EL PAíS › LOS CONTROLES DE MIRAR PARA CUIDAR LLEGARAN A 1150 COMERCIOS

Con la credencial en la mano

Las inspecciones tendrán dos objetivos: verificar el congelamiento de precios de 500 productos y que no haya desabastecimiento. Los controles serán liderados por agentes municipales, que irán en grupo con miembros de la sociedad civil.

 Por Javier Lewkowicz

El Gobierno está conforme con el resultado del congelamiento de precios que comenzó en febrero y ahora centrará el control para que se cumpla el acuerdo de 500 productos no sólo en la cuestión precios, sino en la existencia de oferta suficiente. Mirar para Cuidar se desplegará sobre once cadenas de comercialización, nacionales y regionales, que tienen 1150 bocas de expendio en 50 ciudades de todo el país. La campaña se concentrará sobre las grandes cadenas y no en pequeños y medianos comercios. La presidenta Cristina Kirchner sugirió que más adelante también podría haber controles sobre los precios de medicamentos. La idea es generar un esquema de control ciudadano que perdure.

La lógica del congelamiento acotado introduce incentivos a la industria y los supermercados a priorizar el abastecimiento de productos que no están incluidos en la lista de los 500, cuyos precios estarán congelados hasta octubre, o incluso lanzar nuevas variedades que les permitan escapar del congelamiento, un fenómeno que se ha observado en casos puntuales durante el acuerdo general que termina mañana. La idea de Mirar para Cuidar es que la oferta en precios y cantidades comprometida ante el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, esté en las góndolas.

Una novedad explicada ayer por la Presidenta es que la campaña de control de los 500 precios será encabezada por inspectores municipales junto a organizaciones sociales, de la militancia política, religiosas y no gubernamentales. “Es un aspecto interesante, porque los inspectores son los únicos con capacidad formal para hacer ese control. De hecho, muchas municipalidades controlan precios mensualmente en el interior del país”, señaló a este diario Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS).

La Secretaría de Comercio Interior está analizando los últimos detalles de las listas de precios de cada cadena para los 500 productos que están dentro del acuerdo. Cada empresa, a diferencia de lo que sucede en la actualidad, tendrá un único precio en todas las sucursales para esos productos, salvo aquellas que se encuentren al sur del río Colorado. “La unificación de los precios representa un avance importante en términos de la información que usa el consumidor para tomar sus decisiones”, señaló a este diario Emiliano Schwartz, de la consultora especializada Tomadato. Se espera que entre hoy y mañana las cadenas difundan los precios del acuerdo, que serán indispensables para la campaña de control.

CFK ayer ironizó sobre supuestos “soviets” que lanzaba el Gobierno para controlar precios, en referencia a los planteos de la oposición, como el caso de Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad, que comparó la campaña Mirar para Cuidar con las “juventudes hitlerianas” de la Alemania nazi. Moreno explicó que la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) y la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (Faie) se sumarán a los controles de las góndolas. La Confederación General Empresaria (CGE) adelantó que recibió consultas de la Juventud Radical y la Juventud Socialista. Cáritas, entidades de consumidores y de jubilados se podrían sumar. De todos modos, se descarta que las agrupaciones kirchneristas encabezarán la movida.

Según datos que ofreció Moreno, la lista de 500 productos puede llegar a explicar entre el 55 y el 60 por ciento de una canasta básica y beneficiará a las personas que consumen en once cadenas de comercialización, tanto nacionales como regionales, que concentran unas 1150 bocas de expendio en 50 ciudades de todo el país. El funcionario explicó que los controles se focalizarán sobre la “cadena corta”, que conecta la industria con los hipermercados y las grandes cadenas de supermercados. En cambio, la postura con la “cadena larga”, compuesta por la industria, mayoristas y los almacenes, supermercados chinos y autoservicios, será más flexible, con la idea de que se vaya acomodando a las pautas de los grandes jugadores del sector. De hecho, los pequeños y medianos comercios se adhirieron al congelamiento de los 500 de manera “voluntaria”. Además de la campaña sobre el acuerdo de precios, la Presidenta dijo que “vamos a echar una miradita a ver cómo está el precio de los medicamentos”.

“La sensación es que se pretende generar un cambio cultural de largo plazo”, indicaron desde una entidad de consumidores. La idea es conformar grupos estables con representantes de cada sector. Irán con credencial al comercio, donde se presentarán ante el gerente. “Intentaremos que esto prenda en la cultura de la gente, en especial para que la clase media no convalide cualquier precio”, señaló a este diario Claudio Boada, de Unión de Usuarios y Consumidores. De hecho, en Comercio Interior explican que el control del cumplimiento del acuerdo de precios funcionó correctamente en el congelamiento que comenzó en febrero. Lo resumen de esta manera: “El primer interesado en controlar es el propio presidente de la empresa”.

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Participarán de los controles asociaciones de consumidores, iglesias y centros de jubilados.
Imagen: Bernardino Avila
 
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