EL PAíS › OPINIóN

Las corporaciones van por el 2015

 Por Agustín Rossi *

Por estas horas se difundieron por los medios de comunicación extractos del documento recientemente elaborado por el Foro de Convergencia Empresaria integrado, entre otros, por la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), la Bolsa de Comercio y la Mesa de Enlace.

Las 38 organizaciones que integran este Foro emitieron un documento titulado “Bases para la formulación de políticas de Estado”. Entre otros puntos, se solicita “previsibilidad, estabilidad y formalidad de las reglas de juego”; se critica la “elevada presión tributaria”; se propone eliminar políticas que “desalientan, restringen o prohíben las exportaciones” (léase reducción o quita de retenciones); y se pide evitar “intervenciones distorsivas” en el proceso de formación de precios. La hipótesis empresaria es de manual y podría resumirse de esta manera: “Si la política económica genera las condiciones, podemos invertir. Si invertimos, generamos empleo. Si generamos empleo se reducen las desigualdades”. Una versión adaptada a los tiempos de la “teoría del derrame”.

Previo a este manual de medidas económicas propias de las políticas de libre mercado, los firmantes esbozaron un análisis de las condiciones institucionales por las que transita la vida política e institucional en la Argentina. Y para no quedar atados a una agenda exclusivamente económica, mencionaron el tema educativo y la necesidad de una política criminal destinada a reducir la inseguridad y el narcotráfico. Se insiste, incluso, en la necesidad de “libertad de prensa”, lo que parecería esconder algún atajo para detener la aplicación de la ley de medios.

Este documento del Foro de Convergencia Empresaria será enviado a todos los partidos políticos y, según expresó uno de los voceros del Foro, “si los partidos políticos adhieren se darían las condiciones para el crecimiento sostenido y armónico del país”. En otras palabras, los empresarios buscan que la política asuma como propio el plan de los grandes grupos económicos.

Los postulados y las estrategias de estos espacios de articulación de los grupos más concentrados de la economía no son nuevos. Siempre recuerdo que al mes de las elecciones parlamentarias de 2009, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) emitió un documento titulado “Movilizar las energías del sector privado”. Allí también se hablaba de la necesidad de diálogo entre la dirigencia política y empresarial; de fortalecimiento de las instituciones; de previsibilidad en las reglas de juego; de libertad de precios; de una menor presión impositiva; de eliminación de las restricciones a las exportaciones; y de la necesidad de marcos regulatorios que faciliten inversiones en sectores claves (infraestructura y energía). Pero, en realidad, detrás de estos títulos amplios había un claro intento de condicionar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. De hecho, al momento de darse a conocer, Clarín analizó el documento de AEA con el título “Marcar la cancha”, y La Nación habló de “Las doce condiciones”. Varios años más tarde, las corporaciones económicas vuelven a insistir en el mismo sentido. Pero sus dardos apuntan en esta ocasión a los dirigentes que pretenden ser candidatos en 2015. El mensaje para los “presidenciables” es éste: “Ustedes compitan electoralmente, nosotros fijamos el programa de gobierno”. Plantean, ni más ni menos, volver a la Argentina gobernada por los grupos de poder económico y mediático. No es la primera vez que pretenden crear este escenario previo a una elección presidencial. En la previa de los comicios de 1989, la sensación instalada era que si ganaba Angeloz o Alsogaray el plan económico no iba a ser muy diferente del luego instaurado por Carlos Menem. En 1999, los tres principales candidatos presidenciales (De la Rúa, Duhalde y Cavallo) juraron durante la campaña electoral que no iban a tocar la convertibilidad: o sea, nada cambiaba, ganase quien ganase.

Los grupos de poder pretenden que el año que viene, triunfe quien triunfe en las presidenciales, se aplique su programa económico. Esto deja a las claras que, una vez más, el debate de fondo en la Argentina es entre la política y las corporaciones. Desde el 25 de mayo de 2003 venimos construyendo un país donde el interés general prime por sobre los intereses sectoriales. Los principales avances obtenidos en esta década tienen que ver justamente con esto. Por eso, para seguir profundizando este rumbo, nuestro desafío consiste en construir una opción política que desde el 10 de diciembre de 2015 nos permita seguir avanzando en la concreción de una Argentina para todos.

* Ministro de Defensa de la Nación.

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