EL PAíS › EL FISCAL SAENZ DICTAMINO QUE NISMAN FUE ASESINADO Y PIDIO QUE LA CAUSA PASE AL FUERO FEDERAL

Con el libreto de las querellas

El planteo del fiscal, uno de los organizadores de la marcha del 18 de febrero de 2015, va a contramano de la mayoría de los peritos, que sostienen que no hay rastros de la participación de un tercero en la muerte de Nisman.

 Por Irina Hauser y
Raúl Kollmann

El fiscal de Cámara Ricardo Sáenz afirmó que Alberto Nisman fue “víctima de un homicidio” en un dictamen que toma textuales y asume como propios los argumentos de las querellas de Sandra Arroyo Salgado y de la madre del fiscal fallecido, Sara Garfunkel, sin sumar elementos ni análisis de su producción. El planteo va a contramano de la mayoría de los peritos, que sostienen que no hay rastros de la participación de un tercero en la muerte del fiscal, y de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini, que no creen poder inclinarse aún por ninguna hipótesis. Sáenz dice que lo mataron después de denunciar a la ex presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento de los iraníes acusados del atentado a la AMIA y antes de ir a declarar al Congreso, y que por eso la investigación siempre debió estar en el fuero federal porteño, célebre por su permeabilidad a las negociaciones políticas. El escrito de Sáenz está plagado de afirmaciones tramposas, como decir que en las manos de Nisman no había restos de fulminante ni sangre (lo que las fotos y estudios desmienten); o que como lo vieron de buen ánimo no se pudo haber suicidado; o que le dispararon desde atrás, cuando el orificio se ve al costado. Sugiere que la presencia del arma de Diego Lagomarsino fue para engañar y “garantizar impunidad” y se lo debe imputar por todo lo investigado.

Sáenz –quien tendría aspiraciones de ser procurador general– presentó su dictamen ante la Cámara en lo Criminal y Correccional, que deberá decidir qué fuero es el que tiene que investigar la muerte de Nisman. Ese es el eje de la discusión, por lo que sorprendió en tribunales que se explayara sobre su hipótesis de los hechos. El 18 de marzo habrá una audiencia oral donde las querellas podrán argumentar por qué le quieren sacar la causa a Fein y Palmaghini y mandarla a los tribunales de Comodoro Py. Pueden hablar el fiscal y la defensa de Lagomarsino, a cargo de Gabriel Palmeiro. Resolverán los camaristas Mario Filozof, Marcelo Lucini y Rodolfo Pociello Argerich.

El intento por instalar que ahora el caso gira hacia la teoría del homicidio se produce cuando faltan cuatro días para que vuelva a declarar como testigo el ex jefe de operaciones de la ex side, Antonio Jaime Stiuso, quien fue muy cercano a Nisman en la causa AMIA y en los últimos días, después de su denuncia, no le atendía el teléfono. Stiuso fue un personaje poderoso en el manejo de la justicia federal. Esta semana el presidente de la Corte Suprema, dijo a El País de Madrid en el caso Nisman hay “impunidad”, otra forma de presionar por el cambio de fuero.

“Considero que los planteos esgrimidos por las querellantes (...) no se fundan en sus deseos personales o en su subjetividad” sino que “se asientan en las pruebas existentes en la causa”, dice el dictamen de Sáenz. Era una respuesta irónica a Palmaghini, quien al rechazar la incompetencia había dicho que la argumentación de Arroyo Salgado y Garfunkel respondía a sus propio deseos para cambiar el expediente de fuero, una paradoja ya que el año pasado clamaron por que la jueza asumiera la investigación en lugar de Fein. Ahora advierten, y Sáenz repite, que a Nisman lo mataron, en un hecho vinculado con su actividad como fiscal del caso AMIA, después de su denuncia contra el Gobierno y mientras trabajaba en la presentación que haría en el Congreso para dar detalles. Las evidencias a las que se aferran son las conclusiones de sus peritos de parte, que han sido minoría contra los peritos oficiales y de la defensa, en todos los estudios.

Sáenz es el superior jerárquico de Fein. Nunca fue recusado pese a que encabezó la marcha del 18F, que le apuntaba al Gobierno de Cristina Kirchner por la muerte de Nisman, y donde fue orador. Fein, en cambio, fue recusada y cuestionada varias veces, por ejemplo, por designar un perito que se inclinaba por la teoría del suicidio. Sáenz participaba de la Certal, la organización ligada a Cablevisión que invitó a camaristas civiles a Miami cuando debían fallar sobre la Ley de Medios. Dictaminó a favor de la constitucionalidad de las leyes de impunidad en una causa contra Cristino Nicolaides.

Según Sáenz prueban homicidio: la ubicación del disparo, que él sugiere sería detrás de la oreja, y el hematoma en la zona occipital izquierda. Pero el orificio del disparo, tal como se ve en las fotos del expediente, es al costado por encima de la oreja; el hematoma es producto de un golpe en la caída. También alude el fiscal a una lesión en la cara interna de la pierna izquierda, que es un moretón que los forenses sospechan que es de un golpe anterior. Agrega que el cuerpo fue movido según declararon un médico de Swiss Medical y la enfermera cuando les mostraron la foto de cómo fue hallado más tarde Nisman en el baño de su departamento. Sin embargo: ella dijo que pensó que era un suicidio; él, que en la foto el cuerpo parecía desplazado pero lo “confundía”. Ambos, que les costó abrir la puerta del baño, trabada por el cuerpo.

