Las defensas de los acusados en el juicio que evalúa responsabilidades de ex funcionarios del gobierno de la Alianza y policiales por las muertes del 20 de diciembre de 2001 insisten en dilatar el avance del debate. Ayer, algunas recurrieron a una herramienta que ya utilizaron una decena de veces en el proceso y recusaron al Tribunal Oral Federal Número 6 en pleno. La querella del Centro de Estudios Legales y Sociales expresó su “preocupación” respecto del posible condicionamiento que ese “comportamiento reiterado” de las partes puede causar en los magistrados. El abogado defensor Marcelo Roquetti se sumó al pedido de sus colegas oficiales María José Turano y Eduardo Chittaro, que recusaron a los magistrados José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín por “prejuzgamiento”. Consideraron un índice de “parcialidad” la actitud del TOF de “recortar” la lista de testigos pendientes de brindar testimonio en el debate. Los magistrados habían desestimado a principios de 2015 a una centena de testigos por considerar que su presunto aporte ya había sido mencionado por otros durante el juicio. Las defensas vieron en este análisis una actitud de parcialidad perjudicial para sus defendidos.

Desde el CELS, que representa a una de las querellas en el debate, expresaron “preocupación” por la actitud “reiterativa” de las defensas en la utilización del recurso: “La estrategia de recusar y recusar y recusar indica una clara intención de trabar el avance del debate, además de convertirse en un gran condicionante para los jueces”, apuntaron en diálogo con este diario. El TOF Nº6 decidirá mañana.