EL PAíS › LOS CANDIDATOS DEL FRENTE PARA LA VICTORIA EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

La carrera por la gobernación

A casi un año de las primarias, no menos de una decena de dirigentes kirchneristas aspiran a suceder a Daniel Scioli, lanzado a la campaña presidencial. Desde la Casa Rosada alientan a todos y no muestran aún definiciones.

 Por Nicolás Lantos

Insaurralde, Domínguez, Mariotto, Mussi, Espinoza y Montoya, aspirantes a la gobernación por el FpV.

El último pitido del italiano Nicola Rizzoli en el Maracaná no solamente puso punto final a la Copa del Mundo y a la ilusión argentina: también funcionó como señal de largada para una larguísima campaña electoral que tiene su horizonte en las PASO del año que viene. Más subterránea pero no por eso menos compleja que la interna presidencial es, en el Frente para la Victoria, la puja para ser el candidato a suceder a Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. No menos de una decena de dirigentes del oficialismo se imaginan gobernadores y ya empezaron a hacer funcionar sus maquinarias proselitistas, cuyos engranajes chirrían al ponerse nuevamente en marcha.

Pero la cuestión bonaerense también atañe a quienes compiten en la carrera a la Casa Rosada. El peso del distrito, que representa cerca del cuarenta por ciento del padrón del país, lo vuelve clave en cualquier estrategia electoral nacional. Por eso cada uno de los postulantes a la presidencia multiplicó sus caminatas por el conurbano y el interior de la provincia mientras analizan los distintos escenarios y ensayan hipótesis de alianzas y armados con los distintos candidatos a gobernador que asoman en el horizonte.

Algunos no esperaron a que terminara el Mundial y ya habían comenzado su campaña bastante antes. Uno de ellos fue el primer candidato a diputado del Frente para la Victoria en los comicios del año pasado, Martín Insaurralde. A pesar de haber sido derrotado en forma holgada por Sergio Massa, esa campaña lo posicionó bien en cuanto a nivel de conocimiento, una ventaja relativa nada desdeñable respecto a algunos de sus contrincantes. El problema de Insaurralde es que todavía no se sabe si va a continuar mucho tiempo más en el oficialismo.

En estos meses el ex intendente de Lomas de Zamora ha dado varias señales de acercamiento hacia su ex rival Massa. Esta semana, hasta Scioli manifestó su preocupación por la situación. “En los próximos días voy a tomar un café con él, tranquilo, y vamos a hablar con mucha madurez y con mucha responsabilidad este tema”, dijo el gobernador, abandonando su habitual laconismo. Sin embargo, Insaurralde sigue siendo uno de los nombres que mejor mide en las encuestas preliminares y además del ex motonauta otros precandidatos presidenciales han tenido reuniones con él.

Otro que picó en punta a fines del año pasado fue el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, que fue proclamado en diciembre titular del PJ bonaerense y desde allí busca proyectar su candidatura. Aunque llegó a la presidencia partidaria con el apoyo de Scioli, su rol le permite mostrarse con todos los precandidatos del peronismo a la Casa Rosada cuando visitan la provincia: ya tiene fotos con Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Florencio Randazzo. Incluso recibió en su municipio al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, un precandidato presidencial que podría “bajar” a territorio bonaerense.

Más recientemente se sumó el vicegobernador Gabriel Mariotto. Busca perfilarse como una alternativa más kirchnerista a los ya instalados y aunque ha compartido actos con Scioli y Domínguez se muestra más cerca de Urribarri, con quien tiene una amistad personal. Martín Sabbatella comparte con Mariotto un pasado al frente de la Afsca y las aspiraciones a gobernar la provincia. Todavía no se lanzó porque “espera definiciones de CFK” pero el referente de Nuevo Encuentro analiza presentarse como una alternativa no-PJ en la interna kirchnerista.

Otros que quieren mediar en la disputa con un perfil cercano al gobierno nacional son Los Oktubres, un grupo de jefes comunales sub-40 que no dudan en referenciarse directamente con la presidenta y que ya proclamaron la voluntad de llevar a uno de ellos encabezando la boleta bonaerense. El elegido sería el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi. El titular de la Anses, Diego Bo-ssio, por su parte, tiene por su rol una presencia importante en el territorio, que refuerza con visitas cada vez más frecuentes al conurbano y al interior de la provincia. Todavía no se lanzó pero hacia adentro ya avisó que va a jugar.

En forma análoga a lo que sucede a nivel país, del gabinete de Scioli también surgen un par de figuras que buscan instalarse en las encuestas para llegar con chances a la interna. Es el caso de la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, ex titular interina del PJ de la provincia y de buena relación con todos los sectores. Por su parte, el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya, también manifestó a través de las redes sociales su voluntad de correr esa carrera. También se anota en esa lista el diputado nacional Mario Oporto, quien fuera durante muchos años director de Educación bonaerense.

Los candidatos presidenciales todavía no muestran su juego. “Falta mucho”, “hablamos con todos”, “somos parte de un mismo proyecto”, repiten en el entorno de Scioli, de Urribarri, de Rossi y de Randazzo cuando se los consulta por su armado en la provincia. Esperan, acaso, alguna señal de la Presidenta, pero en la Casa Rosada, por ahora, no muestran sus cartas. Puertas adentro, animan a todos a jugar, mientras que públicamente no se habla del 2015. Sin embargo, los tiempos se aceleran: hay algo más en lo que todos coinciden, y es que antes de fin de año habrá novedades.

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