Otro tema que recoge Sáenz es la teoría de que Nisman no tenía restos de fulminante en las manos, de lo que concluye que no se suicidó. Una reproducción del disparo del Centro de Investigaciones del Ministerio Público de Salta, mostró que la pistola Bersa original de la que salió el disparo dejaba “residuos de disparo”. En el mismo laboratorio, meses antes, se hizo un barrido sobre las propias manos de Nisman y el informe final, firmado el 10 de febrero de 2015, decía: “Sobre las muestras analizadas se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”. Lo firmaba el químico forense José Luis Manzano. Pero la querella prefirió señalar un primer barrido que se hizo en la policía científica de La Plata, que no arrojó presencia de fulminante con la combinación de bario, plomo y antimonio (propia de los proyectiles) pero tampoco especificaba si había otros restos, por lo que no era concluyente. Ambas manos del fiscal se ven ensangrentadas en las fotos, lo cual puede haber tapado los rastros. Sin embargo Sáenz afirma: “los estudios periciales realizados sobre las manos de Nisman y sobre el arma utilizada demuestran que estamos en presencia de un homicidio”. En Estados Unidos, el estudio líder conducido por Vincent Di Maio, sobre 116 casos de suicidios comprobados, indica que sólo en el 11 por ciento de los hechos con pistola –no revólver– y bajo calibre, como el 22, quedan rastros del fulminante.

Sáenz les da relevancia enorme a las declaraciones del ex vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, Laura Alonso (hoy titular de la Oficina Anticorrupción) y Patricia Bullrich (ministra de Seguridad), ambas ex legisladoras del PRO, así como a la de Soledad Castro, ex secretaria del fiscal. Wolff había sido citado porque el sábado 17 de enero recibió una foto enviada por Nisman de su escritorio cubierto de papeles y documentos con los que preparaba su presentación ante el Congreso, pero sorprendió acusando al juez Daniel Rafecas (quien tenía la denuncia de Nisman contra el Gobierno) de amenazas, cosa que el juez desmintió. Wolff dijo que el propio Sáenz lo había asesorado sobre el supuesto episodio. Bullrich y Alonso contaron sus diálogos con el fiscal pre y pos presentación judicial contra la presidenta y las condiciones que pedía para declarar. Castro dijo que lo veía a Nisman de buen ánimo, que no estaba angustiado sino satisfecho y entusiasmado con su presentación, destaca Sáenz, dando por hecho que no es la conducta de alguien que se va a suicidar. También contó que el fiscal trabajó dos años en la denuncia y que ella la llevó al juzgado de Ariel Lijo. El argumento de que estaba de buen ánimo es reiterado en las familias o personas cercanas a suicidas. El caso más cercano fue el de Mariano Benedit, que se quitó la vida muy poco antes que Nisman y que había sido padre un par de semanas atrás. Su familia declaró que el suicidio era imposible, porque estaba feliz. Luego se comprobó en detalle, hasta con filmaciones, que se quitó la vida.

Sáenz afirma que el departamento de Nisman fue “limpiado”, que no se encontraron huellas de otras personas. En la cafetera se habían encontrado de Lagomarsino. Con todo, las personas no dejan huella siempre. Sólo en superficies muy pulidas, como vasos, la puerta de la heladera, fórmica. O puede ser que no las hayan levantado. El fiscal hace afirmaciones, por ejemplo, sobre una supuesta manipulación de la computadora, que no aparece comprobada en ningún informe, y dice que “el registro del teléfono fue borrado”, cuando no está descartado que el propio fiscal lo haya hecho.

En función de una denuncia de Elisa Carrió, dice que la zona estuvo liberada, pero no desarrolla qué sucedió. Carrió también denunció historias increíbles, como la llegada de un Buquebús lleno de iraníes procedente de Uruguay.

Dice Sáenz que no hay “explicación lógica” de la presencia del arma de Lagomarsino, quien declaró que se la prestó a Nisman ante su pedido suyo, ya que temía por su seguridad y la de sus hijas. También pone en duda la versión del custodio Rubén Benítez, quien relató que el fiscal el pidió un arma, que él le negó. “Diego Lagomarsino debe ser considerado como imputado de todos las hipótesis delictivas”, dice Sáenz. “La utilización de un arma amiga como arma asesina es la mejor forma de montar una escena alterada de suicido para garantizar la impunidad del homicidio”, asegura, aunque es una especulación para la cual no ofrece evidencias. Suena raro que alguien que participa de un plan criminal deje un arma a su nombre en la escena de la muerte.

Sáenz habla de una filmación de Nisman cuando llegó de Europa, en forma anticipada, para hacer la denuncia de encubrimiento. Es llamativa la alusión, porque son imágenes de las cámaras de seguridad de Ezeiza que alguien copió con un celular. No es un seguimiento.

Compartir: 

Twitter

El fiscal Ricardo Sáenz no fue recusado a pesar de haber sido uno de los organizadores de la marcha del 18F.
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.