellos dejarán el frente electoral.

Aun con graves divergencias internas, la postura que finalmente resuelva el GEN –que predomina territorialmente en el FAP provincial– será decisiva a la hora de tomar resoluciones. Incluso el propio GEN marginó de las conversaciones con otras fuerzas a quienes representan dentro del partido las dos posturas extremas ante la posibilidad de confluir con el radicalismo: el ex diputado Horacio Alcuaz, el más tenaz opositor a un acuerdo con la UCR, y al senador provincial Ricardo Vázquez, que sostiene a rajatabla la necesidad de pactar con los radicales. Ahora será su propia líder, Margarita Stolbizer, quien encabezará junto a su escudero parlamentario Gerardo Milman, las negociaciones “frentistas”.

Con el respaldo del socialismo y Libres del Sur, Stolbizer abrió una última ronda de conversaciones con la UCR que se cerrará no más allá de principios de junio (poco antes de que venza el plazo para la presentación de alianzas y listas de candidatos para las PASO) con o sin acuerdo. Pero a pesar de su peso territorial, Stolbizer no dará el último paso sin consultar al máximo referente del FAP, Hermes Binner, como lo hace habitualmente.

Para avanzar en las negociaciones, la UCR también deberá resolver sus propias diferencias. Los radicales bonaerenses dividen posturas entre los que buscan acordar con el FAP, los que ya trazaron una alianza con el macrismo y los que decepcionados por las frustradas políticas frentistas insisten en reforzar la identidad partidaria e ir solos a la contienda electoral con su emblemática lista 3.

Las negociaciones están muy trabadas. La exigencia de los radicales parece demasiado ambiciosa aun para los pronósticos más optimistas del FAP bonaerense: la UCR quiere tres de los primeros ocho lugares de una posible boleta común. Algo que dejaría muy pocos puestos expectantes para el resto de las fuerzas que integran el FAP, sobre todo si el GEN también aspira a ocupar al menos dos de ellos.

Una situación que se volvería más compleja aún si la Coalición Cívica se suma al acuerdo. Enfrentados con Elisa Carrió, los ex lilitos bonaerenses lanzaron la candidatura a diputado del ex legislador nacional Adrián Pérez y comenzaron negociaciones propias con el FAP y la UCR, lo que los distanció de la buena relación que profesaban con la UP. Aunque su propuesta es dirimir las candidaturas en primarias, la CC tampoco desecharía un acuerdo de cúpulas en el armado de listas.

Lejos de poder incidir fuera de su propio territorio, otro de los referentes nacionales del FAP, el senador cordobés Luis Juez, planteó su preocupación ante la posibilidad de ruptura del frente bonaerense como ya sucedió en Capital. “En algún momento al FAP lo va a estar conduciendo Pancho Dotto (representante de modelos), está lleno de vedettes”, sostuvo Juez fiel a su estilo y admitió que le “gustaría” que Binner “tenga otra voz de mando” y una actitud más diligente ante las dificultades que enfrenta la alianza electoral. “Tiene un reloj de arena, pero le pone piedras, me gustarían respuestas más rápidas”, agregó sobre los tiempos de Binner. Aunque luego, Juez trató de minimizar sus propios dichos.

En su exposición en el Senado, Juez había planteado en nombre del FAP que no se sumarían a la negociación para elaborar junto al resto de los partidos opositores una lista común para la elección de consejeros de la Magistratura, porque recurrirían a la Justicia para plantear la “inconstitucionalidad” de la convocatoria.

A esto último, Binner le respondió a su manera. El jueves encabezó como presidente una reunión de la cúpula del PS. Allí, Binner impuso su postura a favor de acordar con distintas fuerzas políticas una lista común de candidatos al Consejo. Algo que comparte y discute con referentes del radicalismo como Ricardo Alfonsín. Otra de las diferencias que resquebrajan al FAP y hace más incierto el futuro de la alianza electoral.

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