EL PAíS › EN SU DISCURSO EN LA ONU, LA PRESIDENTA RECLAMó UNA DEFINICIóN DE IRáN SOBRE EL MEMORáNDUM DEL CASO AMIA

“No tenemos miedo, vamos a ir a Teherán”

Además de pedirle una respuesta al nuevo gobierno iraní, CFK también se refirió al conflicto en Siria y reclamó una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. “No es un problema de Argentina, es un problema del mundo”, dijo sobre los fondos buitre.

 Por Fernando Cibeira

Desde Nueva York

La presidenta Cristina Kirchner utilizó el escenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas para reclamar al nuevo gobierno de Irán, que encabeza el moderado Hassan Rohani, una definición respecto del memorándum de entendimiento firmado entre ambos países para esclarecer el atentado a la AMIA. “Que no se confunda nuestra paciencia con ingenuidad o estupidez. Creo que ha pasado un tiempo más que prudencial, queremos respuestas”, advirtió allí, aunque dijo ser optimista en cuanto a que por las palabras que se escucharon ayer en la ONU –se refería a las promesas de cambio que había suscripto Rohani unas horas antes– “la respuesta será positiva”. La Presidenta también habló en su discurso de Siria –donde pidió nuevamente la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU– y se refirió al litigio con los fondos buitre insistiendo en que “no es un problema de Argentina, es un problema del mundo”.

Los tiempos se van estirando en la Asamblea porque los presidentes no respetan el límite de 15 minutos y aquí no sucede como en la entrega de premios de cine que suena una música. Cristina Kirchner estaba ubicada originalmente en el puesto 15 de quienes hablaban por la tarde, 31 del general, y le tocaría a eso de las 18. Empezó casi dos horas y media después. Comentó que había escuchado prácticamente todos los discursos “y esperamos de todos acciones coincidentes entre lo que dijeron y lo que vayan a hacer”. También escuchó al nuevo presidente de Irán. “Me pareció entender que hay una expectativa de cambio”, sostuvo, y resaltó que rechazara que el Holocausto no había sido cierto.

“Esperamos que nos digan si se ha aprobado el acuerdo, cuándo se va a aprobar en caso negativo y que, además, pudiésemos tener una fecha de conformación de la comisión y para que el juez argentino pueda ir a Teherán. No tenemos miedo, vamos a ir a Teherán”, destacó CFK. Agregó que las víctimas merecían una respuesta y también “la propia República Islámica de Irán, si realmente quiere demostrarle al mundo que hay un gobierno y acciones diferentes”. Como sucede todos los años, familiares de las víctimas del atentado a la AMIA estuvieron en el recinto siguiendo el mensaje. Además, en los asientos de la delegación argentina se ubicó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, junto al canciller Héctor Timerman y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.

CFK recordó su discurso del 6 de agosto pasado, cuando Argentina asumió la presidencia mensual del Consejo de Seguridad. “Casi premonitoriamente proponíamos la reforma del Consejo de Seguridad porque sosteníamos que su funcionamiento databa de la posguerra”, mencionó. “Ese instrumento hoy se ha demostrado totalmente antifuncional y obsoleto, no solamente en la cuestión siria. El derecho a veto se transforma en un obstáculo”, agregó, y propuso que las decisiones se tomen por consenso, como sucede en los organismos latinoamericanos como Unasur o Mercosur. La Presidenta subrayó que la cuestión siria “atravesó” toda la Asamblea y provocó cierto debate entre los discursos y no un monólogo donde cada jefe de Estado habla de lo que le parece. Hizo varias referencias al mensaje de apertura del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y mencionó –en crítica– “otros discursos”, siempre en referencia inequívoca al del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Sin ninguna mención directa, Cristina Kirchner dijo que le parecía extraño que se dieran cuenta de que había un conflicto en Siria el 21 de agosto pasado, cuando la guerra civil llevaba dos años y medio y más de 150 mil muertos. “El 99,99 por ciento de esas personas han muerto por medio de armas convencionales, no de armas químicas”, resaltó. Y mencionó que en el G-20 había dicho que no veía diferencias entre un muerto por armas convencionales y un muerto por un arma química. “Tampoco es la primera vez”, dijo. Recordó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y el napalm en Vietnam. “No hay guerras justas, sólo la paz es justa”, definió. Al hablar sobre el doble estándar de algunos países, le apuntó al Reino Unido, que “militariza el Atlántico Sur enviando submarinos nucleares” al tiempo que critica a los países que desarrollan las armas nucleares.

El último tramo del discurso de 47 minutos fue para la renegociación de la deuda y el litigio con los fondos buitre, tema que a partir del lunes comenzará a ser discutido por la Corte Suprema de Estados Unidos, que debe decidir si acepta revisar el caso que ya cuenta con dos fallos favorables a los fondos. “Desde 2005, Argentina ha pagado en término y rigurosamente cada uno de los vencimientos de su deuda, el último pago se hizo hace pocos días”, indicó. Puso de relieve la ganancia –“más del 1300 por ciento”– que pretenden obtener los buitres por bonos que adquirieron a precio basura. “Quieren cobrar la totalidad, al valor nominal del bono, sin ningún plazo, ni quita, ni nada”, sostuvo, y dijo que si tenían éxito sería imposible el deseo que había expresado Ban Ki-moon de un mundo con empresarios que invirtieran para generar empleo. Recordó aquella frase del secretario del Tesoro norteamericano Paul O’Neill, quien había dicho que los plomeros de su país no tenían por qué pagar la fiesta de los argentinos. “Yo digo hoy que los millones de argentinos que recuperaron el trabajo, que volvieron a tener esperanzas e ilusiones, tampoco tienen por qué pagar la fiesta de los lobbistas”, remató.

Quedó la sensación de que la Presidenta se olvidó de mencionar el escándalo del espionaje informático. Igual, ya se había excedido con el tiempo. Después del discurso, CFK se subió al avión que hoy la depositará de nuevo en Argentina. El canciller Héctor Timerman se quedará con una agenda cargada de reuniones y se verá si con alguna respuesta de parte de la comitiva de Irán.

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“No hay guerras justas, sólo la paz es justa”, dijo Cristina Fernández al referirse a la situación en Siria.
Imagen: EFE
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