EL PAíS › EL FRENTE CAMBIA MENDOZA SE IMPONíA ANOCHE ANTE EL FPV EN LAS PRIMARIAS

Los radicales festejaron solos en Mendoza

Al cierre de esta edición, con sólo el 40 por ciento escrutado, el radical Cornejo se acercaba al 50 por ciento de los votos. El FpV sumaba el 35,6 y, en la interna, se imponía el senador Bermejo. Como tercera fuerza se ubicaba el FIT, con el 7,2.

 Por Miguel Jorquera

Desde Mendoza

Con el escrutinio retrasado y en medio de una guerra de encuestas de boca de urna, el Frente Mendoza Cambia –encabezado por la UCR con la fórmula Alfredo Cornejo-Laura Montero– se imponía anoche en las PASO mendocinas al Frente para la Victoria, con menos diferencia a su favor que la que pronosticaban los sondeos previos. En la interna del FpV, el senador nacional Adolfo Bermejo le ganaba la pulseada del peronismo local al diputado nacional Guillermo Carmona y a Matías Roby, más relegado. La suma de todas las boletas dejaba anoche al FpV a unos 14 puntos de los guarismos opositores y envalentonaba al oficialismo provincial para dar pelea en las elecciones generales del 21 de junio, donde se definirá el futuro gobernador provincial, el sucesor del peronista Francisco “Paco” Pérez. El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) sorteaba cómodamente el piso de las primarias y ratificaba su condición de tercera fuerza política en la provincia. Al cierre de esta edición sólo se había contabilizado el 40 por ciento de los votos: Cornejo alcanzaba el 49,7 por ciento, el FpV sumaba el 35,6 y el FIT el 7,2.

A las seis de la tarde los mendocinos se volcaron a las plazas de la ciudad en una tarde cálida y soleada, mientras en muchas escuelas del Gran Mendoza y el resto de la provincia numerosos electores aún esperaban para votar. El recuento de votos en los populosos municipios de Guaymallén y Luján de Cuyo, donde las boletas se diversificaban en múltiples colectoras que en algunos casos llegaban a 50 opciones, se retrasaba y las tendencias definitivas recién se esperaban para más allá de la medianoche. La demora desató una guerra de encuestas entre los principales frentes y candidatos.

Desde el frente opositor Mendoza Cambia aventuraban un triunfo de su única fórmula Cornejo-Montero de “entre 6 y 8 puntos de ventaja sobre la suma de los tres candidatos del FpV”, de acuerdo con su propio sondeo en boca de urna. Un pronóstico auspicioso pero por debajo de los “más de diez puntos” que auguraban los sondeos previos a la elección. “Se puede ampliar la diferencia”, agregaban los diversos dirigentes de la UCR nacional que llegaron ayer hasta Mendoza (ver aparte), entre quienes los mendocinos Ernesto Sanz, jefe partidario y precandidato presidencial, y el diputado Julio Cobos se movían con mayor comodidad.

Cornejo fue uno de los últimos candidatos a gobernador en llegar a su búnker –todos ellos montados en grandes hoteles–, después de las diez de la noche. El candidato radical dijo que “es reconfortante tener un apoyo tan amplio de la ciudadanía de Mendoza”, sostuvo que la diferencia sobre todo el FpV es “al menos del 7 por ciento” y una holgada diferencia sobre el candidato peronista más votado y arriesgó que los votos no se pueden sumar “porque son diferentes”. Luego le reclamó al oficialismo provincial que “acepte la contundente derrota” y los instó a “dialogar” porque “el cambio no puede esperar hasta el 10 de diciembre”.

Antes, Cornejo se hizo cargo de haberles pedido a Mauricio Macri y Sergio Massa, que apoyaron su candidatura durante la campaña, que no viajaran a Mendoza. Argumentó que se “trata de una elección provincial” y que la “foto” del triunfo debía ser local y del radicalismo. Afuera del hotel Aconcagua un centenar de militantes radicales festejaba el resultado.

Desde el FpV ya habían salido al cruce de los sondeos de la UCR, aunque nadie daba el brazo a torcer sobre el triunfo en la interna peronista. Bermejo y Carmona coincidieron en minimizar la ventaja que había sacado el opositor Mendoza Cambia y se entusiasmaban con que cualquiera de sus candidatos que ganara la interna podía revertir esa tendencia en junio y retener la gobernación mendocina.

El gobernador Paco Pérez selló la disputa cuando a las 21 fue hasta el búnker de su candidato Bermejo para levantarle la mano. Pérez vaticinó que la “unidad del peronismo” podía dar vuelta el resultado de este domingo en las elecciones de junio. Y remarcó los miles de votos que el peronismo “recuperó” con respecto a las legislativas de 2013.

También reivindicó su “estrategia electoral” de sumar de “abajo hacia arriba”, apoyándose en la tracción de los intendentes peronistas a la fórmula que encabezó Bermejo.

Desde el búnker de Carmona resistían el reconocimiento de un ganador en la interna del FpV. La elección de Carmona, aun perdiendo, posicionaría al sector kirchnerista puro dentro de las listas del FpV en puestos expectantes para los comicios. “Tendremos que discutir lo programático y el perfil de la campaña”, soltó Carmona cuando lo consultaron sobre cómo seguirían los pasos a dar para unificar al peronismo. A esa hora, Carmona recibía noticias sobre triunfos propios en algunos distritos y se aferraban al recuento final de los votos. “La elección es muy reñida dentro del FpV, así como con Mendoza Cambia”, sostenía más temprano la diputada Anabel Fernández Sagasti, dirigente de La Cámpora y jefa de campaña de Carmona. Luego, el diputado salió a cuestionar las declaraciones del radical Cornejo, que calificó como “impertinentes” y como “un pliego de condiciones” que “atentan contra la gobernabilidad”. El tercero en discordia en la interna del FpV, Matías Roby, reconocía que estaba lejos de sus contrincantes.

Mientras tanto, el FIT ratificaba su condición de tercera fuerza política provincial. Su candidata a gobernadora, Noelia Barbeito, afirmaba que habían cosechado un siete por ciento de los votos mendocinos. “Ese es nuestro piso. Creemos que muchos votantes de Carmona y Roby no van a apoyar a Bermejo y nos podrían votar a nosotros”, señaló Barbeito, ilusionada en repetir la experiencia de 2013, cuando su fuerza duplicó los votos entre las primarias y las generales.

Las otras tres fórmulas que competían ayer en las primarias (el MST, el PF y Es posible) esperaban hasta el recuento final para saber si lograban superar el piso del 3 por ciento para que su boleta vuelva a estar en junio en el cuarto oscuro.

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“El cambio no puede esperar hasta el 10 de diciembre”, lanzó el radical Cornejo.
Imagen: DyN
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